31.- Solo en la oscuridad.

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Narra Rubius: 

Todo lo que me rodeaba era color negro, me desesperaba en algún aspecto no ver nada, caminar y terminar flotando. Escuchaba pitidos de unas máquinas y aveces los cuchicheos de las enfermeras. Aveces la televisión y aveces solo silencio. 

-Dios... Pobre chico, es tan joven...- Escuché a una chica decir, una enfermera de seguro. 

-Bueno, es afortunado, por casi no sobrevive, pero el doctor hizo maravillas. Oí decir que si todo sale bien, hasta puede quedar sin secuelas, pero no creo que se deban confiar demasiado- Ya, que no me importaba mucho saber que coño me pasaba, ¡Donde estaba la Enana! ¡Donde está mi Mangel! 

-Si, pero bueno, espero que el chico se salve. Tiene mucho por vivir aún. A propósito, ¿Quién es el Muchacho que hace rato se te acercó? 

-¿El de cabello negro? -¿Qué? ¡Qué! ¡Y no decías nada, eh! ¡Cabrona!- No lo sé, debe conocer al paciente, dijo que estaba muy preocupado y al parecer traía consigo a más gente, a dos policías y a una niña pequeña. 

-Serán familiares.- Me sentí feliz, ellos estaban al tanto entonces, eso me tranquilizaba, lo que no me tranquilizaba es estar encerrado en este maldito vacío tan oscuro. 

Respiré hondo, y nuevamente me dejé llevar. 

Escuchaba una voz lejana, comencé a respirar hondo y a concentrarme para volver un poco más. La voz comenzó a ser un poco más reconocible, se entendía lo que decía. Y claramente me emocioné. ¡Mi mangel! ¡Madre mía! ¡Ven y bésame cabrón! 

-Yo simplementeh... No séh que decih.- Su voz sonaba apagada, el corazón se me detuvo un poco al escucharle así.- No puedeh morir, debeh luchar por tu hermanah, que ehta echa un lío afuerah con que quiere verteh, pero no sabemoh si dejarlah. Es algo fuerteh ver a tu hermanoh... así... 

¿''Así''? ¿Tan mal me veía? Anda, que no puedo ser tan sensual, pero de que tengo lo mío, es verdad. Joder hombre, o te dejas de bromas o enserio te jodes. Esto es serio joder. 

-Yo... Soloh ehpero que vuelvah...- No pude creer lo que escuché, pero de verdad era así. Mangel estaba llorando. Escuché un sollozo, y todo dentro de mi se desmoronó. ¡No llores, por favor! No podía hacer nada para detenerlo, pero quería abrazarlo, quería consolarlo, decirle que todo estaría bien, incluso si fuese una pequeña mentira. 

Sentí mi mano tibia. Me la miré en la oscuridad pero no la veía. 

-Por favoh, vuelveh.- Sentí ahora un calor en mi mejilla, supe reconocer que eso fue un beso en la cara. ¿Como era posible reconocer todo esto siendo que ni siquiera estoy en mi cuerpo? Luego sentí un calor en mis labios, suave, y casi podía sentir unas lágrimas cayéndome en las mejillas. Cerré los ojos, se sentía tan real, pero tan... raro. Y de a poco, sus lágrimas se mezclaron con las mías. 

Su mano viajó hasta mi cabello, lo acarició un poco y luego lo enredó suavemente con sus dedos, como jugando con él. Mantuve los ojos cerrados al contacto, sentía el calor de su cuerpo en mi, pero seguía sin estar con él, a su lado. 

-Me deboh ir.- Susurró, bajo, como si no quisiera que nadie le escuchase. Como si fuese un secreto.- Te amo.- Sentí nuevamente un calor en mis labios, algo en mi se estremeció, mis tripas se removieron violentamente y mi corazón comenzó a golpear con fuerza contra mi pecho. Dejé de sentir el calor en mi boca y abrí los ojos, en todo ese momento había tenido imágenes mentales, de como vestía, de su cabello negro, y de sus ojos color marrón. Y cuando abrí los ojos, volví a estar solo. 

Solo, y en la puta oscuridad. 

~ Flashback ~

-Esto es algo tonto.- Miré la punta de mis pies, intentando evitar a toda costa su mirada. 

Vivir La Vida. (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora