Desalada

1.2K 64 39
                                    

Realmente no sé porque estoy viva. Toda mi vida se resume siempre en lo mismo, estar postrada, una cama. Respiro, como, defeco, duermo. Eso es todo. Soy similar a un animal con la diferencia de que ellos pueden caminar, yo soy capaz de apenas hacerlo unos instantes.

-Señorita Aya. Ya tiene preparado el té con la medicina-

-Gracias Linda, siempre preparas todo a tiempo. Ojalá todos pudieran probar tu maravilloso té-

Tengo una sirviente muy agradable, una médica de bastante calidad, pero ni siquiera ella es capaz de curarme. Me pregunto porque si Dios perdonó los pecados de la humanidad hace poco más de mil novecientos años yo nací así. ¿A caso el pecado original de los humanos no fue anulado? Entonces, ¿por qué yo...?

-Siempre se la ve tan triste. Debería verse más alegre, ya tiene diecisiete años y pese a sus problemas es tan bella que varios hombres la querrán. Su lindo cabello rubio, su figura de porcelana y sus ojos azules. Obtendrá un buen hombre aún con sus problemas-

Oh claro, no está todo perdido. Aún puedo tener un hombre, alguien con quien compartir mi vida. Se escucha bonito, de las pocas cosas que siempre eh podido hacer ha sido leer, por mi estatus social siempre tuve abierta la biblioteca de padre y sin duda las historias de amor presentan un futuro prometedor. Debería dejar de pensar en los problemas y comenzar a tomar el té.

¿Uh? ¿Qué son esos sonidos? Vienen de la ventana, sí, ahí están.

-Una paloma. Siempre tan molestas, sus cantos ni siquiera son bellos a diferencia de otros pájaros. ¿Quiere que la eche señorita?-

-No, no hace falta. Ella en su libertad decidió venir aquí, pero no está aquí siempre por ende se acabará yendo-

-Oh. Como desee. Tiene buen corazón-

No, no lo creo. Lo que tengo es envidia. Ese animal puede ir a donde quiera, comer de lujo está bien, pero poder disfrutar de la tierra, del cielo, desplazarse libremente es aún mejor. No me cabe duda de ello. Si, quiero casarme, pero, ¿de este modo merece la pena? Estar con alguien para quien seré nada más que un peso extra, es más, es posible que esa persona solo me desee por mi aspecto pues no eh podido conocer a nadie por mi misma. Todos mis pretendientes han sido presentados por mi padre. No me cabe duda, esta no es la vida que yo quiero.

Al final, quiero que el animal esté tranquilo solo para apreciar unos momentos eso que me gustaría tener en mí. Linda en parte sabe que algo anda mal en mi corazón, pero jamas podría saber el qué es. Ella puede que sea una sirvienta, pero fue por propia voluntad para ganar tal dinero y actualmente por su cariño a la familia. Al contrario que ella y otras, yo no tengo elección. ¿Qué será de una chica que no puede moverse prácticamente ? ¿Qué será si no consigo pareja pronto?

-Si me disculpa saldré un momento. Su hermano pequeño también necesita ser atendido, es un chico joven y enérgico pero también, bueno ya sabe muy problemático -

No puedo evitar asentir mientras Linda abandona el cuarto, su andar es bastante fino. Su cabello rojo combinado con su ropa de sirvienta la harían atractiva para cualquier hombre. De hecho, ella apenas tiene seis años más que yo, me sorprende que no esté muy solicitada. Quizás haya rechazado dejar de ser una criada, o quizás esté enamorada de mi hermano mayor, no estoy segura.

-Bien pajarito, ¿podrías acercarte? Te juro que no te haré nada, pero me gustaría apreciarte más de cerca-

Me cuesta levantarme, pero apoyándome puedo lograrlo. La mesa de escritorio es muy útil para este esfuerzo. Quizás no debería presionarla ya que está hecha por un artesano muy costoso, pero pienso que poder moverme, aunque sea un poco, compensa cualquier desperfecto que le cause al mobiliario de mi cuarto.

Reencarné en una PalomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora