Capítulo 50.

3K 149 4
                                    

Mi móvil interrumpe nuestro beso. Miro la pantalla y resulta ser mi madre. Le enseño la pantalla a Harry para que me disculpe un momento y contesto bajo el embrujo de su sonrisa.

- Hola mamá. ¿Cómo estáis por Mallorca?- Mi voz infunde seguridad, estoy bien, ya ha pasado todo lo de Jorge.

- Muy enfadados y preocupados, cariño. Tu padre y tu hermano echan humo. Y que voy a decirte de mí, estoy más enfadada que ellos, si cabe.- Dice de forma dulce, aunque noto el rencor en su voz.

- No tenéis porqué estar así, la policía ya lo ha solucionado todo. No volverá a acercarse a mí.

- Lo sé, pero seguimos preocupados. Hasta que no veamos con nuestros propios ojos que estás bien, no nos quedaremos tranquilos. ¿Te va bien que vayamos a visitarte el próximo viernes? Pasaremos juntos el fin de semana.

- ¡Claro! Os echo mucho de menos.- Suspiro y la mano de Harry se posa en la mía para acariciarme. Le dedico una sonrisa.

- Entonces nos vemos en unos días, Marta. Por cierto, tendrás que presentarnos ese amigo tuyo tan encantador. Queremos invitarlo a cenar por haberte ayudado y por haber estado contigo.- Mi sonrisa se nota tensa. Sigo pensando que les dará un ataque cuando vean al tatuado con pinta de malote.

- Vale mamá. Nos vemos en unos días, os quiero.- Se despide ella también y colgamos.

Cuando dejo el móvil sobre la mesa suspiro y me tiro sobre la cama boca abajo. Noto como el colchón se hunde a mi lado y la mano de Harry empieza a acariciar mi nunca, sigue bajando por mi espalda y se para en mi culo donde empieza a acariciarme. Levanto la cabeza y lo miro con una ceja levantada. Su cara de pervertido me hace gracia.

- ¿Está abusando usted de mi, señor Styles?

- ¿Yo? ¡Jamás! Lo estás disfrutando, gatita.- Se acerca a mí y roza sus labios en los míos sin llegar a besarme.

- ¿Gatita? Me encanta que me llames así. Quizá me lo tatúe.- Me mira como si estuviera loca.- ¿Qué? Probablemente sea la encarnación de lo que se llama la loca de los gatos. Adoro los gatos, y los animales en general, pero más los gatos y los demás felinos.

- A mi también me gustan los animales. Por eso soy una animal en la cama.- Empieza a partirse de risa y apoya la cabeza en el colchón, echándola hacia atrás por la fuerza de su risa.

- Eres un poco tonto, la verdad. Pero me pones igual.- Beso su nariz y me mira.- Mis padres quieren invitarte a cenar, para agradecerte todo lo que has hecho por mí, vendrán el próximo viernes. No tengas en cuenta su reacción cuando te vean los tatuajes, por favor. Te pido perdón por adelantado.

- Dios, eres adorable.- Lo miro extrañada.- Me estás pidiendo perdón por escandalizar a tus padres.- Me agarra de la nuca y me besa intensamente.- Mmh eres deliciosa.

- Eso no lo digas delante de mis padres.- Mis carcajadas resuenan cerca de su boca.- Ni que follamos como conejos.- Ahora es él quien se parte de risa.

- Vale, pero cuando se vayan a su hotel voy a follarte duro por haberme tenido que callar delante de ellos.

- ¡Hecho!- Sonríe y ataca mi boca de nuevo.

El resto de día lo pasamos juntos. Me acompaña a comprar en el supermercado del campus, que está abierto los domingos, porque es más cómodo para los estudiantes. Es un encanto, me ayuda con las bolsas, me mima durante las compras y me agarra de la mano. Podría pensar que esto es típicamente romántico, pero no lo es. Es a nuestra manera, sin agobios, sin etiquetas, disfrutando del momento y sin ser posesivos.

Empieza el juego. H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora