❝ In fraganti. ❞
Con un beso y un "llámame, ¿Sí?" de Sihyeon, acabó la ocasión. Al pasar los días, Jisung inevitablemente tuvo que quitarse la vergüenza ante la verdadera necesidad de tomarla de nuevo, pues Sihyeon continuó con aquel viejo plan de ignorarlo. Se dignó a tomar al fin la iniciativa; aunque algo nervioso la llamó y le pidió muy amablemente el verse, ella rió antes de aceptar.
De esa forma, a aquel segundo encuentro le siguieron unos cuantos más con los que pudieron ir familiarizándose el uno con el otro a través de la ardua práctica y, habiendo descubierto sus puntos débiles, la cosa se fue tornando cada vez más placentera. Cómoda, agradable y jodidamente caliente, sobre todo.
Sin embargo... No podía ser perfecto para siempre y, aunque Jisung ya tuviera más seguridad de sí mismo frente a ella, había llegado aquel temido y maldito día oscuro que le arrebataría al chico la confianza que había recopilado hasta el momento: el día en el que le escribió desesperado, con una terrible erección, y ella lo rechazó como si nada.
Fue en una tarde tranquila. No estaba haciendo nada necesariamente incitante, pero de todas formas la mente de Jisung no pudo evitar divagar hacia las últimas veces en las que había estado con Sihyeon. Se puso a pensar en cómo habían probado distintos rincones del departamento, para empezar. No tardó en recordar aquella descarada costumbre suya de tener los ojos clavados a los suyos a todo momento; no importaba que su vista estuviera nublada o que le costara hacerlo, siempre que la posición lo permitiera, Sihyeon procuraba mantener contacto visual con orgullo.
Se puso a pensar en lo juguetona que era en el acto, en cómo no se cohibía para obtener lo que quisiera o para demostrar su calentura, en cómo bastaba que le hablara de cierta forma para encenderlo. Escuchó en su cabeza aquellos gloriosos gemidos y pronto estuvo hasta imaginando una escena. Vio perfectamente a Sihyeon frente suyo, con las piernas abiertas para enseñarle lo mojada que estaba, sus labios entreabiertos y sus ojitos mirándolo expectantes.
Y, claro, se puso duro.
Todavía no le gustaba mucho la idea de molestarla por aquello –solo pensar en que podría llamarla en un momento inoportuno le aterraba–, así que en serio trató de bajarlo de todas las formas posibles. Se dio una ducha realmente fría en la que acabó masturbándose pensando en ella, intentó leer un libro que no le interesaba en lo más mínimo, se puso a jugar en la consola con una mueca constante en la cara, hasta comió sin hambre, pero ¡Nada lograba distraerlo de esas tremendas ganas de joderla!
Su terco y hormonal cuerpo de adolescente necesitado tenía solo una manera en la que quería deshacerse de ese problema, así que no tuvo más opción que mandarle un mensaje. De la misma forma en la que siempre lo hacía, que pretendía ser despreocupada pero estaba en realidad calculada a fondo.
«Hey, Sihyeon», comenzó, mordisqueando sus uñas al presionar el botón para enviarlo y siendo incapaz de apartar la vista de la pantalla de su teléfono a la espera de una respuesta.
«Hey, Jisung», respondió Sihyeon a los pocos minutos, mas fueron la suficiente espera para hacer que su ansiedad incrementara tortuosamente.
«¿Estás libre hoy? Podríamos vernos en un rato, si quieres. Estoy caliente...», porque a pesar de todo no quería parecer que estaba imponiéndole nada, aunque la chica ya le hubiera dicho –y demostrado perfectamente– un par de veces que el trato autoritario le gustaba. Jisung aún no sabía muy bien qué tan pronto podía empezar con aquello, así que para no arriesgarse a ser un absoluto imbécil esperaba a entrar antes en ambiente.
«No», fue todo lo que dijo.
Y Jisung sintió como si un edificio le hubiera caído encima a él solito.
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Taste | Han Jisung
Fiksi Penggemar(+18) La mejor amiga de su mejor amigo... Preciosa, sensual, y, sobre todo, ciertamente prohibida. Sihyeon ha sido siempre aquella belleza inalcanzable, venerada y cotizada, sin falta siendo resguardada cuidadosamente por el busca pleitos de Hyunjin...