𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍 -Maternity's perfection-

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Cinco meses habían pasado desde el nacimiento de Nicky y Liney. Y sin duda alguna fueron los meses más difíciles para Tessa y Elvis. 

Acostumbrarse a despertar en medio de la madrugada para alimentar a los bebés y no poder dormir bien debido a su llanto, que por cierto muchas veces se sincronizaba y era realmente insoportable. 

Para organizarse mejor, una semana Tessa debía cuidar a Nicky, mientras que Elvis cuidaba a Liney, y a la otra semana intercambiaban roles. 

Pero hay que admitir que Elvis siempre renegaba para quedarse con Liney, su pequeña niña, ya que era más tranquila que Nicky y casi no lloraba, pero el problema era que debía alimentarla varias veces al día y siempre en diferentes horarios. 

El cuidado de ambos bebés fue todo un revuelo para la vida de Elvis, tal como lo había dicho Ivonne, el pobre no tenía ni la menor idea de como alimentarlos o siquiera cambiarles el pañal, pero con el tiempo fue agarrando práctica, y todo para contradecir a la mejor amiga de su esposa, y demostrarle que era el mejor cambiando pañales. 

...

Aquella tarde, Ivonne decidió visitar a la familia Presley. Ansiaba ver a los bebés, a quienes amaba con todo su corazón. 

—Le gusta, ¿Ves?— mencionó Elvis mientras agitaba un juguete cerca de la vista de Nicky, a quien cargaba en brazos. 

Ivonne observó al castaño demostrando desentendimiento. 

—Sí, claro. Por eso el pequeño Nicky te observa con el semblante serio— respondió la pelinegra con simpleza. 

—Agh— renegó el ojiazul mientras daba media vuelta sobre si mismo.  —Tú no entiendes nada sobre bebés— continuó. 

Ivonne rodó sus ojos y continuó meciendo a Liney. 

—¡Oigan ustedes dos!, ¿Podrían evitar discutir aunque sea solo un día?— exclamó Tessa mientras bajaba las escaleras y se dirigía a la sala de estar. 

—No— respondieron ambos al unísono. 

—¿Y como se encuentran los bebés?, ¿Están tranquilos?— preguntó la rubia mientras se recargaba exhaustivamente sobre el sofá. 

—Liney está perfecta, pero en cambio Nicky...— mencionó Ivonne mientras observaba a Elvis.      —Bueno, no estaría tan segura— 

El ojiazul se giró con el niño en brazos, quien no tenía una expresión en su rostro muy agradable, parecía como si fuese a llorar. 

—Nicky está perfecto, ¿Qué no ves la sonrisa en su rostro?— respondió seguro de si mismo, hasta que vio la expresión del niño. —Bueno, solo sucede que sintió la presencia de su madre, es todo. Él prefiere más a su madre que a mi— admitió mientras se sentaba a un lado de Teresa, y juntos tocaban las pequeñas manos de su hijo. 

Ivonne sonrió irónicamente frente a esto. 

Esa misma noche, un agudo llanto despertó a Tessa. 

La rubia movió un poco su cuerpo intentando no despertar a su esposo, quien dormía plácidamente a su lado. Observó el reloj que estaba a un lado de su cama y vio que marcaba las 4 de la madrugada. 

Así que exhausta se levantó, y sintiendo los parpados extremadamente pesados, comenzó a caminar hasta la habitación de al lado. 

Cuando se adentró en la oscura habitación, que solo se iluminaba por la luz de la luna, descubrió a la culpable de aquel llanto. 

La pequeña Liney lloraba desconsoladamente en su cuna, moviéndose de un lado al otro. 

Tessa suspiró levemente y suavemente tomó a la niña en brazos. 

𝐊𝐈𝐒𝐒𝐄𝐒, 𝐃𝐈𝐀𝐌𝐎𝐍𝐃𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 • Elvis (2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora