18. ¡No es una cita!

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Esto era imposible, ahora tendré que estar en una "cita" con Damien.....que horror. Me fije de la hora y solo faltaba 10 minutos para que sean las 3:30, me había puesto un simple short con converse y medias negras con una blusa del mismo color parecía emo pero me da igual lo que la gente piense y agarre mi cabello en una coleta de lado. Empece a caminar dirigiéndome a la estación y esperar para que ese inútil llegara, paso los minutos y lo vi llegando desde la entrada con una camisa negra con los tres primeros botones desabrochados y unos pantalones color blanco y .....ya no me interesa..

Se acercó hacia a mi pero yo hacia lo contrario y las demás personas se nos quedaban viendo; eso hacia incomodarme así que decidí quedarme quieta y esperar a que se acercara a mi. Nos adentramos al metro y estuve literalmente lejos de el, cuando el metro paró yo rápidamente salí de ahí antes de que las demás personas me empujarán y en eso perdí de vista a Damien, sin embargo salió unos segundos después de la multitud y yo solo solté una pequeña risita maliciosa. En el camino solo estuvimos en silencio pero unos minutos después Damien lo rompió haciéndome una pregunta -¿A dónde quieres ir primero? -

- A donde sea, el chiste es terminar de una vez con esto - Contesté malhumorada.

- Pero si apenas va comenzando -

- No me interesa - Fue lo último que dije y acelere el paso, pero el me alcanzo haciéndome otra pregunta.

- ¿Quieres comer? - Sin verme al rostro yo solo asentí y nos dirigimos o mejor dicho me dirigí al restaurante que estaba a dos cuadras de aquí pero Damien me detuvo y le hizo señas a un taxi para después subirnos, en el transcurso de camino me pude dar cuenta que era diferente y llegamos a un edificio reluciente en donde todo estaba limpio, me quede asombrada viendo de arriba para abajo para que después Damien me agarrara de la mano pero rápidamente me safe de su agarre. Un señor con esmoquin nos dejo pasar esa gran puerta de cristal y ya adentro solo pude ver mucha gente elegante con ropa fina "¿Acaso es un concurso de moda?" de ahí, un mesero nos llevo a una mesa de dos y nos enseño el menú, estuve viendo los platillos y a lado decía el precio...¡¿Pero que!?...un maldito platillo de un estúpido pedacito de carne a $500, esto era una exageración ni que trajeran los puercos de París.

-Oye...como que esta caro ¿no?- Dije apareciendome una gota en la cabeza.

- Se supone, es un restaurante elegante - Respondió lógicamente.

- ¿T-tu pagaras todo esto? - Pregunté incrédula señalando los precios del menú.

- Claro, solo es dinero - Dijo seco con la mirada en el menú.

Yo solo me lo quede viendo sin creer en sus palabras....Ohh pues si, me había olvidado que es hijo de papi.

Al final me decidí por un jugo de naranja y una ensalada..¡Ni crean que estoy a dieta para el cosplay! y al final como de postre una rebanada de pastel. El mesero trajo la comida y empezamos a comer en silencio aunque, a decir verdad Damien estaba comiendo con elegancia y yo como una cerda, y al ver como tomaba jugo de su vaso y alzaba el meñique que ni se por que carajos lo alzan, las demás personas murmuraban y a la vez me veían; eso me incomodaba pero ya se la razón, una es la forma en la que me vestí, dos es como estoy comiendo y tres....bueno solamente hay dos jejé, como sea, intente ignorarlos y comer más rápido para ya largarme de aquí.

Damien empezó a sacar dinero de su billetera y dejarle propina al mesero, salimos de ese gran restaurante pasamos por los grandes árboles y llegamos a un parque enorme donde habían muchos niños corriendo y muchos puestos de comida, en frente de nosotros había un puesto de helados así que Damien se dirigió ahí y compro dos, empezamos a comernos el helado y a caminar pero, en eso, vi a lo lejos la figura de Kaneki en edición limitada con otras figuras en una gran ventana de cristal, me quede boquiabierta y el Helado se cayó literalmente, no dudé en correr y acercarme mucho a la ventana con los ojos bien abiertos. Después llego Damien y vio mi cara de emoción al ver la figura para después reírse - ¿Quieres que te la compre? - Preguntó.

~La Chica Otaku~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora