Capítulo 26.

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-Sube-indica Jack para llegar al salón donde enseña arte. Al entrar veo el sueño de todo artista frente a mi, paredes pintadas con figuras abstractas de todos colores y tamaños, caballetes por todas partes y un estante mas alto que yo con todos los utensilios que podrías llegar a necesitar.

-Lindo-susurré.

-Ahora muéstrame lo que sabes-exclamó Jack arrastrando un caballete hasta donde yo estaba, luego busco un pincel y una pintura negra. Lo primero que vino a mi mente al tocar la pintura con el pincel fueron las flores que me regalo Nathan pero una en especial, una rosa.  Me enfoque en el lienzo blanco frente a mi y empecé a trazar líneas hasta formar solo un pétalo, un pétalo a la vez. Es algo como lograr cosas en la vida, tiene que ser una a la vez, ya que si intentas hacer muchos pétalos a la vez no todos quedarían de la misma manera.

-Adoro tu pasión por las cosas simples-dijo Jack-. Pero agreguémosle algo de color.

Jack saco un gran frasco de pintura morada y las esparció con sus manos por toda mi pintura ocultando algunas líneas de lo que hace unos segundos era una rosa. Su risa suena por todo el vacío salón. Agarro un frasco de pintura verde y sin pensarlo lancé con mis manos todo lo que podía de pintura hacia el, el solo me responde con una sonrisa para pasar su mano aun con pintura morada por mi cara.

-Ya-ordené para no terminar aun peor, aunque por dentro lo estaba disfrutando.

-No me digas que hacer-respondió Jack para agarrar mas pinturas y lanzármelas, yo hice lo mismo. Así paso aproximadamente veinte minutos hasta gastarnos toda las pinturas que habían sobre el estante, Jack estaba cubierto de todos los colores posibles al igual que yo.

-No puedo creer que este en una lucha de pintura con alguien que recién conozco-exclamé acostada en el suelo aun lleno de pintura mojada. Jack esta a unos metros de mi con su teléfono, quizás mandando un mensaje. Lo observo y del teléfono sale un flash, me había tomado una foto.

-Bórrala-exclamé.

-Oblígame-responde el sonriendo. Intento ponerme de pie sin caerme por la pintura mojada que estaba en el suelo. Camino lentamente hacia el y cuando estoy casi a su lado al dar un paso me resbalo completamente por un frasco vacío de pintura. El me agarra por el brazo antes de tocar el piso y me jala hacia el haciendo quedar encima de el. Ahora estaba muy cerca de su cara, demasiado cerca para mi gusto. Observo sus ojos que nunca dejan de mirarme y poco a poco se va acercando hacia mi, directo hacia mis labios. Antes de que hagan contacto suena un teléfono y ambos nos separamos, caigo en cuenta de que el sonido viene de la parte de atrás de mi pantalón, mi teléfono.

-¿Aló?-respondí rápidamente el teléfono donde marcaba un numero desconocido.

-Hola cariño, Nicolas rompió mi celular esta vez, este es mi nuevo numero-respondió la voz de Nathan. Jack se queda observándome directamente mientras no tiene ningún expresión en su rostro.

-Oh, esta bien-respondí. El automáticamente trancó la llamada haciéndome quedar con las palabras en la boca.

-¿Quieres ir por una pizza?-pregunta Jack volviendo a mostrar su sonrisa. Se encontraba de pie junto a la puerta con la mayoría de su ropa y piel llena de pintura.

-Dirán que nos revolcamos en pintura-exclamé señalado mi ropa.

-Ni que me importara lo que dijeran los demás de mi-dijo-. Además, te ves linda cubierta de pintura.

-Nos deberíamos quitar la pintura-dije.

-No hay pañuelos-exclama Jack.

-Allá hay-señalé hacia el mismo estante donde estaban las pinturas y observo unos pañuelos.

Besos negros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora