Vuelo de Exploración

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Día tres. Hemos llegado al primer pico o más bien a la base de este. En su día estimé una longitud algo superior al Everest, ahora estoy segura de que es mayor en ancho y largo o cuanto menos similar al Monte Olimpo de Marte. El clima es extraño, pero agradable. Se siente como estar en mitad de un campo tropical, se huele la frescura y se siente el resultado de la variada flora del lugar. Desconocemos a qué se deba este lugar tan especifico, pero quizás el propio Darkus lo use para meditar o podría ser solo un experimento suyo para ver lo que podía crear. La mente de seres capaces de crear espacios tiempos debe ser compleja y sus pensamientos casi incognoscibles para gente como yo e incluso para Johan y Usagi.

Nos hemos detenido al inicio de la montaña para ver un poco mejor la misma. Hay todo tipo de criaturas y eso es innegable. Un mini planeta se cierne ante nosotros, no hay mejor manera de describirlo.

-Todo es tan único. Me alegra poder ver sitios así de vez en cuando-

-No negaré eso hermana, pero a mí me causa mayor interés cuál es el proceso de creación de los dioses demonio. ¿Por qué es así este mundo? Se me hace una cuestión más relevante que el mundo en sí-

Cada uno piensa a su modo, por mi lado, yo solo pienso que ojalá todo salga bien. Aunque no niego que me intrigan las dudas de los hermanos.

Comenzamos a ascender, el ascenso es lento, quizás al contrario es que la montaña es enorme pese a nuestra velocidad. Esto es una prueba de las extrañas perspectivas de este mundo, podemos ver algunas cosas con la distancia real y otras no, siendo el instinto lo único que nos guía en la realidad. ¿Aunque qué es la realidad si la percepción no concuerda? ¿Quizás las dos cosas son reales? Esto es sorprendente...

Día cuatro. El día anterior nos tuvimos que detener al hacerse de noche para descansar, no deberíamos estar cansados y realmente no hacía demasiado frío pero realmente se sentía como una obligación. Puede que suene a una excusa que daría un niño, pero las ganas de dormir eran algo profundo e inexplicable que superaba nuestra voluntad. ¿Es por algo peligroso? Lo dudo, pero sin duda es curioso. Tampoco luchamos contra esas ganas con todas nuestras fuerzas, pues quizás sería una advertencia de este mundo y aunque no lo fuese, solo nos retrasamos unas cinco horas. Lo máximo que nos permitimos dormir.

Ahora ascendemos aún por la montaña, vemos varias criaturas, algunas parecen agresivas mientras que otras aparentan estar en peligro pero ya hemos escarmentado por las experiencias previas. Debemos incluso tener cautela al tomar una planta, quien sabe si podría ser un depredador. Pese a eso, no creo que deba tener miedo.

Han pasado horas y me piden que combata. Ambos tienen buenos ojos para medir el nivel de un oponente, sus movimientos, rudeza, todo les ayuda a determinarlo. Debido a esto, una vez vimos una especie de ave demoniaca me dijeron que la enfrente. Al fin y al cabo, las habilidades de lucha se mejoran en el fragor de la batalla. Actualmente no tengo dudas de confiar en ambos así que lo haré, pelearé.

Observo de frente a la bestia lista para luchar. Pese a mi determinación no puedo negar que ese ser me intimida. Su envergadura, cuanto menos, diez veces superior a la mía. El color de sus alas es negruzco y parecen contener una especie de metal, al igual que sus ojos parecen piedras preciosas. ¿Qué clase de armas se podrían forjar con lo que forma a esta bestia? No lo sé y no debo dejar que me intimide.

-Aya. Tú puedes no tengas miedo, lúcete delante de mi hermano-

Que qué... es verdad me están viendo. ¿Espera por qué debería importarme? No, no importa... ¿si lo hace? Debería iniciar de una vez.

Veo las ganas que el ser tiene de atacarme, si no lo hace es solo por mi habilidad. Una vez comprendo eso tengo la voluntad para iniciar la batalla. Un golpe de mi pico que causa leves daños en el ser es el comienzo de la batalla.

Reencarné en una PalomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora