El diamante de Iwagakure

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O-Y bien, mi fiel amigo Kakashi, ¿Has podido ver  el diamante de Iwagakure?

Su compañero negó con la cabeza

K- No. La isla de Iwagakure, dónde vive, está protegida por barcos de guerra y es imposible arribar a el. Pero se dice que es tan hermoso que fascinaría al más fiero de los piratas. Parece que su cabello dorado y sus ojos color del mar hechizan a quien lo ve.
Obito se estremeció.

O-¿Y no se sabe quién es? ¿Cómo se llama?

K-Unos dicen que es hijo de un colon, otros de un lord, y otros que es pariente del gobernador de Iwagakure...

Obito se quedó pensativo durante un momento, luego reaccionó y preguntó:

O-¿Qué hacen barcos de guerra protegiendo la isla?

K-Se preparan para la batalla

O-¡ Ah, así que serían tan temerarios como para atacar Konoha!¡ Cómo pongan un dedo en esta isla se la veran con migo!

K-Su odio hacia los piratas es grande
Dijo Kakashi con gravedad

K-¡Y tú no haces más que asaltar sus fuertes y mandas a pique flotas enteras de barcos...

O-Es cierto, pero ¿de quién es la culpa?
Replicó furioso Obito

Luego continuó:

O-¿Es que no te acuerdas de lo crueles que fueron conmigo los de Iwagakure?¡Usurparon mi trono y acabaron con mi familia!

O-¿Qué mal les había echo yo?¡Ninguno! Ahora los ODIO...¡Y me vengaré,puedes estar seguro!

Obito se quedó callado durante unos instantes, mientras trataba de dominar la rabia que permanecía en su corazón desde hacía tanto tiempo. Esos recuerdos le producían mucho dolor y una gran nostalgia.
Al fin se recuperó y, en voz baja, se dirigió de nuevo a au amigo:

O- Tú sabes perfectamente, mi estimado Kakashi, que con mis enemigos soy tan despiadado cómo leal y generoso.

Kakashi, que conocía bien la gran generosidad del pelinegro, sonrió con orgullo y también admiración.

K- ¡No una, sino mil voces pueden contarle al mundo lo generoso que eres! Pueden decirlo todas las personas que has salvado en batalla y, poniéndote en peligro, las has devuelto a sus tierras. Pueden decirlo las tribus a las que has defendido de las incursiones de los prepotentes.¡Lo pueden decir también los náufragos que has salvado de las olas en terribles tormentas!

Obito se quedó meditando. Luego, mirando a su amigona la cara, anunció:

O- Mañana iré a la isla de Iwagakure.

K-¡Tú a Iwagakure!
Dijo negando con la cabeza

K-¡Sería una tontería!¡Tememos que estar en guardia y movernos con mucha cautela, si no queremos convertirnos en presas demasiado fáciles!

O- Tienes razón, Kakashi, pero yo mañana iré a Iwagakure.

O- Una fuerza irresistible me empuja a sus playas y una voz dentro de mí me susurra que debo ver al joven de cabellos de oro, de el que tanto se habla...


Gracias por leer

Nos vemos en el próximo capítulo


Bye👋


𝙾𝚋𝚒𝚝𝚘 𝚢 𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚒𝚐𝚛𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝙺𝚘𝚗𝚘𝚑𝚊 (𝚃𝚘𝚋𝚒𝚍𝚎𝚒)(pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora