𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍 -Presley Firstborns-

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1961-1962

El tiempo había pasado, todo había sido completamente perfecto para los Presley.

Habían tenido una hermosa luna de miel, muchos viajes y Elvis se encontraba en el auge de su carrera actoral. El coronel le había conseguido varios papeles en diversas películas, y eso lo motivaba bastante.

En torno a Tessa, también se había dejado llevar por su trabajo, tomando diferentes papeles en películas y cortos.

Pero claro, a pesar de estar repletos de trabajo, jamás se descuidaron el uno al otro.

Elvis siempre dejaba tiempo en su agenda para estar con su esposa, porque sabía que ella necesitaba estar con el, y viceversa.

...

El sol del mediodía calentaba todo a su alrededor.

Los rayos del mismo entraban por todas las ventanas de Graceland, especialmente las de la cocina.

La primavera se acercaba, y todas las flores del jardín lucían resplandecientes.

Tessa cocinaba pasta a la carbonara en la cocina para el almuerzo. 

Exquisitos aromas abundaban en la cocina. 

En cuanto todo estuvo listo, salió hasta el pórtico de la casa para avisarle a Elvis que el almuerzo ya estaba listo.

—¡Elvis, cariño!, ¡El almuerzo ya está listo!— exclamó mientras colocaba las manos en su cintura, ya que su espalda dolía un poco debido al gran bulto que cargaba sobre su abdomen por los últimos meses.

Tessa y Elvis estaban esperando a su primer bebé. 

El castaño, quien estaba con los caballos, se giró al escuchar la voz de su esposa y caminó hacia ella con una sonrisa.

—¿Qué cocinaste hoy para nosotros?— preguntó con una sonrisa mientras besaba cálidamente a Tessa. 

Mientras esperaba la respuesta por parte de la rubia, Elvis apoyó sus manos delicadamente sobre el abdomen abultado de la chica. 

—Pasta a la carbonara, con algunos cambios que mi madre le hizo a la receta—respondió con una sonrisa. 

—Eso suena bien— comentó el ojiazul. —¿Cómo se encuentra hoy?— preguntó observando el abdomen de su esposa. 

—Bastante inquieto, pero creo que la idea de cocinar le sentó bien— respondió la rubia. 

En ese preciso momento, las manos de Elvis se sobresaltaron un poco al sentir una patada. 

—¡Oye!— renegó dirigiéndose al bebé.  —¡Me pateó!— exclamó. 

Teresa soltó una leve risa al ver el rostro de su esposo. 

—Eso es porque tiene hambre, al igual que yo— dijo. —Ya vamos adentro, o se enfriará la pasta— 

—Está bien. Vamos, yo te ayudo— mencionó el castaño mientras pasaba su brazo derecho por los hombros de la chica. 

—Elvis, puedo caminar sola— respondió Tessa con una sonrisa. 

—Bueno, pero podrías tropezarte, o no sé, caerte... ¿Y quién estaría ahí para ayudarte?— dijo tratando de poner una excusa. 

La rubia solo negó con la cabeza mientras una sonrisa se formaba en su rostro. 

Y es que desde el día que Elvis se enteró de que Tessa estaba embarazada no dejaba de seguirla a todos lados, cuidando de que nada malo le suceda. 

𝐊𝐈𝐒𝐒𝐄𝐒, 𝐃𝐈𝐀𝐌𝐎𝐍𝐃𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 • Elvis (2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora