𝐊𝐈𝐒𝐒𝐄𝐒, 𝐃𝐈𝐀𝐌𝐎𝐍𝐃𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐏𝐀𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 • Elvis (2022)

𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓 -"Ya veo de dónde vienes, por eso eres tan bonita"-

A la mañana siguiente, los fuertes rayos del sol que entraban por la ventana encandilaron los ojos de Tessa, provocando que tape su rostro con la sábana. 

—¡Arriba, bella durmiente!, ¡Un gran día nos espera!— exclamó Elvis mientras corría las cortinas de las ventanas.

La rubia se movió entre las sábanas con confusión, mientras observaba al chico. 

—Elvis, ¿Qué diab...— trató de decir pero fue interrumpida por el castaño. 

—Hoy seré yo quien te dé un tour por París, yo te llevaré a los lugares más bonitos— comentó el ojiazul con una sonrisa. 

Tess se sentó sobre la cama y observó a Elvis con las cejas ligeramente arqueadas. 

—No tengo idea de que estás haciendo, pero te seguiré el juego— respondió la rubia mientras se colocaba su bata y caminaba hacia el baño. 

—¡Eso es, muñeca!— dijo el ojiazul al mismo tiempo que besaba la mejilla de Tessa y se iba de la habitación. 

Teresa se dirigió al baño, cepilló sus dientes y su cabello. Luego fue hasta su armario y buscó uno de sus vestidos. Eligió uno a cuadros, de color verde claro, ajustado en la parte del busto y holgado en la falda, junto con unos tacones que hacían juego. 

Volvió a peinar su cabello, se colocó unos aretes y rizó sus pestañas para que lucieran bonitas. 

Cuando bajó a la cocina se encontró a su padre y a Elvis charlando animadamente, parecía ser como si el señor Lemaire estuviese dándole indicaciones al castaño, quien oía atentamente. 

—¿Qué está ocurriendo aquí?— preguntó en cuanto llegó. 

Ambos hombres se voltearon a ver a la chica mientras se callaban. 

—Nada, cariño. Elvis y yo solo hablábamos de música — respondió Jean-Paul con una ligera sonrisa. 

Tessa frunció el ceño al escuchar las palabras de su padre. Sabía que el no era muy fanático de la música, y menos del rock and roll. 

—Bueno, diviértanse, chicos. Nos vemos luego — dijo el mayor mientras apoyaba una de sus manos ligeramente sobre el hombro de Elvis y le entregaba algo. 

—Diviértete, Tessy— murmuró cerca del oído de su hija mientras besaba su mejilla suavemente. 

Tessa se quedó observando a su padre con confusión. 

—¿A dónde vas, papá?— preguntó extrañada, ya que era fin de semana y su padre jamás salía de casa durante esos días. 

—Iré a jugar golf con los muchachos— respondió. 

—¿Golf?— preguntó la rubia con una ceja ligeramente arqueada, sabía que su padre no era muy amante de ese deporte. 

—Golf— respondió con una sonrisa. 

—¿Y a donde están mamá e Ivonne?— 

—Creo que fueron a una boutique o algo así— respondió el hombre rápidamente para luego irse, sin antes guiñarle un ojo a Elvis, gesto que desde luego, Tessa no notó. 

—Escucha, no se que está ocurriendo o que tienes en mente, pero debo admitir que me siento un poco asust...— dijo la rubia sin poder terminar su frase, ya que el castaño besó rápidamente sus labios. 

—Tú solo sígueme— mencionó simplemente para tomar a la rubia de la mano y llevarla hacia el exterior de la casa. 

—Súbete, te llevaré a recorrer las calles de París— comentó Elvis mientras abría la puerta del carro frente a el.