Saekki •NoMin•

35. Lindo Irritable

Jaemin guardo silencio por unos segundos, observando con atención al trío que se encontraba en frente de su casa, una pequeña risa nasal escapo de él, logrando hacer que DongHyuck desviara su mirada ante su reacción, tanto él como Sungchan y Chenle sabían que no iba a ser fácil, Jaemin hace mucho tiempo había dejado de actuar como alguien amigable con ellos, cada vez que los veían era como si lo acorralaban, y aquello provocaban que Jaemin terminara poniéndose a la defensiva de inmediato.

—De verdad necesitamos hablar contigo —Comentó Chenle para luego hacer una mueca con sus labios, estaba intentando contener su personalidad sarcástica y altanera.

—Es una lastima, no recuerdo tener algo de lo que debamos hablar —Sentenció él negando de inmediato para luego darse la medía vuelta y poder regresar a su hogar.

—Se trata sobre Jeno —Se apresuró a decir DongHyuck dando algunos pasos hacia el menor, quien se detuvo poco después, girando su cuerpo para observarlo con seriedad.

—Siempre se trata de él, pero la verdad es que no estoy interesado en escucharlos, si Jeno esta en problemas o esta pasando por algo, no es asunto mío, no tengo que porque correr a verlo cada vez que algo sucede —Aclaró él tensando levemente su cuerpo.

—Eres el único que es capaz de ayudarlo, Jaemin, él necesita explicarte algunas cosas —Dijo Sungchan mientras metía sus manos dentro se los bolsillos de su sudadera.

—Estoy realmente agotado de escuchar lo mismo, Sungchan —Comentó él negando con su cabeza mientras soltaba un suspiro pesado—. Deberían entender que nadie puede ayudarlo en algo que él no esta dispuesto a cambiar, y para ser sincero no quiero que esten aquí, asi que váyanse.

Últimamente era lo mismo, las mismas plabras, las mismas expresiones, estaba aburrido de que siempre tuvieran algo que pedirle, todo tenía que ver con Jeno, era lo que menos quería ahora, necesitaba alejarse de todo lo que tuviera que ver con él.

—Le gustas a Jeno...

La voz de DongHyuck logró congelarlo por completo, obligándolo a detenerse entre los pilares de la entrada de su casa, sinceramente no podía evitar sentirse atacado con aquellas palabras, no se sentía especialmente gustoso con la idea de que se burlaran de él en su propia casa.

—Creó que he soportado demasiadas estupideces de parte de ustedes como para aguantar que ven aquí a decir este tipo de mierdas —Gruñó él mientras se disponía a regresar sobre sus pasos, encarando al castaño, quien a pesar de todo no se movió de su lugar.

—No son mierdas, créeme que no jugaría con esto —Comentó DongHyuck observándolo fijamente, luciendo más tranquilo de lo que sonaban sus palabras.

—Estoy arto de ustedes, de toda esta mierda desde que sucedió la estupidez de la carta, lo único que han hecho a sido pasarme a llevar como se les da la gana y ya me aburri de tener que inventarme una maldita respuesta para cada uno de sus ataques —Se quejó él empujando bruscamente al castaño, haciéndolo retroceder mientras volteaba a ver a los dos menores, quienes se acercaron de inmediato.

—Jaemin, por favor escuchanos —Pidió Chenle acercándose a él con algo de agobio en su mirada.

—Lo único que han hecho es joderme la vida estos años ¿ahora quieren que los escuche? —Cuestionó él alzando su voz mientras observaba al más bajo.

—Sabes que no es nuestra culpa...

—Jamás hicieron nada —Aclaró él de inmediato, negando su cabeza mientras los observaba con desdén.

—Jaemin-ah.

Los cuatro chicos desviaron rápidamente su mirada hacia el costado, encontrándose con un delgado chico observándolos con atención, este se acercaba com cautelosos pasos al azabache, pero sin despegar su mirada de los tres chicos desconocidos.

—¿Todo bien? Mamá me dijo que estabas discutiendo con unos chicos —Comentó el de cabello azulado mientras mirada al menor.

—Estoy bien, Mark —Dijo él volteando a ver al mayor fugazmente, cruzando sus brazos sobre su pecho mientras soltaba un suspiro.

—No estamos discutiendo, creo que tal vez deberías enseñarle a tu mamá a no ser tan chismosa —Intervino Chenle alzando sus cejas mordazmente.

—Creo que tal vez deberías aprender a respetar —Regañó Mark observando al menor mientras colocaba sus manos sobre su cintura.

—La verdad es que queremos hablar con Jaemin, agradeceríamos el que te fueras... —Comentó DongHyuck observando al chico fijamente.

—Mira chico lindo, no creo que sea lo mejor irme luego de que lo que vi —Aclaró el mayor soltando una suave risa—. Tal vez lo mejor es que regresen a sus casas niños...

—¿Niños? Dejame demostrarte lo niño que soy... —Cuestionó DongHyuck frunciendo su ceño, se sentía completamente indignado, dando algunos pasos hacia el peli azul, siendo detenido por sus dos amigos de inmediato.

—Lindo e irritable, que mala combinación —Comentó Mark volteando a ver al azabache que sonreía levemente ante sus palabras—. ¿Quienes son?

—Chicos de la universidad, ya se iban —Aclaró Jaemin mientras volteaba a ver al trío de chicos.

—Jaemin... —Murmuró DongHyuck acercándose al azabache, viendo al de cabello azul interponerse entre ellos, obligándolo a detenerse.

—Dijo que ya se iban —Interrumpió Mark alzando sus cejas mientras encaraba al castaño, permitiéndose observarlo ante la cercanía que se había formado entre ellos, sonriendo ampliamente al notar lo molesto que se encontraba—. Adiós chico lindo —Murmuró con algo de diversión mientras movía su mano en forma de despedida.

DongHyuck tenso levemente su mandíbula, sintiendo a los dos menores tomar sus brazos para poder llevárselo de allí, lo que menos necesitaban era crear una pelea allí, y sinceramente el que DongHyuck se fuera a golpes con un chico desconocido no era del agrado de ninguno, tal vez lo mejor era dejar las cosas así, Jeno era lo suficientemente maduro como para saber que hacer, ellos no podían hacer nada.