Writetober [Spreenter]

Extra: Mafia AU

⚠️⚠️Este extra solo estará disponible por unas horas hasta que publique los shots del writetober, es una pequeña compensacion. ⚠️⚠️

⚠️⚠️TW: Este extra tiene escenas subidas de tono y contenido sugerente "smut" aunque realmente no es nada explicito.⚠️⚠️

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El albino deambulaba sin rumbo por la enorme mansión en la cual se hallaba recluido desde hacía al menos tres semanas, en las cuales apenas había visto al azabache.

Después del desastroso encuentro en su última misión, se había visto obligado a mantenerse al lado del azabache durante el resto de la fiesta, marchándose a su lado después de algunas horas.

En cuanto estuvo el costoso vehículo en frente, rápidamente fue acorralado por el más alto, quien lo mantuvo sujeto por la corbata mientras lo observaba con una sonrisa que no supo identificar.

Había renunciado a la idea de pelear viéndose en desventaja, no solo por la persona que tenía en frente, quien era poseedor de grandes habilidades en el combate, sino también por verse rodeado de al menos 8 personas que portaban armas que ya lo tenían en la mira.

—Estás muerto— Susurro el azabache mientras relamía sus labios— O al menos no por ahora— El albino no respondió y el otro se vio obligado a continuar— ¿Cómo te llamas?

—Puedes matarme— Respondió en su lugar, manteniendo su osada personalidad— No me importa.

—No— Tarareo su respuesta, acercando el rostro contrario al suyo— Todavía tenemos cosas que hacer ¿No? —

Y con aquellas últimas palabras envolvió los labios de los otros con los suyos, el albino, sintiendo que su cabeza daba vueltas por la sensación embriagante que resultaba estar bajo las atenciones del más alto.

Cuando sus pulmones comenzaban a exigir oxígeno, el otro lo dejo ir, antes de que pudiese recuperarse del todo, el de lentes oscuros se había retirado de su lado dejando que sus guardaespaldas lo mantuviesen bien sujeto.

—¿Qué haces? —Se atrevió a cuestionar mientras era incapaz de moverme—

—Y, vos sos de los enemigos— Respondió con sorna mientras se acercaba con la corbata del albino entre sus manos— Y no podés saber dónde vivo—

El de ojos zarcos ni siquiera había notado en qué momento se había visto despojada de esta y sus sentidos de alerta estallaron cuando Spreen cubrió sus ojos con el lazo.

Algunos segundos después sintió como sus manos eran aprisionadas, con lo que supuso se trataría de la corbata del azabache, para después ser empujado dentro del vehículo, con el de lentes oscuros a su lado.

El trayecto había resultado bastante extenso y complicado, había intentado recordar los cambios al girar por las calles, pero había perdido la batalla después de que el vehículo diese vueltas en círculos para despistarlo.

Cuando finalmente habían llegado a la mansión, no había recuperado la visión, sino hasta que se encontraba en la habitación de Spreen.

Abrió los ojos con dificultad, tardando largos minutos en acostumbrarse a la nueva cantidad de luz, notando como este había sido observado en cada instante por el azabache.

—Me hiciste las cosas re fáciles— Comenzó el otro mientras se acercaba, lanzando el celular del albino al suelo—

—¿Qué hiciste? —Cuestiono aún con las manos firmemente sujetas detrás de la espalda—