29.Una verdadera cita

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A veces la vida te llena de sorpresas que ni tu mismo te imaginas, aún que no sea necesario ir con una persona para que lea tu mano y de diga el futuro pues así no valdría la pena el esfuerzo que hayas hecho para merecerla. Una de ellas fue Jack, quien vino desde Europa eh hizo que mi mundo de nubes grises se hicieran en blancas con un bello cielo azul, y también que mi vida miserable se hicieran recuerdos agradables junto a el. Otra y es la que estoy viviendo ahora es mi madre; si, la mujer que me tuvo hace diecisiete años, nunca pude imaginar que ella regresaría a su país natal. Desde que era chica ella se había ido para tener más dinero y cubrir mis gastos pero eso tenía un valor, alejarse de su familia. Cada noche necesitaba de sus abrazos pero los que recibía eran de mi tía que siempre me cuido, a parte, siempre me he imaginado tener una salida de madre e hija como lo e visto en otros lugares pero lo único que hacía es sentarme en una banca y dibujar a esas dos personas que platicaban alegremente. En vacaciones a veces venía pero sólo se quedaba dos días y se iba, pero lo dejo de hacer cuando cumplí trece años.

La alarma no dejaba de sonar, me levanté de golpe y bostece - Que sueño, o ¿será pesadilla?... Bueno sólo fue un sueño eso nunca podría pasar, como quiera no gane el concurso, y a parte nunca podría besar y hacer cosas cursis con Jack, eso es... Muy ridículo - Me sobaba la sien y al abrir los ojos veo las cosas y bolsas que habían en el piso - Ya vali berenjena... - Me volví a arropar y de repente mi tía tocó la puerta.

- Oye, levantate te quedan 20 minutos, se te hará tarde, ¡ya no eres una niña como para que te despierten!

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- Oye, levantate te quedan 20 minutos, se te hará tarde, ¡ya no eres una niña como para que te despierten!

- ¡Me niego! No quiero ir, estoy... Estoy enferma.


- De acuerdo iré por la inyección.


- ¡NO NO NO! - Saltó de la cama y me adentro al baño.


Cuando salgo del baño me visto, me peino, acomodó mi mochila y salgo de mi habitación para bajar a la cocina y servirme leche, mi tía baja y sirve también pero era para mi mamá, desde ayer no sale de su habitación, y mi tía no me deja hablar con ella. Al terminar de desayunar me despido de mi tía y salgo de la casa hasta llegar a la estación y a esperar al metro que no tardaría en llegar, en el camino no me encontré a Jack; por lo mismo de que voy tarde. Solo me faltaba poco para llegar y al escuchar el timbre comienzo a correr, y estando en los pasillos me resbalo - ¡Joder, de nuevo agua! , lo bueno que no es mucha - Ya no era algo nuevo, tendría que pasar en unos días de estos. Subo las escaleras hasta que llegue al segundo plantel, busque mi salón y abrí la puerta - Profe, ¿puedo pasar? - Detuvo su explicación y me regreso a ver, aceptó mi entrada y de nuevo comenzó a explicar, fui a mi asiento, vi a Jack y lo saludé sonrojada.


「•••」


- Iré a comprar algo de comer, vuelvo enseguida - Avisa Jack levantándose y yendo hacia la entrada.

~La Chica Otaku~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora