Ahora ya estamos en el lugar que es nuestro destino. Nos situamos en un reino realmente enorme y sorprendente, el reino en el cual los dragones generalmente habitan. Al menos, los dragones bajo el mando de las tres deidades dragón. Hasta donde conozco este mundo se compone de varios reinos o dimensiones superpuestas, dentro de las cuales una actúa como vivienda principal de las tres reinas, aunque cada una pueda habitar en su propio mundo interno.
-Estoy nervioso-
-No te preocupes Álter. Esto es normal, solo mira, Max está peor que tú-
-¡Hermana mayor no digas mentiras!-
-Yo creo que nuestra hermana no está diciendo mentiras, estás temblando mucho más que Álter-
-¡Para nada!-
Jeje. De todas formas ellos no son los únicos con nervios. Yo también estoy muy nerviosa, pero ya Enarep se siente aún peor. Incluso está temblando, sinceramente, la entiendo. Acaba de pasar de casi no salir de una academia a ir a visitar básicamente a unas diosas cuyos poderes son incomprensibles para mentes comunes o incluso magos. Johan y Usagi no se ven nada asustados, aunque tampoco tienen una relajación absoluta. Hablando de Johan, me da algo de pena que haya tenido que dejar ese mundo, parecían encantarle esos mechas. Incluso se compró unas figuritas de recordatorio, por momentos su personalidad tan seria se relaja con esas tonterías que le recuerdan a su viejo mundo, aunque esas tonterías son las que nos hacen humanos.
-Aún me sorprende que este sitio pueda mantenerse en pie-
-Comparto tu sentimiento. Sin embargo sabemos bien el poder que tienen todos estos sujetos hermanita, igual que nuestro padre, la imposibilidad logra maravillas-
No es de extrañar esas opiniones, estamos en un planeta del tamaño del Sol cuya estructura es totalmente plana. La masa resultante debería tener un centro que haría colapsar todo el lugar, pero en cambio eso no ocurre. De todas maneras, más impresionante es el enorme palacio que se presenta ante nosotros. Vi en muchos libros descripciones de lugares bellos y enormes, pero nunca nada como esto. Pensándolo bien es de extrañar que mi presencia sea necesaria en un lugar como este, ¿significa que posiblemente sea especial quién me hizo reencarnar? ¿Tendrá algo de esto que ver con mi hermano? No entiendo nada...
-Me pregunto cuánto queda para llegar a la sala real-
-Oh. No esperaba que fueras un desesperado Álter-
-¡No, no lo soy Max! Es simple curiosidad-
-Deja de molestar a Álter o te las verás conmigo-
-E...esto... no puedo pegar a una chica-
-No mientas, me tienes miedo porque en los anteriores entrenamientos te di una paliza. De no ser por la hermana mayor y sus amigos no te habrías podido poner de pie en días-
-Jum... solo no me apetece luchar-
También sorprende ver cómo es posible que discutan tanto pese a todo lo que se quieren. Supongo que esa es la personalidad de mis hermanitos menores, o quizás todos los hermanos sean así de cierta forma. Debo admitir que también me estoy preguntando cuando llegaremos al sub palacio principal, pero no creo que sea poco.
El lugar contiene en sí todo tipo de ambientes, separados en secciones perfectamente ordenados. Posiblemente muchas, aunque desde esta distancia se vean como zonas pequeñas, podrían ser del tamaño de una luna. Parece que varias formas de vida, si mi vista no me falla a esta distancia, comprende donde y el porqué están aquí mientras que unas pocas tienen un desconocimiento total de la situación por algún motivo.
-¿¡UH?!-
No entiendo el motivo, pero hay varios dragones encadenados. No, más que encadenados, llevan cadenas en su cuerpo y puedo notarlo incluso desde esta distancia. ¿Serán algún tipo de presos? Es bastante posible, aunque algunos de ellos no parecen tener problemas de movilidad aún con esas cadenas.
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Reencarné en una Paloma
FantasyLa existencia es basta y de todo puede pasar como ya sabrán. Un suceso muy común es que alguien con alma fuerte tras morir vaya a otro mundo. Un poderoso espíritu que antaño estaba en un cuerpo frágil pasando a un cuerpo de mayor nivel, con nuevas h...