Día 27 | Headcanon / canon favorito

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[Spreen es de los típicos que pone mil alarmas y despierta a todos menos el mismo, Conter cansado, decidió enseñarle una lección]

La gran capacidad para dormir que tiene Spreen nunca había sido realmente un problema, no hasta que comenzó a vivir junto a Conter.

El albino tenía un sueño bastante pesado, por lo que sumado al cansancio de las misiones diarias, cuando el azabache le había mencionado que solía usar unas pocas alarmas para despertar, no le había parecido una mala idea.

La primera noche en la cual ni siquiera vivían juntos, si no solían dormir en camas aleatorias mientras se encontrasen dentro de una área designada, comprendió que pocas alarmas en realidad significaban recordatorios cada 5 minutos durante al menos una hora.

Aquella mañana había despertado a todo el team, incluso a los que se encontraban algo alejados, cinco guerreros con un muy mal humor por intentar apagar el maldito aparato que había sido configurado de alguna extraña manera para que solo su poseedor pudiese apagarlas.

Y como si aquello no hubiese sido suficiente, tuvieron que hacer un esfuerzo extra para despertar al azabache y que finalmente apagase el teléfono.

Cuando habían comenzado a vivir juntos, tres días había sido el límite para la paciencia del albino, quien no podía dormir debido a las incesantes alarmas del contrario.

Le había advertido antes sobre que controlase aquello y al no haber cambio alguno se vio obligado a actuar por su cuenta, tomo el teléfono que no dejaba de sonar y se dirigió a la cueva de las arañas.

Más específicamente a la zona del temido Warden, quien reacciono instintivamente al detectar la fuente de sonido, Conter sin miramientos dejo caer el teléfono a las profundidades y con movimientos veloces abandono el lugar.

Más tarde aquella mañana había sido despertado por el azabache que lucia molesto exigiendo saber donde se encontraba su teléfono, con una sonrisa de satisfacción le explico amablemente donde había terminado el pequeño aparato.

Después de una pequeña discusión sobre la resolución del problema, Spreen había aprendido a modificar sus alarmas para que sonasen ocasionalmente.

*

[Spreen adora molestar a Conter con el punto excesivamente sensible que tiene este en el cuello]

Si había algo que Spreen adoraba hacer, eso era molestar a Conter.

No importaba en que momento fuese, incluso en los momentos más serios y de alta tensión, encontraba la manera de destrozar los nervios del albino.

Aunque tenía ciertas acciones predilectas para que el otro perdiese los estribos, había una que desde su descubrimiento y en poco tiempo se había convertido en su favorita.

Había descubierto aquel punto sensible en el de ojos zarcos por casualidad, uno de los extraños días en los cuales la ruleta solía presentar fallas, el clima parecía demasiado caliente.

El calor resultaba sofocante inclusive en el interior de las minas, donde la temperatura solía descender un par de grados, por lo que, hastiados por la temperatura excesiva, el par había emprendido un viaje a tierras nevadas.

Lo cual había resultado mucho más tedioso de lo esperado, puesto que el camino por distintos biomas había resultado un completo infierno, especialmente la jungla.

Cuando finalmente habían dejado atrás los densos árboles, su piel se encontraba perlada por el sudor como si estuviesen combatiendo cuando lo único que habían hecho había sido caminar.

Sin embargo, cuando finalmente habían conseguido llegar a las montañas heladas, rápidamente una sensación de alivio se extendió por sus cuerpos.

Se dejaron caer en la nieve, permitiendo que el hielo enfriase sus cuerpos, llevándose consigo cualquier rastro de calor, aunque su tranquilidad duro más bien poco, puesto que habían comenzado una pelea con bolas de nieve.

Extendieron su pelea durante al menos una hora, decidiendo que ya era momento de retirarse cuando las puntas de sus dedos comenzaban a tomar un ligero color amoratado.

Fue allí cuando accidentalmente el de lentes oscuros descubrió la zona sensible en el cuello del de ojos zarcos, comenzaban a caminar cuando poso su mano ligeramente en la parte posterior de su cuello.

Sintió el estremecimiento que el otro no había podido reprimir y casi al segundo el albino había comenzado a despotricar en su contra por ser, en sus palabras, grosero.

Supuso en primera instancia que se debía al frío en sus manos, aunque pronto descubrió que no era un hecho aislado, convirtiéndose así en su entretenimiento favorito.

Puesto que desde entonces no había podido dejar de tocar aquel punto que estallaba la sensibilidad en el albino.

*

[Conter suele darle besos esquimales para demostrar su cariño]

Beso esquimal: Consiste en acercar el rostro a la otra persona y frotar la nariz. Se interpreta como un gran gesto de cariño.

Ninguno se caracterizaba por ser especialmente afectivo, las ocasiones en las que sucumbían ante el deseo del contacto físico eran más bien esporádicas, sin un patrón definido.

Su convivencia en el día a día no había cambiado demasiado a pesar de que el título que los unía si lo había hecho y se encontraban realmente bien con eso.

Sin embargo, Conter en algún momento había formado un hábito poco usual, no se encontraba del todo seguro en qué momento había comenzado, pero no le desagradaba del todo.

Se trataba de pequeños momentos en los cuales tenía una extraña necesidad de expresar algo de cariño sincero a su pareja, pequeños instantes con un afecto condensado que tenía cierta vergüenza de liberar.

No deseaba incomodar a su pareja con un contacto asfixiante, por lo que había encontrado la manera perfecta de expresar aquel cariño sin ser demasiado sofocante.

Se acercó con paso decidido al azabache, quien se encontraba puliendo su espada, levanto la mirada al notar su presencia y le dedico una sonrisa.

Fue entonces que el de ojos zarcos acuno el rostro ajeno entre sus manos y lo acerco a su propio rostro, sintiendo como su rostro comenzaba a calentarse cerro los ojos y suavemente froto su nariz con la del azabache.

Cuando se separó tenía el rostro ardiendo, sintiéndose dispuesto a escapar debido a la vergüenza cuando el más alto lo atrapo entre sus brazos y repitió el gesto entre ligeras carcajadas.

Cuando el de ojos zarcos finalmente dejo de luchar, el azabache unió sus labios en un fogoso beso, argumentando en medio de este que el gesto le había encantado.

Y desde entonces se había vuelto una pequeña rutina entre ambos.

*

En mi defensa no sabía como escribir un solo headcanon así que hice mini drabbles, no es lo ideal, pero son unos cuantos, así que espero no terminen linchándome por esto.

Igual una disculpa si sienten esta entrada en específico como mucho más informal o menos trabajada, entre en un bloqueo con este tema, así que hice mi mejor esfuerzo, una disculpa por lo cortito.

¿Qué te pareció? ¡Adoraría leer tu opinión!

Sin más que decir me despido, esperando que hayas disfrutado de la lectura :D

Writetober [Spreenter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora