Capítulo 4.

5.3K 230 25
                                    


- ¿Pero qué estás haciendo Harry? Te dije que no volvieras a ponerme una mano encima.- le digo furiosa al chico que no me suelta.

- Tranquila nena, solo estaba siendo simpático contigo. Te invito a una copa.- me dice mientras me suelta.

Empieza a avanzar hasta la mesa de bebidas. Invitar a una copa... ¡pero si es gratis!

Ana me agarra del brazo con una expresión de sorpresa a la par que divertida.

- Qué fuerte, Harry estaba ligando contigo.- dice riéndose a carcajadas.

- No creo, solo está jugando porque no caigo a sus pies con tan solo una sonrisa de su parte.

- Puede ser... -dice Ana pensativa- no es un chico del que enamorarse, pero quizá para pasártelo bien una noche, o varias quien sabe. Después de tantos años con la misma persona te mereces disfrutar de la soltería.

- No soy así, no soy partidaria del sexo esporádico. De que sirve acostarse con alguien con quien no tienes confianza, que no sabe lo que te excita ni nada. Además, nadie ha dicho que le guste a Harry.

Cambiamos de tema cuando vemos a Harry acercarse con una cuantas bebidas. ¡Vaya! Seguramente tiene bebidas para todas las chicas de esta fiesta que intente ligarse.

- Toma, nena.- me ofrece una bebida . Es cerveza. No me gusta.- Y para ti, ¿te llamas...?

- Me llamo Ana.

- Bien, yo soy Harry un muy buen amigo y vecino de Marta.- dice guiñando un ojo.

- Estás de coña ¿no?, amigo cercano dice.- y me rio a carcajadas burlándome.

- Ahora vengo que acabo de ver un viejo amigo

Ana se marcha y me deja a solas con Harry, genial, absolutamente genial. No debería de haber venido, vaya coñazo. Encima el zopenco este me trae una cerveza, ¿acaso tengo cara de beber cerveza?

- Por fin solos.

- Sí, por fin.- digo irónicamente rodando los ojos.

- Pareces una chica difícil.- dice mirándome a los ojos.

- Lo soy.- respondo con seguridad.

- Me gustan los retos.- dice mientras yo alzo una ceja, ¿de verdad cree que voy a enrollarme con él? Lo lleva claro.

- Entonces deberías replantearte de nuevo tus retos. No pienso ser ninguno de ellos. Además, soy una mujer, no un reto, una actividad o un objeto.- digo empezando a perder los nervios, vaya un tío imbécil.

- No quería hacerte sentir como un objeto ni mucho menos, -dice serio- pero tienes que admitir que solo alguien con semejante seguridad en si mismo conseguiría conquistarte.

- Eres un arrogante.- Digo y me voy a buscar a Ana.

En cuanto la encuentro le ofrezco mi vaso de cerveza intacto y lo acepta. Yo me dirijo a la mesa de bebidas y me sirvo vodka con naranjada, poco cargado.

Empiezo a beber, me merezco una buena fiesta después de todo lo que he vivido durante tantos años, tengo 24 años y nunca he acudido a ninguna fiesta ni nada por el estilo. Pensando en la diversión que me merezco llevo cuatro copas encima, poco cargadas, pero en el cuerpo de una chica que no bebe pasan factura.

Veo a Harry a lo lejos, solo apoyado en la pared. Qué guapo esta vestido entero de negro con esos tatuajes, parece una leyenda del rock. Ya no estoy enfadada con el con este cacao mental que causa el alcohol en mi.

El señor leyenda del rock gira sus ojos y me mira fijamente, yo le sonrío coqueta, el me devuelve la sonrisa. Bien, voy a jugar con él.

Me apoyo en la mesa de forma sensual, o eso creo en mi mente turbia, y bebo de mi copa mientras lo sigo mirando fijamente. El no se pierde ninguno de mis movimientos, hecho que me anima y me acerco a el lentamente moviendo mis caderas, tengo que sacar partido de mis curvas.

En cuando estoy junto a el me pego a él y acerco mi boca a su oído.

- ¿Cuanto tiempo crees que soy capaz de resistirme a ti, señor arrogante?- le susurro de forma sensual.

- Pronto te tendría en mi cama gritando mi nombre y haciendo todo lo que te pidiera.- contesta mientras me agarra de la cintura y me acerca aun más a su cuerpo tatuado. Y no sé por qué motivo estoy empezando a desear estar en su cama.

- Creo que te equivocas, tu tardarías mucho menos en resistirte a mi, si quisiera, ahora mismo te tendría en mi cama haciendo todo lo que yo quiera.- digo enfatizando las últimas palabras.

- Nena, ¿estás desafiándome?

- Tengo mucho autocontrol y soy muy competitiva, ¿de verdad quieres desafiarme tú a mi?- acaricio el lóbulo de su oreja con mis labios.

- Mmh... seria muy interesante ganarte, nena.

- Bien. Empieza el juego, Harry.- digo apartándome un poco y rozando mis labios con los suyos.

Lo miro a los ojos y me marcho hasta mi habitación, dejándolo con la boca entre abierta, respirando entrecortadamente y mirando fijamente cada uno de mis movimientos mientras me voy.

Mañana será un día interesante sin estar bajo los efectos nocivos de esta mierda que me nibla el cerebro.

Empieza el juego. H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora