Han pasado unas semanas desde aquella carta que envió Nathan. Estas semanas han sido caóticas para la ciudad pero muy buenos para nosotras, toda la rabia que aun sentimos la pagamos haciendo nuestro trabajo. La Zona Azul se ha convertido en un lugar frecuente de nosotras por el mismo motivo. Nathan sigue enviándome flores cada vez que puede, de verdad ha estado esforzándose por tener mi atención y de una manera u otra lo está consiguiendo. Matias y Nicolas intentan hacer lo mismo que Nathan en intentar recuperar la confianza de Samantha y Helena, aunque no hay rastros de que Valentina y Mary Jane le importen a Robert y Jhonny. Cada día que pasa las cosas se van tranquilizando pero luego pasa algo y revuelve todo llevándonos de nuevo al principio.
Hoy, como de costumbre, tocaba despertar e ir a recoger en la puerta las flores que dejaba Nathan. Algunas veces dejaba una carta junto a ellas, en otras ocasiones solo dejaba las flores, sin carta ni una pequeña nota con su nombre. Observé a Lucas jugar con su pelota rosa que cayó de las flores la primera vez que me envió flores. Tenia una sonrisa en mi rostro mientras me dirigía a abrir la puerta. Afuera estaban las flores pero no estaba solas, había una persona de espalda a la puerta sentado en las escaleras, Nathan.
-¿No sería mas lindo si las vengo a entregar personalmente?-preguntó.
-Algo, si-respondo. Caminé hasta donde se encontraba sentado e hice lo mismo.
-Lo siento-dice.
-No puedo contar las veces que has dicho eso, son demasiadas.
-Pero de verdad lo siento, siento mucho todo lo que los chicos y yo te hicimos-exclamó.
-Estas perdonado, Nathan-exclame-. Pero eso no es suficiente como para que entres a mi vida de inmediato, muchas veces cuando perdonaba a alguien esa persona volvía a hacer lo mismo conmigo, no quiero que pasé algo de nuevo contigo.
Nathan se levanta dejando las flores a mi lado, camina hasta las acera y con las manos aun en los bolsillos decide voltearse a mirarme, no puedo admirar sus hoyuelos porque no sonríe, no hace ni un solo gesto. Sus ojos verdes me miran y no quita la mirada.
-¿Sabes? No me detendré hasta obtener lo que quiero-dice. Una de las mas grandes y honestas sonrisas se forman en su cara, dejando ver al fin sus hoyuelos-.
-Y te quiero a ti-termina su frase. No puedo evitar sonreír.
***
-Ya sabes que hacer-ordeno. Habitualmente les digo esa frase a las chicas, pero hoy no, hoy se la digo al chico de turno en el banco. Hoy seria un día muy largo, haríamos tres o cuatro cosas que solemos hacer en quizás un mes. Así que todo seria muy rápido. El chico mientras coloca el dinero en el saco, yo vigilo el lugar con Samantha, Helena y Mary Jane vigilan el área desde afuera y Valentina en un cuarto interno del banco. Helena entra y se dirige hasta el chico, agarra el saco y sale del banco para irse con Mary Jane.
-Besos Negros-escribí en la puerta de vidrio. Salí con Samantha para conducir hasta nuestro segundo lugar que tendríamos que ir. Tengo a Mary Jane y Helena en el auto de adelante y Valentina en el auto de atrás ya que ella siempre es la ultima en salir y marcar el beso en la puerta.
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Besos negros.
Mystery / ThrillerCinco mejores amigas de la infancia, cinco chicas expertas en robos, Valentina Favreu, Mary Jane Mayer, Samantha Monroe, Helena Graham y Alice Smith. Prácticamente hermanas. Viven sus vidas tratando de pasar desapercibidas entre tantas personas, co...