Día 7 | Infidelidad

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Cómo pudo hacerme esto, ¿porque si yo era su primer amor?


El alcohol que quemaba su garganta al ser ingerido no podía siquiera compararse con el dolor que había dentro de sí y que se negaba a irse incluso después de la tercera botella.

El dolor parecía querer devorarlo ante cada recuerdo que su tortuosa mente reproducía sin cesar, un dolor tan sórdido que lo había dejado sin lágrimas después de las primeras horas mientras destrozaba todo lo que tenía en su camino.

Su hogar había quedado reducido a simples objetos tirados sin ningún tipo de orden mientras intentaba encontrar algo que lo ayudase a aliviar su aflicción.

Toda su ira había quedado atrás después de muchas horas, dejando únicamente al lado más vulnerable de sí mismo, dejando como único acompañante a la tristeza.

El albino había creído ingenuamente que su amor sería más fuerte que la distancia, había creído en las promesas vacías que el azabache había susurrado contra sus labios mientras le pedía que siguiese a su lado.

Había sido tan estúpido por creer en sus palabras, sus mejillas se encontraban encendidas, no podía identificar si se debía a la gran cantidad de alcohol que bullía por su cuerpo o si se debía a la ira creciente en su pecho.

Las palabras vacías del otro llenaban su cabeza, recordando como las pronunciaba con tanto cariño, con aquellas sonrisas reservadas solamente para momentos en los que se encontrasen en soledad.

Se preguntó a sí mismo como era posible que las mismas palabras que en su momento lo habían hecho sentirse en la cima del mundo, también podían conseguir que se sintiese el ser más miserable del planeta.

Dio otro trago con fuerza, mientras su cuerpo temblaba debido a los sollozos sin lágrimas, simples espasmos, siendo la reacción natural de su cuerpo ante el dolor que le impedía mantenerse siquiera en pie.

Se burló de sí mismo al recordar todas las veces que el otro había ocupado su cabeza cuando se encontraban en mundos separados.

Se odió por haber anhelado la llegada del fin de mes como un niño, el único día donde podían verse por al menos un par de horas, durante todo ese tiempo el otro había estado pensando en alguien más.

Intento adivinar cuando había comenzado todo, recordaba los primeros meses después de su separación, el cariño aún parecía genuino, la forma en que el otro lo había abrazado en su reencuentro a pesar de no ser una persona que disfrutase el contacto físico.

Aún recordaba aquel día con anhelo, la forma en la que nada parecía haber cambiado, como en cuestión de minutos sintió que se encontraban nuevamente en su búnker preparándose para una nueva misión diaria.

Toda la complicidad que los rodeaba siempre se había sentido como un logro para el albino, considerando la personalidad normalmente esquiva del de lentes oscuros, sin embargo, la infidelidad cometida fue un amargo recordatorio.

La pregunta que había rondado en su cabeza desde el día en el que confirmo sus sospechas había vuelto una vez más, acrecentando su dolor.

¿Si hubiera estado en su lugar, habría hecho lo mismo?

La respuesta inmediata siempre era no, aun cuando a veces le gustaría decir que si, ahí había confirmado todo lo que se decía sobre estar enamorado.

Simplemente, no podía verse a sí mismo en alguna aventura con alguien, si tenía a su lado al azabache, no le parecía necesario y casi esperaba el mismo trato por parte del otro.

Writetober [Spreenter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora