𝐊𝐈𝐒𝐒𝐄𝐒, 𝐃𝐈𝐀𝐌𝐎𝐍𝐃𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 • Elvis (2022)

𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 𝐈

— 𝑳𝒊𝒏𝒆𝒚 𝑷𝒓𝒆𝒔𝒍𝒆𝒚 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂 —

Liney Presley & Tom Cruise

El verano de 1982 corría por el calendario.

Elvis Presley era el momento en Londres. Su gira internacional finalizaba allí, y miles de personas iban a verlo durante cada uno de sus shows. A pesar de todo, Liney Presley también era el momento. Veintiún años de edad, joven, hermosa y tan icónica como su madre.

Todas las chicas de Inglaterra y toda Europa querían ser como ella. Su estilo tan moderno pero a la vez clásico era tendencia. Liney era la típica chica de clase alta, que tenía como principal pasatiempo salir de compras y pasar tiempo con amigos. Sin embargo, jamás había sido una chica demasiado ostentosa y que creía que tenía el mundo a sus pies por su dinero. Conocía perfectamente los sacrificios de la vida, y cuanto debía esforzarse para conseguir lo que quería. Y era algo que había visto en sus padres, durante toda su vida.

La increíble voz de su padre fue una grandiosa herencia. Ya había comenzado a grabar algunos sencillos inspirados en las canciones de Elvis, nada demasiado llamativo, ya que quería comenzar de a poco. Y en un futuro soñaba con escribir sus propias melodías.

...

Las calles de Londres eran sin duda la perfección para la chica Presley.

Tiendas, boutiques, disqueras y librerías por todas partes.

—¡Oh Dios!, ¡Es el nuevo álbum de Queen!— exclamó la pelinegra en cuanto vio el escaparte de una tienda de discos. —Yo entraré allí, tú ve a donde quieras— dijo la chica.

—Bien, pero con cuidado, Lyn. Recuerda, eres la hija de Elvis Presley en las calles de Londres— aclaró Nicky.

—Lo sé, Nicky. No debes preocuparte, la tía Ivonne estará conmigo— respondió. —¿No es así, tía?— preguntó con una sonrisa sugerente.

—Claro que sí— respondió Ivonne apoyando una de sus manos sobre el hombro de la ojiazul. —Tú tranquilo, muchacho. Cuidaré muy bien de tu hermana— aseguró.

—Bien— respondió el rubio con algo de inseguridad.

Nicky conocía perfectamente a su hermana, y sabía que era una persona muy impulsiva que no tenía miedo a absolutamente nada. Sabía que era del tipo de mujer que se atrevería a hacer todo sin ningún tipo de pena. Sin duda su carácter era idéntico al de su madre.

Liney se adentró en la tienda muy felizmente, y se dirigió a la zona de rock, su favorita.

Primero tomó algunos discos de Queen, incluido el nuevo álbum, que le hacía mucha ilusión. Y luego, como ritual de siempre, miró cada uno de los discos de su padre que estaban a la venta. Corroborar la lista de canciones e información extra que estos contenían era algo inevitable de hacer.

—Elvis Presley, un clásico. También es mi favorito— una voz masculina habló por el costado de la pelinegra, atrayendo toda su atención.

Su mirada se dirigió a su derecha, encontrándose con un apuesto chico de cabello azabache y ojos verdosos, que le ofrecía una ligera sonrisa.

—¿También oyes a Elvis?— preguntó la ojiazul.

—Siempre que puedo. El rey del Rock & Roll es fenomenal, toda una leyenda— respondió.

—Sin duda alguna.

—¿Qué hacías?, ¿Corroborando los datos?— preguntó a modo de burla.

—Exacto— respondió con total seguridad.