~La Chica Otaku~

24. ¡Feliz cumpleaños Jack!

- ¡Hoy va a ser un gran día! ¿Gran día? ¡Sí!, mejor me callo, parezco de esas personas que promocionan cosas por televisión – Murmuraba para mí misma en los que enjuagaba mi cabello, de ahí enrollármelo con la toalla, sin embargo, alguien abrió la puerta de baño - ¡¿Quién carajo es?! – Pregunte exaltada y rápidamente me tape con la cortina del baño.

- Ah estabas ahí – Contesta Karen soñolienta – Bueno me voy a salir –

Sin dudarlo salgo de la regadera y le puse seguro a la puerta para que otra vez no vaya a pasar; me puse mi ropa de casa, un simple short y una playera, Salí del baño para pasar a la fase dos: lo que me pondré para la fiesta. No soy muy buena vistiéndome, casi no me gustan los vestidos, me incomodaban; pero una cosa si se, era que no me iba a vestir como monja. Ya estando en frente de mi closet, di una mirada fulminante para después abrirlas y ver que prendas había pero antes de eso tuve que lidiar con mi primos para que pudieran salir de mi habitación; y ahora si sacar todo lo que había adentro, tarde como 30 minutos buscando algo adecuado pero no hallaba nada, eran puras playeras, shorts, jeans, etcétera, pero ningún condenado vestido. Cuándo ya estaba una montaña de ropa en mi habitación me percate que había otra cosa adentro del closet, estaba envuelto en una bolsa negra, lo descolgué de su lugar y lo puse en mi cama; de repente cayó como un sobre, más bien una carta, la levante y el nombre que estaba escrito era el de mi mama "Marlet". Nunca me había dado cuenta de que había esto en mi closet, abrí la carta y empecé a leerla.

"Violetta, como veraz...ya te habrás dado cuenta de tu regalo, este vestido era mío y lo use cuando tenía 18 en un evento, para ser más cara mole con este vestido y te lo quiero dar a ti porque eres mi única hija a la que quiero y aprecio pero también siempre quise verte con uno, espero que te tomes una foto y me la envíes, cuídate mucho"

Saque el vestido de la bolsa; era hermoso, estaba bien cuidado era color rojo sin mangas con brillos y estaba arriba de la rodilla aunque parece un poco a los vestido en los que bailan salsa, pero, por lo menos no es pegado de abajo. Me lo puse y me observe en el espejo – M-me v-veo m-muy femenina – Tartamudeé en lo que alzaba el vestido como tipo princesa.

«Tendré que soportar este vestido, tengo que orgullecer a mi madre »

- Fase tres, ¿Maquillarme? Y arreglarme el cabello – Dije no muy convencida de lo primero, puse unas silla en frente del tocador para luego ver que hago con mi rostro de anguila, pocos segundos después recordé que no tenía maquillaje porque yo no uso. Así que me salí de mi habitación y me adentre al de mi tía; abrí los cajones del tocador y estaban llenos de pinturas – Con razón tiene muchas arrugas –

Agarre el delineador, rimer, lápiz labial y todo lo que tenga que ver con maquillaje; me dirigí a mi habitación sin ser vista y me senté de nuevo en la silla – Para ser principiante no estañada mal ehh, pero solo lo hare por esta vez, no quiero terminar como el rostro de mi tía – Finalmente termine de pintarme pero en eso entran mis primas.

- ¡Oh por dios! Pareces modelo – Dijeron Karen y Nana al unísono.

- Shit ¡No me vean! – Les arroje una almohada a las de forma infantil.

Esquivaron la almohada y se dirigieron hacia mi haciendo varias preguntas - ¿Dónde compraste ese vestido? ¿Cuánto te costó? ¿Por qué no te vestías así antes? ¿Es por qué vas a salir con ese tal chico? – Y así invadieron mi privacidad con sus preguntas...esperen "¿Es por qué vas a salir con ese tal chico?" esa pregunta hizo que me recorriera un escalofrió por todo el cuerpo y eso era la última fase – ¿Quieres que te ayude con tu cabello? – Pregunta nana sosteniendo un peine y un secador.

- ¡No! Yo la voy a peinar – Exclama Karen y así empieza otra discusión.

No es necesario! Les pido de favor que salgan de mi habitación – Salieron lentamente con caras de tristeza –Bueno... me hare una coleta de lado y me pondré un listón – Terminando de peinarme me fui a mi cama para agarrar una bolsita color beige según para mí era la bolsita más femenina. Aparte me puse unos simples zapatos rojos, no quería usar tacón ya que era una molestia; desconecte mi celular que se estaba cargando y cheque la hora "1:45". Salí como meteorito de mi habitación de mi habitación sin despedirme de los demás; tome un taxi para dirigirme primero al parque para ver si estaba ahí Damien y los demás, no tuve que hacer tanto esfuerzo para convencerlo.