Día 16 | Noviazgo falso

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No era novedad para nadie que el albino y el azabache estuviesen siempre juntos, no importaba que no compartieran ninguna clase al encontrarse en carreras diferentes, en cuanto la clase llegaba a su fin siempre asistían al encuentro del otro.

Era bastante común entrar a la cafetería o a los centros de entrenamiento y vislumbrar una cabeza con cabellos blanquecinos al lado de unos cabellos tan oscuros como el carbón.

Fue por eso que nadie cuestiono los rumores que se habían esparcido sobre una aparente relación entre el par, considerando la naturaleza de su amistad parecía ser lo más lógico.

Lo que los demás ignoraban era que esparcir los rumores había sido ideado por la dupla con ayuda de sus amigos.

¿Su objetivo? Que todas las personas que los miraban con intereses románticos simplemente los dejaran en paz, había sucedido más de una ocasión desde que el semestre había dado inicio.

Y considerando que ni a Conter y mucho menos a Spreen les interesaba algo en el aspecto romántico, parecía haber sido la solución más satisfactoria, puesto que se habían visto envueltos en paz desde el momento en que los rumores crecieron.

Sin embargo, no esperaban que su situación escalase hasta el punto de verse prácticamente obligados no solo a aceptar una "boda falsa" sino también a competir como la mejor pareja.

Todo había comenzado cuando algunos representantes del congreso de estudiantes habían logrado conseguir un patrocinio de una empresa especializada en bodas falsas, bajo el eslogan "Tu boda en un día"

Y nada de aquello sería tan terrible si no fuera porque accidentalmente hubieran resultado ganadores del premio mediante una votación y ahora se veían obligados a hacer uso de los boletos que les permitirían, en palabras de la empresa, un día de ensueño.

Podían culpar a Spreen de que hubiesen resultado como vencedores en las elecciones, puesto que el albino ni siquiera se había percatado de aquello hasta que habían ido a buscarlo en medio de una clase y reclamaban su presencia.

Su expresión había sido un poema mientras escuchaba su nombre y el del azabache como vencedores de un concurso al cual no recordaba haberse inscrito.

Cuando encontró al azabache entre el público que intentaba escapar de esa situación, rápidamente lo llamo por el micrófono, porque si iba a pasar la vergüenza de su vida, arrastraría al otro consigo.

—¡Spreen! —Sus palabras resonaron por el auditorio a través de la amplificación, consiguiendo que todos volteasen a ver al azabache que se encontraba a escasos metros de la salida— ¡Cariño, ven! —

Sus palabras a oídos de cualquiera habrían resultado una dulce melodía, sin embargo, para el azabache que lo conocía a la perfección, sabía que detrás de aquellas palabras de su fachada romántica solo había una clara amenaza.

Sopeso por un instante si prefería la humillación pública o una probable fractura en las costillas debido a la forma peculiar que tenía el albino de lanzar patadas con una precisión y fuerza aterradoras.

Decidió que prefería la humillación publica antes que una visita al hospital a escasas semanas de la pelea que sería un antes y un después en su carrera, podía perder su dignidad, más no iba a perderse "La velada del año"

Forzó una sonrisa mientras con paso renuente avanzó hasta el podio en el que el albino lo esperaba con una sonrisa enamorada a ojos de los demás, pero para el azabache solo podía ver la sonrisa más aterradora que le había visto nunca al de ojos zarcos.

Se posicionó a su lado intentando mantener distancia, la cual fue acortada por el albino, quien lo sujeto por la cintura, acercándolo para que pudiese escuchar sus susurros.

Writetober [Spreenter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora