Jisoo
Cuando llegamos a mi cuarto en el hotel, Chaeyoung se sentó en la cama con Sophie en brazos, arrullandola para que cayera dormida.
—Siento haberme ido, Chaeng— Susurré desde el marco de la puerta que daba al baño.
Mi rubia levantó la cabeza hacia mí, y luego de unos segundos me sonrió suavemente.
—Lo sé. Cuando te fuiste estaba tan enfadada contigo, pequeña. Lo único en lo que podía pensar era en buscarte, encontrarte, llevarte a rastras a casa si era necesario y encerrarte en la habitación hasta el fin de los días.
Me mordí el labio, sabiendo que realmente había pensado en hacerlo. Chaeyoung no era de las que hablaba porque sí.
—Pero me hiciste abrir los ojos, amor. Y eso nunca hubiese sucedido si tú no hubieras hecho esto.
Asentí lentamente, sintiendo como un peso que cargaba en mi corazón desaparecía.
—Voy a tomar un baño—. Murmuré acercándome a ella, besando sus labios y luego la frente de mi pequeña.
Chaeyoung asintió, y cerré la puerta del cuarto de baño detrás de mí.
Luego de desnudarme y llenar la bañera de agua caliente, me sumergí en ella soltando un suspiro de alivio.
Este día había sido agotador, y no quería ni pensar en el bombardeo de preguntas con las que me llenaría Rachel al llegar mañana a la librería.
Cerré los ojos y reposé la cabeza hacia atrás, preguntándome qué sucedería ahora.
Chaeyoung no me había dicho sí nos llevaría con ella, o se quedaría, o si se iría dejándonos aquí.
La idea de verla partir me impacientaba. No podía verla irse, no podía alejarme de ella otra vez.
—Con permiso—. Abrí los ojos cuando la voz de Chaeyoung sonó cerca de mi espalda, y me senté dentro de la bañera para sonreírle.
Mi novia, preciosamente desnuda, se sumergió en la bañera también, detrás de mí, y me rodeó con sus brazos apretando mi espalda con fuerza contra su pecho.
Adoraba estar aquí, sintiendo cómo su fuerza y seguridad me hacían a mí más fuerte.
Chaeyoung era la mejor compañera que hubiese podido desear para mi vida.
Era tan fuerte y protectora, y podía llegar a ser tan posesiva y dominante que me hacía querer gritar. Pero también era increíblemente tierna cuando quería.
Generosa y fiel. El amor de toda mi vida.
—¿Ya terminó todo?— Murmuré esperanzada.
Chaeyoung inspiró hondo, y supe que no. Nada había terminado.
—Acabé con Mina. Lo que hizo la otra noche fue por lo que hice con Ryujin, su 'mentora'—. Respondió mientras acariciaba mis brazos con la punta de los dedos, haciéndome estremecer. —Pero hay muchas otras cosas por hacer. Ninguno de mis socios está muy feliz con esto de mi renuncia, ya sabes...
—¿Están intentando matarte?
—Un par de ellos.
—¿Acaso nunca se va a acabar?— Protesté, dejando mi cabeza caer sobre su hombro.
Chaeyoung me estrechó entre sus brazos y besó mi cuello una vez.
—Sí lo hará, te lo prometo, cariño— Murmuró contra mi cabello. —Te amo.
Me giré entre sus brazos y la abracé con fuerza.
El miedo que sentía por ella era devastador, y realmente, no creía poder soportarlo mucho tiempo más.

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Suya | Chaesoo
Fanfiction𝗖𝗦» Lo último que se esperó Jisoo al ser secuestrada, era terminar en las manos de una mujer como Park Chaeyoung. Terriblemente poderosa, posesiva y seductora. Rosé no sabía porqué la había aceptado como un 'regalo'. Lo único que sabía era que en...