Era casi la una, Kanna debía ser recogida pronto. Saikawa no podía ir con ella porque de frente sus padres se la llevaron a un viaje familiar por el fin de semana, por lo que alguien debía ir por ella. Tohru compro lo necesario para dos semanas y salieron del distrito comercial. Afuera el día estaba muy tranquilo.
-Me encanta salir contigo Kobayashi-san.
-Es la enésima vez que me lo dices, pero si, es bueno salir con una amiga.
"Amiga ¿Como que amiga? Deberías ser mi novia" pensó la dragona del caos. La verdad, Kobayashi no es que sea el top modelo o la miss universo de Japón, pero tenía algo de elegancia. Tohru mayormente se atrae hacia ella por su cuerpo, eso a pesar de que su ama no tiene las características de una diosa de la lujuria. Si Tohru estuviera en Las Vegas, sabrá lo que es tener una pareja de verdad.
Pasaron por la calle todo recto,la esquina estaba cerca, solo debían tomarla, luego cruzar a la otra calle, girar a la derecha y habrán llegado a su destino.
Kanna las esperaba en un banquito, se sentía sola sin Saikawa. Era solo una mitad de una pieza completa, Saikawa es todo su mundo. Hasta hace poco se enteró de que ella gusta de Kanna, pero eso no la perjudicó, más bien,la ánimo a seguir ese sueño.
Las dos adultas llegaron a la calle para cruzarla, pero cuando oyen a unos cuantos gritar, Kobayashi mira hacia esa dirección y ve allí, al otro lado de la carretera un paradero que estaba lleno de gente. Ahí mismo había una subasta estadounidense a juzgar por la bandera. La estoica camino lentamente hacia la subasta, había algo allí que la llamaba, algo que, de seguro, podría cambiar su vida para siempre.- ¿Kobayashi-san?
Se sorprendió Tohru al ver a su amada alejarse de ella. Kobayashi no corría, pero sus pasos iban velozmente hacia la razón de su entusiasmo.
-Espera Kobayashi-san, no tan rápido.
No le hizo nada de caso. Kanna se perdía una corrida muy agotadora y eso era bueno. Kobayashi llega hasta el local, era manejados por japoneses y americanos. Hablan muy bien los idiomas opuestos, era increíble verlos así. Tohru llega justo cuando su ama camina entre los Stands que mostraban artículos americanos muy buenos y que no consiguen en Japón. Kobayashi estaba embobada con algo, algo que Tohru creía que se movía con magia. Era un auto. Un Chevrolet de 1997 azul turquesa, casi viejo y con algunas piezas faltantes como una luna, un farol o parabrisas. El dueño del Stand no se encontraba allí.
- ¿Kobayashi-san?
-Hum... Mira Tohru, no es hermoso.
Dijo refiriéndose al auto. La dragona no entendía nada, su ama estaba loca por un auto que parecía falso.
-Es solo basura.
Respondió con un quejido, pero su ama lo negó y empezó a pasar la mano por el auto, eso le hubiera gustado a cierta sirvienta dragona.
-No me digas que me hiciste venir por esto. Es más, ni siquiera sé cómo supiste que esto estaba aquí... ¡TIENES TELEPATÍA!
-No grites.
Respondió sin alzar la voz. El dueño del Stand la vio emocionada por el auto, era un señor viejo, americano y vestido como vagabundo.
-Te gusta verdad niña.
Kobayashi se asustó al verlo, creyó que había hecho algo malo, pero no, el viejo juego en su bolsillo y saco unas llaves.
- ¿A cuánto me lo dejas?
Tohru se sorprendió por esa pregunta, su amada Kobayashi quería comprar ese Chevrolet. El viejo le dijo que ahora pedía 1300 yenes por él, era un ofertón en su país. Kobayashi acepto al instante, esto dejo paralizada a Tohru.
-Espera aquí entonces, traeré la factura.
Kobayashi estaba feliz, eso era raro en ella. Era como si ese auto sea el motor de su felicidad, como si desde el inicio estuviera destinado a él. El auto le había llamado, o al menos eso creía ella. Tohru se puso en frente de ella para darle un sermón.
- ¿Qué mierdas haces Kobayashi-san? No te bastaba con tenerme a mi.
-No es eso Tohru, yo siempre te querré como mi mejor amiga, pero esto supera ciertos límites.
-No comprendo.
-Que tal vez esto sea lo que realmente faltaba en mi vida.
Tohru sintió una gran ira crecer en su interior. El dueño del auto regreso con unos papeles que eran el permiso de conducir, el permiso de traslado y una hoja de vida del auto. Dejo las hojas sobre el capote del auto y le dio un lapicero a Kobayashi.
-Firme allí.
Así lo hizo, luego pago con un cheque y recibió los papeles.
-No será necesario pagar para la matrícula, eso ya viene incluido, cortesía del tío Sam.
Tohru seguía molesta, sentía la necesidad de matar a golpes a Kobayashi, pero eso significaría un vacío grande en su corazón. Kobayashi se metió en el auto y fingió estarlo conduciendo.
-Ya no tendré que gastar plata en trenes.
Parecía ebria, pero sin haber tomado. Tohru fue con el vendedor del auto y le pregunto algo.
- ¿Por qué lo hace? Kobayashi-san solo me pertenece a mi.
-Estas loca o que, las personas no son propiedad de nadie.
Se fue de su vista, la dragona regreso con su ama la cual sigue viendo el interior del auto. Tohru echo un bufido de molestia.
Esto termina aquí por hoy. Se pondrá emocionante, ya lo verán.
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MYRANDA
FanfictionKobayashi-san se enamorará de un auto Chevrolet de los 90s en una subasta estadounidense, esto despertara los celos de su sirvienta Tohru. Incluso, tal vez, se podría considerar la idea de que Kobayashi trata a su nuevo auto como su novia. ¿Esto sig...