Capítulo 72.

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Al despertarme miro a Harry, que sigue durmiendo con el pelo alborotado. Su boca entreabierta me tienta a ser besada, no me puedo resistir. Cuando pego mis labios a los suyos suelta un pequeño gruñido y se retuerce. Finalmente, abre los ojos y me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Menudos buenos días!- Recorre con la mirada mi cuerpo desnudo. Dirige sus manos a mis pechos y los acaricia suavemente mientras su labio inferior desaparece entre sus dientes.- ¡Ésto es una delicia!

- Buenos días, manos largas.- Me burlo sentándome sobre su entrepierna.- Alguien se levanta contento cada vez que duerme en mi cama.

- Ya deberías estar acostumbrada. Lo normal cuando uno se despierta con esta preciosa mujer y esos inocentes ojos mirándole.- Pasa sus manos por mi estómago hasta llegar a mis caderas, donde traza delicados círculos.- Y a eso le sumas unos labios que la comen que da gusto, pues uno está caliente las veinticuatro horas.

- ¡Qué sucio es usted, señor Styles! Esas no son formas de hablarle a una señorita, ¿no cree?

- Qué pechos más suaves tiene, señorita.- Vuelve a situar sus manos en mis pechos, acaricia pasando su pulgar por encima de mi ya erecto pezón.

- Señor Styles, ¿quiere que le haga un trabajo ya de buena mañana?- Finjo estar sorprendida llevándome la mano a la boca abierta en forma de O.

- Sí, ya veo que está preparando esa sucia boca para comerme bien. Me gusta verla chupar.- Agarra mis pezones con los dedos tirando ligeramente de ellos. Un suspiro sale de mi boca.- Joder, me encanta ver como te pones cachonda, señorita.- Sigue pellizcando mis pezones, aumentando la fuerza de agarre de sus dedos. Mis caderas se abalanzan hacia delante como instinto natural, provocando fricción entre nuestras entrepiernas tapadas por la ropa interior.- Mira como te retuerces de placer, nena.

- Harry...- Gimo mientras suelta uno de mis pezones y mete la mano en mis bragas. Acaricia mi clítoris y tira de mi pezón, alternativamente.

- Hoy vas a llamarme señor Styles.- Mete un dedo en mi entrada y mi respiración empieza a acelerarse aún más.- Oh, nena, mira que mojada estás.- Saca su dedo, lo acerca a mi boca y me lo refriega en mi labio inferior. Yo saco la lengua y me relamo el labio. Gruñe mientras vuelve a perderse dentro de mis bragas, mis gemidos inundan la habitación.- ¿Te gusta, nena?

- Sí.- Jadeo.- Quiero tenerle dentro, señor Styles.- Muevo las caderas para intensificar el roce de sus dedos.

- Dios, como me pone que me llames así. Dime algo sucio, nena.- Está jadeando y tan solo he rozado su entrepierna con la mía en escasas ocasiones.

- Quiero tenerle dentro de en mi boca, señor Styles.- Intento poner una mirada inocente.

- Joder.- Gruñe.- Vamos a jugar. ¿Quién manda aquí, nena?

- Usted, señor Styles.- Una pervertida sonrisa aparece en mi cara. Está sediento de deseo, voy a tener a la bestia Styles en está habitación.

- Así me gusta, nena. ¿Quién va a darte duro?- Se levanta para sentarse, conmigo todavía encima de su entrepierna. Me agarra del pelo y tira hacia atrás para acceder a mi garganta. Su otra mano ya no está dentro de mis bragas, ahora está saciándose de unos de mis pechos.

- Usted, señor Styles.- Gime cuando muerde mi cuello y lo lame. Esto me remata, no puedo esperar más.- Fóllame, joder.

- Tendré que lavar esa boca tan sucia.- Me da un azote, doy un respingo, no me lo esperaba.- Te he dicho que me llames señor Styles. Levántese, señorita, va a comer.- Me levanto sin rechistar, me pone este Harry mandón y sexy. Me arrodillo en el suelo y lo miro a los ojos y me muerdo el dedo con aire inocente.- Dios, nena, ¿quieres que me corra antes de metértela lanzándome esas miraditas?- Se queda sentado en el borde de la cama delante de mí, agarra mi pelo y me acerca a su erección.- Chupa.

Me pongo a ello. Estoy lamiendo toda su longitud de forma muy delicada, apenas lo rozo con los labios recorriéndole, pero parece que quiere más intensidad. Tira firmemente de mi pelo y empieza a meterla y a sacarla de mi boca con ímpetu. Gimo contra su dureza al escuchar sus gritos y gruñidos de placer incontrolable. Necesito satisfacerme ya. Me llevo una mano en mi entrepierna y empiezo a frotar. Gimo fuerte contra su pene. Pero al darse cuenta de que me estoy masturbando para de golpe.

- Túmbate en la cama y enséñame como te das placer.- Me levanto para posicionarme encima de la cama, me quedo con la espalda contra el cabecero, me quito la ropa interior y empiezo a tocarme. Gimo y veo como empieza a acariciarse a él mismo.- ¿Te gusta, nena?

- ¡Sí, señor Styles!- Gimo y no pierdo detalle de su descompuesta cara de placer.- Mire lo mojada que estoy, señor Styles. ¿No le apetece meterla?- Estoy jadeante, si sigo así llegaré al orgasmo yo solita. Se suelta la perfecta erección y me mete un dedo mientras yo acaricio mi clítoris.

- Para.- Dice serio apartando su dedo. Estaba a punto de llegar al orgasmo.- Ponte a cuatro patas y agárrate a la cabecera de la cama. Por cierto, ésta tiene barrotes, podremos atarte con las esposas. No sé si sabías que estas tremendamente sexy cuando eres mi sumisa, te daría duro sin parar de por vida.- Gimo ante sus palabras, joder esto ha aumentado mi calor corporal por mil. Le obedezco y me pongo como me ha dicho. Se coloca detrás de mí y me azota las nalgas.- Quiero escuchar como gritas señor Styles.- Escucho el envoltorio del preservativo rajarse y a los pocos segundos gimo ante su penetración.

Su ritmo es lento. Sé que está al límite, está muy caliente, pero yo quiero más. Empujo mi trasero hacia atrás para hundir su pene en mí hasta el fondo. Mis nalgas chocan contra él y le arranco un grito que bien podría hacerme llegar al orgasmo, esa voz grave y sensual llega siempre directamente a mi punto g. Me azota, y esta vez grito yo, como me pone este Harry dominante. Vuelvo a empujar hacia atrás y no me detengo, empiezo a moverme chocándome contra él con fuerza, grita de placer. Maldición, estoy a punto. Sigo dándole fuerte hasta que casi alcanzo el orgasmo, pero me detiene. Me azota de nuevo, mi placer aumenta, estoy desesperada por correrme.

- ¿Quién coño manda aquí, Marta?- Tira de mi pelo y me levanta el torso hasta que mi espalda está pegada a su tatuado pecho, sigue dentro de mí y se mueve muy lentamente, rozando mi pared frontal, llenándome de gemidos.

- Usted, señor Styles, azóteme.- Mi voz solo expresa sexualidad. Me azota y después me pellizca un pecho, sigue tirando de mi cabello.

- Eres la mujer más dominante que he conocido en mi vida, te adoro. Pero mira como te gusta que sea yo el dominante en la cama. Si vieras lo sexy que estás así, llamándome señor Styles y gritando de placer con los azotes y con tus doloridos pezones.- Gimo cuando muerde mi cuello.- Deliciosa.- Dice para él cuando vuelve a lamerme la garganta.- ¿Lo quieres duro, nena?

- Muy duro, señor Styles, quiero que haga que me corra.- Gruñe y me empuja para que vuelva a quedarme en mi anterior postura, empieza a penetrarme duramente, sin piedad. No puedo evitar los gritos.- ¡Señor Styles!

- Sí, nena, dilo.- Gruñe a mi espalda.

- ¡Me corro, señor Styles!- Sigue su duro ritmo y yo me pierdo en mi increíble orgasmo.

- Maldición, Marta.- Gruñe eyaculando en el condón dentro de mí.- Increíble, nena, increíble.

Suspiro y me tumbo boca abajo en mis sábanas. Escucho como se levanta para quitarse el preservativo y vuelve a mi lado para acariciarme la espalda.

- A desayunar, preciosa.- Gruño con pereza cuando me levanta y me ayuda a vestirme.

Empieza el juego. H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora