Capítulo 54.

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- Buenos días, preciosidad.- Me despierta un encantador Harry entre caricias y besos. Esto es la gloria.- He preparado el desayuno, espero que no te importe.

- Buenos días, chico sexy. No me importa para nada, al contrario me has hecho un favor.- Me río antes de darle un merecido beso de buenos días.

- Ayer no te ayudé apenas a preparar la cena, ayudé a molestar. Así que te preparo el desayuno a cambio.- Me sonríe y tira de mis brazos para levantarme de la cama.

Lo que suelo desayunar está encima de la mesa, no ha olvidado nada. Después de comer, nos arreglamos y nos vamos juntos a clase.

Las clases y los días transcurren con normalidad, incomodidad entre Rubén y nosotros, risas con Ana, risas con Harry y los chicos, y lo mejor, besos y mimos con Harry. Estoy feliz, ni siquiera hemos hablado de la nota que encontramos entre mi ropa. Pero para qué estropear esto, no ha pasado nada, sería un farol.

Cuando llega el viernes estoy emocionada. Harry y Ana están tan emocionados como yo al verme así. Ana sólo habla de que merezco estar así de feliz y Harry asiente todo el rato de la comida a las afirmaciones de mi querida amiga. Hoy Niall no come con su novia, se iba a Irlanda a pasar el fin de semana, ha salido por la mañana.

Mi padre me llama justo cuando acabamos de comer. Ya están en el aeropuerto en Madrid, así que me despido de Ana que me desea un feliz fin de semana familiar. Harry me acompaña hasta la residencia, antes de entrar cada uno a su habitación, me planta un beso increíble, de película. Me quedo sin aire cuando pega su frente a la mía.

- Pásalo muy bien con tu familia. Nos vemos esta noche si no estás cansada, sino mañana en la cena.- Me vuelve a besar y se aparta para dirigirse a su habitación.

- Gracias, nene. Hasta luego.- Le guiño el ojo y me meto en mi habitación a esperar a mis queridos padres y a mi hermano.

Me ducho con rapidez y me arreglo. Poco más de media hora después llaman a la puerta. La abro y me lanzo sobre mi familia. Mis lágrimas afloran de la emoción, he pasado por situaciones difíciles desde que me quedé aquí sola. Bueno tampoco tan sola, tengo a Ana, a Harry, y a los chicos que, aunque no tengamos muchísima confianza, son más de lo que tenía en Mallorca, allí no tenía ningún amigo ni amiga.

- Como te hemos echado de menos. ¿Estás bien, cariño?- Mi madre me agarra de las mejillas, asiento con la cabeza y la abrazo, a ella también se le saltan las lágrimas.

- Ven aquí mi niña. Necesitaba ver que estabas bien.- Tira de mí, mi padre.- Espero no verlo por Mallorca, no sé que le haría.

- ¡Hermanita! ¿Quieres que le parta la cara?- Entra mi hermano para abrazarme.

- Tranquilo, ya le partió la cara Harry.- Me río junto a él.

- ¿Le has dicho que mañana queremos invitarle a cenar?- Pregunta mi madre, ya dentro de mi habitación junto a mi padre.

- Sí, allí estará. Pero dice que no tenéis que agradecerle nada, que cualquiera hubiera hecho lo mismo.- Digo mientras cierro la puerta.

- Encima de buen chico, humilde. Me cae bien.- Mi padre comenta echándole un vistazo a mi habitación.- ¿Te apetece ir a cenar con tu familia?

- ¡Claro! Eso siempre.- Me río y agarro mi bolso.- Hay unos cuantos restaurantes bastante baratos en el campus. El italiano está muy bueno.- Miro a mi hermano, a él le encanta la comida italiana. A mis padres también, pero mi hermano es un obseso de la pasta.- También podemos dar una vuelta por allí, hay un lago y un pequeño bosque. Está bastante bien.- Todos asienten y nos dirigimos a la zona de ocio.

Pasamos una velada increíble, los echaba muchísimo de menos. Hablamos en algún pequeño momento sobre la denuncia que impuse contra Jorge, pero el tema de conversación no se alarga más de la cuenta. Parece que se han quedado tranquilos al verme bien, necesitaban verme con sus propios ojos, y lo entiendo, de tenerme casi todo el tiempo en casa y poder ayudarme si me pasaba algo, a tenerme tan lejos y que me pasara algo así, seguro que se sentían impotentes. Verlos me ha hinchando aún más de felicidad.

Cuando terminamos de beber algo en el bar me acompañan hasta mi habitación. Ya es tarde así que le mando un mensaje de buenas noches a Harry. Mañana me pasaran a buscar pronto para ir de compras por Madrid, mi madre sabe que no pude comprarme nada cuando fui con Ana, así que vamos a ir a ver si encontramos algo bonito y barato.

Empieza el juego. H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora