Capítulo X: El verdadero juego

75.3K 9.1K 3.5K
                                    




Capítulo X: El verdadero juego.

Jagger.


—¿Quieres cerveza?

—No, gracias —respondo.

—¿Algo que te apetezca? —me pregunta.

—Respuestas, eso me apetece.

Veo el interior de esta camioneta último modelo, la manera en la que los seguros se encuentran activados para atraparme y que definitivamente está blindada luego mi mirada se traslada a mi anfitrión que se encuentra destapando una lata de cerveza alemana tras bloquear su Tablet, dándome toda la atención en tanto recarga la espalda de la puerta.

—Eres bastante alto de cerca, Jagger y tengo un hermano que te felicitaría por tu buena condición física. Definitivamente tenerte aquí es muy diferente a verte de lejos.

—Me vigilabas.

—No tanto cómo que te vigilo, más cómo que te he visto un par de veces a la distancia y es un poco descortés ignorar que te di un halago.

—Me han dado tantos halagos en mi vida que ya no siento la necesidad de agradecerlos —digo con sequedad y enarca ambas cejas.

—Eso lo aprobaría mi hermanita.

—¿Tu plan es marearme hasta que baje mis defensas? ¿Hacerme olvidar de que mi amigo se encuentra siendo apuntado con un arma? Porque no está funcionando.

—No, ese definitivamente no es plan, de hecho, soy algo así cómo tu abogado.

—Eres un niño.

—De hecho, tengo veintiún años, pero comprendo que me veo un poco más joven y es cierto que no soy graduado de leyes y que ciertamente no puedo ser tu abogado, pero me gusta usar esa comparación.

—Basta del juego psicológico que intentas hacerme —Hecho un vistazo al frente, puedo ver que Seth aun es apuntado, ahora con dos armas—. Dime o dame cuál sea el mensaje destructivo que envió Bryce.

Se hacen unos breves segundos de silencio y la expresión de su rostro refleja el asco.

—No me relaciones con esa mierda asquerosa —dice con acidez y por un momento creo que se encuentra genuinamente ofendido—. No soy el mensajero de un sucio inservible que ni siquiera sirve para darle honor a su familia.

—Impresionante, te felicito por no trabajar para él —Es todo lo que me nace decir y él ríe.

—Verás, realmente no me llamó Die, pero es la manera en la que me llaman. Soy austriaco... Cómo Bryce.

Me tenso y él da otro sorbo a su cerveza.

—Pero somos de diferentes familias, la suya es asquerosa —hace una mueca—. Su familia quiere joder a la mía y vale, no somos buenas personas, pero nos gusta pelear en igualdad de condiciones.

Intento entender esto qué tiene que ver conmigo, pero lo dejo continuar almacenando todo lo que dice.

—Bryce Rhode es miembro de una familia dedicada al crimen, exactamente una mafia austriaca, pero creo que eso ya lo sabes ¿Verdad?

Que eran criminales sí.

Pero ¿La puta mafia? Aprieto con fuerza uno de mis puños sin decir ninguna palabra.

—Tú no eras su objetivo, no en un principio, pero entonces de una manera crédula llevaste todas esas pruebas al Decano para que lo expulsaran y él lo sabía, sabía que estabas interceptando algunas de las entregas de su nueva droga, por cierto ¿En qué pensabas?

Negociaciones (#2 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora