- ¿Vas a pelearte por una puta que ni siquiera es tu novia?- Se enfrenta a Harry.
- ¡Puta será tu madre!- Grito por detrás de Harry.
- Vuelve a insultarla y no sales de aquí. Y no es mi novia, pero no necesitamos etiquetas para respetarnos. Tú, en cambio, ni con etiquetas respetas a nadie.- Está muy serio, pero intenta controlar sus ganas de partirle la cara.- Vete de aquí, hasta que Marta haya terminado de lavar su ropa, no quiero que te acerques a ella, ¿entendido?- Le suelta el brazo de un empujón y el otro intenta hacerse el macho pero obedece a Harry.
- Menudo subnormal, vaya gustos tiene tu hermana. Si me lo encuentro de nuevo le meto una patada en los huevos, a ver si se queda estéril y le hago una favor a la humanidad.- Digo dirigiéndome de nuevo a mi asiento cuando ya se ha ido el rubio asqueroso.
- Eres muy valiente, nena. Me pones duro cuando te defiendes, me encanta.- Se pega a mi espalda y noto su erección en mi culo antes de que llegue a mi silla.
- Y yo que creía que venías a por un polvo de lavandería, y resulta que solo venías a vigilar a ese imbécil.- Suspiro dramáticamente.
- Aún estamos a tiempo. ¿Encima de la secadora, nena?- Dice sensual, dirigiéndose a cerrar el pestillo de la puerta mientras zarandea un envoltorio de condón en el aire.
- Osea, ¿qué venías preparado?- La sorpresa tiñe mis palabras mientras estoy agachada pasando la ropa de la lavadora a la secadora.
Mientras sigo con mi labor noto a Harry detrás de mí, bajándome las cómodas mallas negras, me baja las bragas y empieza a rozar su pene desnudo en mis mojados pliegues.
- Me ponen mucho esas mallas, con ese culo me tienes loco.- Escucho el envoltorio del condón romperse y se separa de mí lo justo para ponérselo.- Primero voy a follarte así. Me encanta ver tu culo.- Y me azota las nalgas.
Me penetra y ambos gemimos. Me azota y me indica que no haga ruido. No puedo evitarlo, su polla me da demasiado placer. Vuelve a penetrarme de golpe y yo me muerdo el labio inferior para evitar gritar, pero es imposible, su nombre escapa por mis labios. Vuelve a azotarme.
- Nena, súbete en la secadora y tócate mientras la pongo en marcha.- Me sube, me abre de piernas y se agacha para quedar en frente de mi vagina.
Yo empiezo a tocarme mientras suspiro de placer, él me mira fijamente toqueteando los botones de la secadora. Cuando empieza a vibrar, noto el lametazo de Harry en mi clíoris y grito de placer. Tira de mí y me penetra, arrancando de mi boca otro gemido.
- Cállate nena, que nos van a oír.- Atrapa mi boca con sus labios y empieza a penetrarme rápidamente entre el temblor de la secadora.- ¡Joder!- Gruñe sobre mis labios.
Su boca atrapa mis gritos de puro placer. Su brazo me mantiene firme por mi cintura mientras me penetra sin compasión, voy a llegar al orgasmo en unas embestidas más si sigue así.
- Córrete conmigo, nena.- Me ordena dulcemente. Sigue dándome fuertes embestidas y yo ya estoy llegando, no puedo esperar más.- ¡Córrete Marta!- Y llegamos ambos al orgasmo gritando sobre el ruido de la máquina.
Cuando ya nos hemos recuperado de este torrente de placer, no sale de mí. Me besa con decisión y con placer. No me suelta. Nos pasamos un buen rato entre mordiscos de labio, lametones y tiernos besos, unidos, fundidos el uno con el otro.
- Eres perfecta.- Susurra cuando sale de mí. Yo me quedo embobada ante su dulzura, su cuerpo y todo lo que me hace.
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Empieza el juego. H.S.
FanfictionAquí estoy yo, en el aeropuerto de Madrid con mis padres de camino al que será mi hogar durante los próximos dos años, la residencia de la universidad. Nunca me había sentido tan extraña emocionalmente hablando, voy a separarme de mis padres en dos...