Saekki •NoMin•

14. Anhelada Tortura

—When I dance it's like the world has a purpose... —Dijo el de cabello naranja mientras observaba el cuaderno que se encontraba sobre el escritorio, levantando su mirada al no escuchar al menor repetir aquello—. ¿Qué haces? Deberías repetir lo que digo

—Lo siento, me distraje —Se disculpó Jisung sintiendo un repentino calor en sus mejillas.

—Por razones como esta es que no quería ayudarte, siempre te me quedas mirando como un idiota —Reclamó él mientras se levantaba de la silla, tomando su cuaderno y lápices para meterlos en su mochila.

—Entonces si me notas —Dijo el menor levantándose del pequeño taburete que utilizaba, colocándose delante del mayor para evitar que se marchara

—Por supuesto que si, noto cada vez que me quedas mirando como un enfermó, ni siquiera eres capaz de disimular —Atacó él frunciendo su ceño mientras intentaba pasar junto a él, pero el más alto se lo impedía.

—Prometo no distraerme otra vez, es que... maldición, podrías simplemente ignorarme.

—No te creo, se que vas a hacerlo otra vez...

—Tú sabes que me gustas —Murmuró Jisung observándolo fijamente mientras incorporaba su cuerpo—. Por eso siempre huyes y eres distante ¿Por qué aceptaste entonces?

—Porque no dejabas de molestar cada vez que podías...

—Eso no es una excusa —Reclamó el menor acercándose con una sonrisa ladina—. Si no hubieras querido hacerlo entonces no hubieras estado aquí, ni siquiera si te hubieran exigido hacerlo, estás aquí porque querías pasar tiempo conmigo

—T-tú de verdad estás completamente obsesionado, comienzas a imaginar cosas, deberías encerrarte en un psiquiátrico —Escupió aquellas palabras con nerviosismo, mientras retrocedía al notar como el más alto se acercaba cada vez más—. Park Jisung, si te atreves a...

El de cabello naranjo guardo silenció mientras sus ojos se abrían en demasía al sentir el borde del escritorio impedirle que siguiera alejándose, dirigió su mirada hacia este, notando como una mano ajena se colocaba sobre la mesa junto a su cadera, volvió hacia el menor, sintiendo el fugaz roce de sus narices mientras volteaba a verlo, conteniendo su respiración por unos segundos.

—Te gusto ¿verdad? —Preguntó en un murmullo el menor, sonriendo levemente mientras recorría el rostro del mayor con su mirada—. Sabes que me gustas y huyes de mí porque te da miedo lo que sientes, a pesar de eso viniste...

—Te voy a partir la cara si te atreves a hacer algo, déjame ir —Murmuró él tratado de escapar, sintiendo la mano libre del menor colocarse de golpe sobre el escritorio, dejándolo entre sus brazos.

—Si no respondes mi pregunta entonces voy a averiguarlo por mi mismo —Dijo el menor acercando su rostro nuevamente, rosando sus labios, logrando que este se alarmara y echara su cuerpo hacía atrás.

—Si te atreves a tocarme te va a ir mal —Gruñó él, abriendo sus ojos mientras veía al menor sonreír con algo de diversión.

El de cabello naranjo se hizo aún lado y empujó al castaño, tomando su mochila con fuerza para luego intentar escapar, sintiendo un repentino jalón en la parte trasera de la camisa holgada que llevaba puesta, sus manos temblaban por lo que solo atinaba a presionar con fuerza la mochila que sostenía entre sus brazos, sintiendo nuevamente el borde de la mesa contra su cuerpo, mientras veía al menor colocarse delante de él, debía lucir como un idiota.

—La respuesta es tan fácil —Murmuró Jisung observándolo mientras levantaba su mano para acariciar la mejilla del mayor.

—Estás actuando como un enfermo —Dijo él sintiendo su pulso acelerarse mientras veía al menor inclinarse hacia él, se sentía demasiado indefenso y es que el castaño había destruido sus muros por completo—. Jisung... te lo advierto