20.- Está bien.

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-Dioh... Como no callen a eseh putoh perroh pohque voy y...


-Ni había notado el perro, Lo único que escucho son tus quejidos.


-¿Como no ehcuchar a ese perroh? Jodeh.


-Deja de joder con el pobre de Max, Mangel, Y duerme de una vez.


-Mañana cahtraré a Aleh con un zapatoh.


-Qué coño...- Reí, mientras me acomodaba en la cama.- Solo duerme.


Escuché sus quejidos, y gruñidos, y todo tipos de desaprobación, y luego solo me dormí.


...


-Enserioh... Como no se calleh...


-Miguel Ángel...


...


-Hohtia, Que mal sueñoh...- Dijo levantándose de la cama.


-¿Me lo dices a mi? -Me pasé las manos por la cara, suspirando con pesadez.


-No te hagah la victima, No lo ereh.- Lo miré, había desaparecido.


-De seguro tu lo eres...- Me levanté, estirándome un poco, mientras cogía algo para cubrirme, literalmente estaba totalmente desnudo.


-¿Quién diceh que soy la victimah? -Escuché desde el baño.


-Tú.- Sonreí, con bastante pereza, pero aún así me sentía muy feliz. ¡Por fin el día había llegado! Me iría a vivir con Mangel, formaría una vida muy homosexual y bonita junto al macho de mi vida y por fin todo mejoraría.

-Mentirah.- Salió del baño, con la cara un poco más despierta, el pelo mojado y una pequeña sonrisa.


-Dios... Que pesado eres.- Dije mientras me acomodaba la playera, para luego coger la sudadera y colocármela.


-Hm.- Asintió mientras caminaba a su maleta y sacaba una sudadera, la habitación estaba vacía, ya no había cosa ahí que representara quién era el dueño de esta.


Luego de despertar a la Enana y ordenar todo, nos sentamos junto a la madre de Mangel para tomar un café antes de irnos, el viaje era largo, necesitábamos ir con algo en el estomago si no queríamos experimentar problemas técnicos serios en el autobus.


-¿Tienen todo listo? ¿Ropa, Cepillo de dientes, todo? -Preguntaba ella mientras tomaba un sorbo de su tasa de café.


-Que si, mamá, ehta toh lihto.- Repetía Mangel, rodando los ojos, esto era bastante cómico.


-Ya acabé.- Dijo la Enana, mientras se levantaba de la mesa.


Vivir La Vida. (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora