Capítulo 48.

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- ¿Vas a pelearte por una puta que ni siquiera es tu novia?- Se enfrenta a Harry.

- ¡Puta será tu madre!- Grito por detrás de Harry.

- Vuelve a insultarla y no sales de aquí. Y no es mi novia, pero no necesitamos etiquetas para respetarnos. Tú, en cambio, ni con etiquetas respetas a nadie.- Está muy serio, pero intenta controlar sus ganas de partirle la cara.- Vete de aquí, hasta que Marta haya terminado de lavar su ropa, no quiero que te acerques a ella, ¿entendido?- Le suelta el brazo de un empujón y el otro intenta hacerse el macho pero obedece a Harry.

- Menudo subnormal, vaya gustos tiene tu hermana. Si me lo encuentro de nuevo le meto una patada en los huevos, a ver si se queda estéril y le hago una favor a la humanidad.- Digo dirigiéndome de nuevo a mi asiento cuando ya se ha ido el rubio asqueroso.

- Eres muy valiente, nena. Me pones duro cuando te defiendes, me encanta.- Se pega a mi espalda y noto su erección en mi culo antes de que llegue a mi silla.

- Y yo que creía que venías a por un polvo de lavandería, y resulta que solo venías a vigilar a ese imbécil.- Suspiro dramáticamente.

- Aún estamos a tiempo. ¿Encima de la secadora, nena?- Dice sensual, dirigiéndose a cerrar el pestillo de la puerta mientras zarandea un envoltorio de condón en el aire.

- Osea, ¿qué venías preparado?- La sorpresa tiñe mis palabras mientras estoy agachada pasando la ropa de la lavadora a la secadora.

Mientras sigo con mi labor noto a Harry detrás de mí, bajándome las cómodas mallas negras, me baja las bragas y empieza a rozar su pene desnudo en mis mojados pliegues.

- Me ponen mucho esas mallas, con ese culo me tienes loco.- Escucho el envoltorio del condón romperse y se separa de mí lo justo para ponérselo.- Primero voy a follarte así. Me encanta ver tu culo.- Y me azota las nalgas.

Me penetra y ambos gemimos. Me azota y me indica que no haga ruido. No puedo evitarlo, su polla me da demasiado placer. Vuelve a penetrarme de golpe y yo me muerdo el labio inferior para evitar gritar, pero es imposible, su nombre escapa por mis labios. Vuelve a azotarme.

- Nena, súbete en la secadora y tócate mientras la pongo en marcha.- Me sube, me abre de piernas y se agacha para quedar en frente de mi vagina.

Yo empiezo a tocarme mientras suspiro de placer, él me mira fijamente toqueteando los botones de la secadora. Cuando empieza a vibrar, noto el lametazo de Harry en mi clíoris y grito de placer. Tira de mí y me penetra, arrancando de mi boca otro gemido.

- Cállate nena, que nos van a oír.- Atrapa mi boca con sus labios y empieza a penetrarme rápidamente entre el temblor de la secadora.- ¡Joder!- Gruñe sobre mis labios.

Su boca atrapa mis gritos de puro placer. Su brazo me mantiene firme por mi cintura mientras me penetra sin compasión, voy a llegar al orgasmo en unas embestidas más si sigue así.

- Córrete conmigo, nena.- Me ordena dulcemente. Sigue dándome fuertes embestidas y yo ya estoy llegando, no puedo esperar más.- ¡Córrete Marta!- Y llegamos ambos al orgasmo gritando sobre el ruido de la máquina.

Cuando ya nos hemos recuperado de este torrente de placer, no sale de mí. Me besa con decisión y con placer. No me suelta. Nos pasamos un buen rato entre mordiscos de labio, lametones y tiernos besos, unidos, fundidos el uno con el otro.

- Eres perfecta.- Susurra cuando sale de mí. Yo me quedo embobada ante su dulzura, su cuerpo y todo lo que me hace.

Empieza el juego. H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora