❝ Dulce y picante. ❞
Según Jisung, no había nada mejor que comer algo preparado por quien amas. En su familia, donde todo el mundo es un desastre en la cocina, las únicas veces en las que podía llenarse de ese sentimiento de dicha mezclado con orgullo y pura satisfacción, eran cuando los visitaban sus abuelos, que de alguna forma no pudieron transmitirle sus conocimientos culinarios a su padre. A ambos se les inflaba el pecho cada que le daban a su nieto favorito de probar sus mejores recetas, y él por supuesto adoraba ser mimado de aquella manera.
Había algo en descubrir que la atrevida, desvergonzada y siempre cachonda Sihyeon que ya de por sí lo traía loco era de la clase de persona que horneaba galletitas de osito con decoraciones de glaseado en colores pastel y, al igual que sus amados abuelos, lo veía con expectantes ojos brillosos al dar el primer bocado, que simplemente le hizo caer aún más por ella. Si bien todavía estaba lejos de amarla, sintió todo aquello que pocas veces podía sentir al sus papilas gustativas deleitarse con la mejor galleta del mundo.
—¿Sí te gusta? —consultó ella impaciente, pues lo único que pudo hacer Jisung fue cerrar los ojos y masticar lo más lento posible, concentrado en el exquisito sabor que quisiera no se acabara nunca.
Gimió— Está deliciosa... Es la mejor galleta que he comido en mi vida.
—¡Yah!, No exageres~ —respondió, cubriendo su rostro con ambas manos. Cocinar era su pasatiempo favorito, y como raramente alguna de sus maravillas salía de su casa o la de Hyunjin, ver que alguien distinto disfruta de ellas era halagador. Pocas cosas le hacían sentir realmente halagada, pues todos los cumplidos del mundo se los habían dicho, pero que elogiaran su comida era definitivamente una de ellas. Que lo hiciera alguien con la carita de Jisung, creía podría ser la mejor—. Solo son unas galletas normales~.
—¿Acaso no las has probado? —cuestionó casi como ofendido, alzando una ceja, y resopló, dándole un mordisco más con el que por poco ronroneó. Sería capaz de comerse veinte más, mínimo.
—Ay, ya —se quejó, dándole un pequeño empujón en el hombro, sin querer que parara realmente a juzgar por la leve sonrisa en su rostro—. Solo quieres que me sienta bien.
—Y tú solo te estás haciendo la modesta.
—Puede ser —le sacó la lengua, aunque él estuviera concentrado en otra cosa—. Lamento no restregarte en la cara que soy una maldita diosa en la cocina —se encogió de hombros, disfrutando por su parte de simplemente verlo devorar con tanto gusto.
Estaban en el aula de música, donde se escabulleron apenas vieron que se encontraba vacía para la última hora. Era usual, realmente, pues al contrario de salones como laboratorios o de clases sin más, este era poco usado. Aprovecharon que los conserjes cerraban todas las puertas con llave de una vez simplemente al final de la jornada y entraron fácilmente, dejando todas las luces apagadas y acomodándose de todas formas en lo que sería un punto ciego desde la entrada, detrás del gran y bellísimo piano de cola.
Jisung tenía la espalda recostada de la pared y las piernas estiradas, se había quitado el saco del uniforme y lo había dejado doblado sobre su bolso, que estaba a medio metro de ellos en el piso junto al de ella. Sihyeon en cambio estaba sentada sobre sus pantorrillas a su derecha, sus rodillas casi tocando el muslo del chico, con las manos a sus espaldas recargadas del suelo en una posición despreocupada. Su corta falda se había levantado hasta un poco más arriba de la mitad de sus muslos por ello, y no fue hasta que le picaron las manos por haberlo estado solo viendo y no tocando que aquello le dio una idea.
—Claro... —Jisung tomó otra sin pena alguna y arrancó la cabeza al oso de un mordisco. Le dio un vistazo de reojo, apenas sonrojándose al notar que tenía sin titubear su completa atención encima— Tú... ¿Haces... Esto... Muy seguido?
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Taste | Han Jisung
Fanfiction(+18) La mejor amiga de su mejor amigo... Preciosa, sensual, y, sobre todo, ciertamente prohibida. Sihyeon ha sido siempre aquella belleza inalcanzable, venerada y cotizada, sin falta siendo resguardada cuidadosamente por el busca pleitos de Hyunjin...