Capítulo XX: Premios

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Nota de autora: hola, mis amores. Es mi deber y responsabilidad hacerles saber que en este capítulo se hace mención de abusos, que si bien no es necesariamente explícito, podría desencadenar algún malestar. Es un capítulo que no necesita darte demasiados detalles para que duela, así que mi sugerencia es que lo leas con precaución y si sientes que es demasiado, pasa de el porque tu paz y bienestar mental es más importante que un capítulo. Un beso.


Capítulo XX: Premios

Jagger


El teléfono vibra y cuando bajo la vista descubro que una vez más se trata de papá, pero desvío la llamada sintiendo la mirada de Seth y James sobre mí.

—Yo opino que deberías hablar con él, no dejes que la enferma de Megan arruine tu relación con Mason, él ha sido un buen padre, Jagger —dice James con cuidado sabiendo que todo el tema ha sido espinoso para mí durante la última semana.

Tengo ojeras y he dormido muy poco. No siento culpa de declinar darle mi riñón a Megan, pero aun siento dolor de perder algo que en primer lugar nunca tuve y sobre papá, sé que debe haber alguna explicación, tiene que haberla, es solo que pensar en hablarlo ahora es abrumador y aunque puedo ser racional, también siento y mi dolor, ira y resentimiento no me hará ser tan receptivo. Me asusta discutir con papá, decepcionarme o desilusionarme.

—Hablaré con él cuando me sienta listo.

—Aun no puedo creer que Megan sea tan mezquina, malévola y escoria —murmura Seth—, pero al menos ya puede estar fuera de tu vida.

—¿Fuera de mi vida? —Me río sin humor mientras me pongo los guantes negros—. Es posible que su desesperación ya la llevó a venderme con Bryce, le puso su nombre a mi riñón.

—Eso no tiene nada de gracia como para que te rías —dice James con seriedad, tomando mi teléfono y guardándoselo en el bolsillo del pantalón para cuidarlo mientras no estoy.

—¿No te parece que ya lloré demasiado por Megan? Ahora me queda reírme.

—¿Por qué Bryce no le consigue un riñón en el mercado negro? —pregunta James.

—Porque es un hijo de puta sádico y Megan sabe que Jagger es su respuesta segura —Seth me mira con ojos entrecerrados— ¿Te sientes bien con ella muriendo?

—Para mí ella ya está muerta —respondo sin dudar.

La puerta de la camioneta se abre repentinamente haciendo que James grite y Seth se sobresalte. Cuando volteo encuentro a Dacon dándonos una mirada fría a través de sus lentes de montura.

—Si los niños ya terminaron de chismear, podemos empezar. Mi servicio de niñera no es por tantas horas.

—No creo que sepas realmente cuáles son las funciones de una niñera, porque definitivamente eso no es lo que eres —Le hace saber James.

Dacon mira a James y luego a mí.

—¿Por qué no podemos simplemente asesinar al tipo? Es rápido y efectivo.

—Porque no somos asesinos —responde James por mí.

—Habla por ti, eso definitivamente se lee en mi curriculum —asegura Dacon sin dejar de mirarme.

—Simplemente acabemos con esto —suspiro—. Debemos hacerlo antes de que vuelva.

—¿De verdad no podemos simplemente matarlo? —Me pregunta Dacon y sacudo la cabeza en negación—. Ese tipo de decisión me hace extrañar estar en Austria.

»Niño —Se refiere a Seth—, todo listo con las cámaras de seguridad para que juegues con ello y no haya evidencia. Tú —Asiente hacia James—, cronometra bien el tiempo y ante cualquier cambio no dudes en avisar. ¿Listo? —Me pregunta y me encojo de hombros saliendo fuera de la camioneta del crimen, como le gusta a James llamarla.

Negociaciones (#2 El Negocio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora