Capitulo 4: Nuevas personas 💁

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Al día siguiente, domingo 8 de octubre, Kobayashi se levantó tarde debido al estres y mucho trabajo. Tohru la despertó con el olor del desayuno. Kobayashi se levanta y sin cambiarse de ropa, va al comedor junto a los demás. 

-Buenos días chicas.

-Buenos días Kobayashi-san.

Tohru había preparado huevos con tocino, algo que siempre le gusta a su ama. Desayunaron con calma y luego dejaron el servicio en la poza para que Tohru lo labe. Kanna fue a su cuarto para dibujar, Ilulu no trabajaba hoy, los domingos era como su sabbath japonés. Fue a ver noticias en la televisión, Kobayashi se levantó de la meza y fue a su cuarto para cambiarse. Después de eso, salió a la ferretería que estaba cerca del parque para comprar algunas tuberías y motores de autos antiguos. En el camino se encontró con Takiya y Fafnir, quienes regresaban de una tienda de mangas.

-Hola Takiya ¿qué te trae por aquí?

-Solo estaba con Fafnir haciendo cosas de otaku.

La chica miró a Fafnir, este tenía la misma expresión malhumorada de siempre. Takiya vio con extrañez a su amiga de oficina.

-Ya no llevas lentes.

-Si, es que me molestaban, pero ahora veo bien sin ellos. 

Fafnir echó un suspiro de aburrimiento. Los amigos se separaron y cada quien fue por su lado, Kobayashi fue hacia el depósito Okayo para recoger el pedido de su jefe Karmel. Después va a la playa de estacionamiento a dejar el padido, Karmel no estaba allí, solo un par de sus trabajadores. Pronto logró reconocer a uno de ellos, era el sujeto que antes le había causado problemas a Tohru en la calle, el Mata Dragones. Dylon, Mikkel y Karrel estaban con ellos también, ellos conocen a Kobayashi y la detestan por su forma de ser.

-Hola cuatro ojos.

Kobayashi les gruñó y pasó de largo. Fue hasta su Chevrolet para terminar de arreglarlo, pensaba estrenarlo mañana para el campeonato deportivo de Kanna, era la segundo vez que iría. Los matones se fueron dejando a Kobayashi sola con los demás empleados. Había uno que era un novato, casi como Kobayashi. Su nombre es Kumtha, un extranjero que venía de Tokyo por conseguir trabajo. Identificó a Kobayashi en su peusto y fue hacia ella.

-Buenos días señorita.

-Hola, nunca te había visto por aquí.

-Es que soy nuevo.

Ambos se sonrieron y empezaron una conversación que casi duró dos horas. Ambos se llevaban muy bien, hasta parecían la pareja perfecta, todo esto lo veái Tohru desde el auto, así como lo oyes, la parte del alma de la dragona que vive en el auto podía percibir lo que sucedía en su entorno. Cuando Kumtha y Kobayashi pararon, fueron a almorzar junto al Maid Café, ahí se encontraron con Tohru, esta no se veía muy feliz, aunque lo ocultaba. 

(EN LA CASA DE SAIKAWA)
Kanna e Ilulu estaban aquí jugando con la pequeña humana castaña. Jugaban videojuegos muy divertidos sobre autos. En un momento Ilulu fue al baño dejando a los dos niñas solas.

-Oye Kanna-san ¿alguna vez haz pensado en el futuro?

-No.

Dijo muy sinceramente.

-Bueno, pues yo si un poco. Creo que, como hemos sido amigas por mucho tiempo y ya que me diste un beso el otro día, pensé...

No pudo termianr porque Kanna le robó otro beso en los labios. La chica se sonroja, pero se controla un poco. 

-Lo que sea que quieras decirme, dímelo Saikawa.

-Ok... quisiera que... tu y yo fueramos...

No terminó porque Ilulu entró en la habitación. Trajo dulces consigo los cuales compartió con mucho gusto. Siguieron jugando un rato más hasta que se canzaron, Ilulu salió del cuarto y fue encontrada por Georgie. 

- ¿Pasa algo señorita?

-No, solo estoy aburrida.

Georgie, a comparación de otros días, se veía preocupada. De algún modo gracias a una de las visitas de Tohru, descubrió que Kobayashi tiene un nuevo auto y que gracias a eso actua de forma extraña. Georgie le contó a Ilulu una expriencia similar con un primo que tuvo hace mucho tiempo, que al igual que Kobayashi, tuvo un auto, un Plymouth Fury azul, dijo que se obsecionó tanto con él que terminó por tratarlo como su esposa y que se volvió un desalmado. Dijo que elauto fue destruido en un accidente en donde el conductor también murió, lo único que se rescató fue el motor el cual fue reciclado. Con toda esa información, Ilulu concluyó que tal vez ese motor es el mismo que está en el auto de Kobayashi. Sin perder más tiempo, salió de la casa rumbo a la subasta que recién estaba cerrando, preguntó por algún vendedor de autos antiguos, uno de los guardias señaló al sujeto que le vendió a Kobayashi el auto, el señor James LaBey. 

-Disculpe señor.

- ¿Qué pasa niñita? no tengo tiempo para juegos.

-Necesito hablar con usted sobre el auto que le vendió a Kobayashi.

- ¿Cómo? a Myranda.

- ¿Myranda?

-Así llamo yo al auto, en honor a mi hermana muerta hace cinco años.

-Sé que el motor de ese auto le pertenecía a otro que murió en un accidente de tráfico.

Ahora Ilulu se veía molesta. James le llevó a un lugar más apartado y confesó algunas cosas.

-Mira, es cierto que no le conté a esa chica estoica toda la verdad. Si, el motor de ese auto le pertenecía a Orlando Saikawa, un viejo amigo mío. Él vino con otra niña llamada Georgie a comprar el auto, en ese entonces era más joven. Él se emocionó con el auto y se lo quedó.

-Kobayashi no hubiera comprado el auto de haber sabido todo eso.

James estaba furioso, si algo detestaba era los interrogatorios. Ya tiene muchas experiencias malas con ese tipo de gente.

-O eres estúpida o no conoces a tu amiga. Tenía la misma mirada que le ví a Orlando. Si algo sé de él, es que amo con toda su alma ese auto. Después de conocer a una jovencita de pechos bultosos llamada Sheika, no fue el mismo. Era com osi de alguna forma la aparición de esa señortia halla afectado en algo a ese vehículo. Su prima Georgie casi muere dentro de él, a este ni le importó, él siguió yendo bien magnánimo por la carretera sin preocuparse por nada ecpeto por Myranda, cuando sí proteste fue cuando mató a Keyla.

- ¿Quién era Keyla?

-Su novia, era estadounidense igual que yo, aunque a él poco le importó. Entonces le dije que lo desmantelara, era lo más correcto. Después de morir, recogí el motor el cual se encendió hace cinco.

- ¿Usted lo hiso funcionar de nuevo?

James lo niega.

-Ahora que sabes todo eso, lárgate.

Así lo hizo. Ilulu estaba traumada, no sabía cómo reaccionar, era obvio que Kobayashi estaba metida en un buen lío.

Aquí terminamos por hoy.

MYRANDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora