Capítulo XVIII: Cómo ser una madre y morir en el intento

47.6K 6.8K 2.8K
                                    


Capítulo XVIII: Cómo ser una madre y morir en el intento

Jagger


—¿Y te estás portando bien, Jagger?

—Como un ángel, papá.

—Esa declaración me garantiza que es todo lo contrario.

No puedo verlo y aunque solo escucho su voz a través del teléfono puedo apostar a que en este momento está sonriendo.

—¿Qué tal va la tesis?

—Todo bajo control, tienes un hijo excesivamente inteligente, te felicito.

—Ese hijo aprendió mucho de su viejo padre.

—Sí, la mejor influencia —Lo esucucho reír—. Así que... cuéntame ¿Te animaste al mundo de las citas o solo el viejo Greg sigue conquistando corazones?

Se hace un silencio que me tiene incorporándome en la cama con brusquedad, lo que hace que Mick, el peluche que mi romántica novia me regaló, caiga al suelo y lo recojo con rapidez ubicándolo a mi lado.

¿Cómo terminé siendo novio de una chica tan dulce?

—Papá ¿Tienes una novia de la que no sé?

—No, no.

—Eso suena demasiado agitado. Inténtalo de nuevo.

El mejor milagro y regalo que mi padre podría darme es dejar el amor por Megan sepultado en el pasado en donde siempre debió estar.

Su suspiro me hace sonreír mientras tomo una de mis laptops para seguir con mi tesis.

—Estoy empezando a tener citas con alguien.

—¿Cómo se llama este alguien?

—Lo sabrás si las cosas avanzan, no quiero decirte y que quieras investigarlo todo. Estaré bien —Ambos guardamos silencio—. ¿Estás bien con eso, hijo?

—¿Por qué? ¿Vas a dejarla si digo que no? —Bromeo leyendo el documento.

—Sí, me importa que estés y te sientas bien.

Dejo de leer, paralizado por sus palabras.


—Papá...

—Eres mi prioridad.

—Estoy grande.

—Pero sigues siendo mi hijo.

—Pero no estoy por encima de tu felicidad.

—Jagger ¿Estás bien con esto? —insiste.

—Estoy bien. Me alegra que finalmente te sientas listo. Eres atractivo y aunque tu poco sentido del humor es horrible, eres encantador, eres un buen partido y que bueno que alguna afortunada podrá disfrutarlo.

Y qué alivio saber que finalmente el terrible miedo de que un día decidiera volver con Megan queda enterrado.

—Entonces estamos bien.

—Papá, ve y enamórate, estamos bien.

—Jagger, ve y enamórate.

—Eso ya lo he hecho.

Se queda en silencio lo que me hace saber que mis palabras lo han tomado por absoluta sorpresa.

—¿Es Dakota?

—No, es una chica llamada Becca.

—Oh.
No puedo evitar reír ante la decepción en su voz.

—Papá estoy bromeando, sí es Dakota. Ella es... increíble.

Negociaciones (#2 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora