Dia 6: Primera vez enfermo

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Hacia poco Marc llego de la escuela junto a Will con la noticia de que había un virus rondando por las aulas, por eso por dos semanas harían clases virtuales como hace dos años.

Pero a la mañana siguiente, Will empezó a sentirse mal, con fiebre y con ganas de devolver lo que comía, por eso estamos esperando que nos atiendan en la guardia.

_Con una pastilla y una siesta, me sentiría mejor, no hacía falta gastar dinero en un médico.

_Es una guardia, Will, nadie nos cobra por estar aquí, pero quizá nos recetan la medicina_ peino sus rulitos de su frente, estaban todos mojados por el sudor_ Te sientes mal, verdad, amor?.

_Un poco, pero el té que me dio papá Marc me hizo sentir mejor que ayer.

_Bueno, cuando volvamos te preparo mi sopa especial para resfriados y eso seguro te hará dormir del tirón, no creas que no me di cuenta de que casi no dormiste.

El medico nos dijo que era un poco más grave que un resfriado común, pero con una semana de reposo y cuidados, se iba a sentir mejor, además de tomar la medicina cada doce horas.

Lo primero que hizo al volver fue decirle todo a Marc, quien estuvo esperando con un poco de té. La carita de asco que nos dio al tomar el garabe fue totalmente adorable.

_Es asquerosa, pero supongo que me hará bien.

_Claro que si, aunque lo que más rápido te va a curar es dormir y reposar, así que ve a acostarte un rato, cuando te de hambre me avisas.

Marc estaba un poco preocupado, yo igual pero confío en lo que dijo el médico.

Preparar la sopa junto a Marc me recordó a cuando recién nos casamos, hacíamos casi todo juntos, incluso esto, pero ahora extraño tener a Will sentado junto a mi hablando de como hay niños en ma escuela que se portan como patanes, lo que lo desanimo es que sabe que eso sigue pasando incluso en el mundo adulto, como ejemplo puso a Donna, mi jefa.

_Marc, ve a ver si sigue bien mientras termino de preparar esto.

Esucho que ellos hablan de algo, pero no logro escucharlos, hasta que veo a Marc haciéndome una seña de paz. Me río un poco de su cara.

_Dice que esta bien, pero que el olor de la sopa lo despertó.

_Ya se la llevo.

Verlo comer sin tener cara de sentirse enfermo me dio un poco de tranquilidad, su sonrisa al tomar tres cucharadas sin parar fue pura felicidad.

_Esta muy buena, aunque en realidad no puedo sentir sabores.

Marc se empezó a reir como si no hubiera un mañana.

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