Capítulo XXXII: Negociaciones (Final)

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Capítulo XXXII: Negociaciones
Dakota

—No tenemos que ir —Me hace saber Jagger detrás de mí, mirándome a través del espejo debido a que estamos frente a el.

Termino de trenzarme el cabello y suspiro, de alguna manera sueno agotada y me molesta porque soy demasiado joven para sonar tan hastiada de la vida, además, pese a las circunstancias que me rodean aprobé mi semestre, tengo un novio que me ama, una familia sana, amigos y salud, soy afortunada.

—Quiero ir —Le respondo en tanto sus manos se asientan en mi cintura—, además es mi última oportunidad para hablar con Ben sin tener que esperar a volver en dos semanas. Necesito entender exactamente en qué punto se encuentra nuestra amistad.

—¿Necesitas? —Arquea una ceja haciendo a un lado mi cabello con una de sus manos y deslizando su nariz por mi cuello—. Es peligroso necesitar acciones de alguien más, terminan fallándote.

—Te necesito —murmuro y sonríe contra mi piel antes de darme un leve mordisco.

—Y nunca voy a fallarte. Necesitarme a mí es diferente de necesitar a Ben.

—¿Ah, si? —Lo molesto, exhalando cuando lame sobre el leve relieve que acaban de dejar sus dientes.

—Sí... —dice de manera distraída—. De igual manera en la que nunca necesitaré a alguien como te necesito a ti.

»Puedo desconfiar de muchos, esperar traiciones de cualquiera, pero ¿A ti? Ciegamente te confiaría mi vida.

—Solo quieres tener sexo —bromeo y miro en el espejo su sonrisa.

—Y mucho.

Le doy un apretón a su mano en mi cintura y me mira a los ojos.

—Lo que sucedió con Laurie es horrible, pero ¿Está mal querer simplemente tener una última noche en el campus como una estudiante con vida social?

—No está mal. No eras cercana con Laurie y no celebras su muerte, nadie puede culparte por no paralizar tu vida.

—¿Tú no quieres ir?

—Claro que quiero ir con mi novia a una fiesta del campus para bailar con ella, sin embargo, no puedo evitar sentir aprensión —confiesa—. Las fiestas aquí a veces terminan en caos y el tema de la droga circulando en el campus me tiene nervioso. No creo que Laurie sea la última víctima incluso si han pasado seis días y nadie ha caído.

—Podemos quedarnos aquí si quieres.

Mira mi atuendo en el espejo frente a nosotros. Mi falda de cuadros escoceses que se ajusta en mi cintura y cae suelta hasta la mitad de mis muslos, mi camisa de mangas largas y el hecho de que me he maquillado.

—Iremos, mi amigo austriaco dijo que teníamos que seguir teniendo vida social.

—Tu amigo austriaco —repito, no conozco al hombre, pero sé sin dudas que es peligroso.

—Solo vamos a mantenernos a la vista del otro, no tomemos bebidas de extraños y si notas algo sospechoso, dímelo.

Recargo mi cuerpo del suyo, sonriendo a su reflejo, queriendo aligerar el ambiente.

—Te ves muy guapo —Le hago saber.

Chaqueta de cuero, camisa básica gris debajo, pantalón negro y botas ¿He mencionado lo mucho que amo que algunos mechones de su cabello caigan de manera rebelde sobre su frente?

—¿Estoy lo suficiente guapo para que te arriesgues a que lleguemos un poco tarde a la fiesta? —pregunta mordisqueándome el lóbulo de la oreja y con su mano subiendo por mi muslo antes de adentrarse debajo de la falda, tanteando con sus dedos el borde de mis bragas.

Negociaciones (#2 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora