—Mozzarella... Sí, una pizza con mucha, muchísima mozzarella—. Chaeyoung apartó la vista de la pantalla para mirar fijamente a su novia, que apoyaba los pies sobre su regazo y la cabeza sobre el reposabrazos del sofá. Mientras tanto, Jisoo parecía estar teniendo un sueño húmedo con... ¿Una pizza?
—¿Amor?—. La azabache se mordió el labio, con expresión soñadora, y Chaeyoung frunció todavía más el ceño.
—Chaeyoung, eso es lo que necesito.
La rubia arqueó una ceja, y paseó la vista desde el rostro de Jisoo hasta su abultado vientre de seis meses.
—¿Qué necesitas?
—Pizza. Mucha pizza. Con mucho queso. Oh, si...
—¿No puedes comer otra cosa? Talia no está y no tenemos pizza—. Jisoo la fulminó con la mirada desde la otra punta del sillón, y Chaeyoung se amilanó.
Sí, ni un pelotón de francotiradores apuntándole conseguían intimidarla, pero su novia embarazada la ponía en su lugar con sólo una mirada.
—Quiero. Pizza—. Espetó, separando las palabras, y Chaeyoung se puso de pie con un suspiro.
Y pensar que todavía quedan tres meses más...
—¿De dónde se supone que sacaré pizza a la una de la mañana?
La azabache se encogió de hombros, con esa típica expresión de '¡Ese no es mi problema!', mirándola con aquellos enormes ojos cafés desde el sofá.
Chaeyoung paseó la mirada por la sala, soñando con que alguno de sus empleados apareciera justo en ese momento y se hiciera cargo de ir a comprar la tan deseada pizza.
—¡Chaeyoung! ¿Qué estás esperando?
Volvió a bajar la mirada hacia su novia, que le devolvió la mirada expectante.
—¿De verdad que no puedes comer otra cosa?
—¡Park Chaeyoung! ¡Te juro que si no buscas la maldita pizza en este instante, te arrepentirás de no haberlo hecho cuando me encargue de ti!
La rubia rodó los ojos, molesta, antes de tomar su chaqueta y caminar hacia la puerta de la sala.
Estaba tomando el pomo con una mano cuando un sollozo la frenó de golpe.
Con el ceño fruncido, volvió apresurada hasta el sillón, en donde Jisoo sollozaba desconsoladamente.
—Cariño, ¿Qué sucede?—. Se arrodilló a su lado, apartando los azabaches cabellos de su cara y secándole las lágrimas con delicadeza. —Ey, ya traeré tu pizza, lo prometo.
—¡Lo si-siento, te traté tan ma-mal!
Jisoo siguió sollozando, y Chaeyoung la miró desesperada.
—Amor, no, no llores. No me trataste mal...
—¡Te amenacé!—. Respondió, mientras se giraba para enterrar el rostro en un cojín.
Chaeyoung estaba histérica.
Nunca sabía qué hacer cuando las hormonas se apoderaban de su novia y decidían jugar un rato con ella.
—Sí, lo hiciste. Creo que te estás juntando mucho conmigo...—. Jisoo sollozó todavía más fuerte. Ok, bien, nada de chistes. —Pequeña, mírame—. Chaeyoung acarició sus cabellos hasta que Jisoo despegó el rostro sólo un centímetro del almohadón, mirándola con un solo ojo lleno de lágrimas. —Todo está bien, no me ofendí, y no lo sientas. Lo entiendo perfectamente, estás alterada—. Jisoo abrió los ojos como platos, y luego abrió la boca dispuesta a mandarla a freír nabos. ¿¡Quién se pensaba que era ella para decirle que estaba alterada!? Pero Chaeyoung fue más rápida, y comenzó a hablar con rapidez. —No, no estás alterada, claro que no. Siento haber dicho que estás alterada, era mentira—. Chaeyoung decidió dar por terminada la charla, al ver que no la estaba llevando a ningún lado seguro. —Mi amor, iré a buscar tu pizza, ¿De acuerdo? Todo está bien, ven aquí—. Se inclinó para besar su frente y Jisoo la miró fijamente, viéndola ponerse de pie. —Te amo.

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Suya | Chaesoo
Fanfiction𝗖𝗦» Lo último que se esperó Jisoo al ser secuestrada, era terminar en las manos de una mujer como Park Chaeyoung. Terriblemente poderosa, posesiva y seductora. Rosé no sabía porqué la había aceptado como un 'regalo'. Lo único que sabía era que en...