Capítulo 12 "Dura realidad"

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El capítulo de hoy va dedicado a aseyunc gracias por votar, tqm ✨❤️

Estábamos camino al aeropuerto para recoger a mis padres. Eddie se ofreció a llevarme, ya que habíamos tenido una pequeña pijamada que consistió solo en ver una película mientras estaba recostada en el pecho de Eddie. Incluso me quedé dormida antes del final. Cuando desperté estaba en mi cama con Eddie a mi lado, no era la primera vez que me despertaba con él así, pero si la primera vez que lo veía con otros ojos.

     -Ya quedé con Liam para empezar las lecciones

     -Me parece estupendo, ¿cuándo empiezan?

     -El martes, serán los días que no tenemos taller, además son los días que el no entrena

     - ¿Está en el equipo de americano? -de fondo había una canción de Bruno Mars. Eddie me había dejado poner la música el día de hoy, algo que no era muy común. –

     -Es el capitán -me quedé boquiabierta. – lo que si me parece extraño es que un tipo popular como el quiera tocar guitarra, aunque no me puedo quejar si hay un pago de por medio

     -Además de lo que te darán por las tocadas del bar tendrás lo de las lecciones, ¿qué harás con tanto dinero? -pique sus costillas y el río un poco. –

     -Tal vez invitarte a una cita -alce las cejas y el me dedico una sonrisa. – si tu estás de acuerdo

     -Es una buena idea -puse una mano en mi cuello con un poco de vergüenza. –

Parece que todo estaba sucediendo muy rápido, dos besos y ya quería una cita conmigo. En el fondo seguía sin creerlo, que todo este resultando tan bien. Pero seguía esa espinita molestando, si no seríamos nada formal. Yo no quería ser solo una más en la vida de Eddie, prefería mil veces seguir siendo solamente su amiga.

En cuanto llegamos a casa junto con mi madre y Fred, le pedí a Eddie que se fuera a casa. Los únicos momentos donde podía pasar mas tiempo con mi mamá era solamente porque Fred llegaba a dormir.

Después de un rato mi madre estaba en la sala. Fred en su recamara dormido, aproveché y me senté a su lado.

     -Mamá tengo muchas cosas que contarte

     -Claro cariño, ¿quieres pedir algo de comida?

     -Si mamá, pero puede esperar -la tome de las manos. -  las clases son estupendas, todo me encanta, estoy más que convencida que estoy en la carrera correcta.

     -Me alegra mucho oírlo -vi un brillo en sus ojos que solo aparecía en este tipo de momentos. - ¿y ya hay algún galán?

     -Se podría decir que sí -no pude evitar sonreír como una boba. –

     - ¿Quién es el joven afortunado? -pude verla sonreír, lo cual hizo que me emocionara aún más. –

     -Ya lo conoces mamá -me miro un poco confundida. – estoy hablando de Eddie

     - ¿Tu mejor amigo? -asentí y pude ver como la felicidad que había enmarcado su rostro cambiaba completamente por una de preocupación. – escucha cariño, se que lo quieres mucho, pero no lo veo teniendo un futuro prometedor.

     - ¿Cómo puedes decir eso? -aparte mis manos de las suyas y la mire con incredulidad. -  sabes que es una muy buena persona

     -Yo nunca dije que fuera una mala persona, pero no puedes tomar enserio a un jovencito que se viste así, escucha música inapropiada y piensa que podrá tener un buen futuro dedicándose a la música.

En verdad no podía creer todo lo que salía de la boca de mi madre. Un ardor comenzó a crecer en mi estómago, no permitiría que hablara así de él.

     -Yo estoy estudiante arte, y no veo que digas que no tendré un buen futuro, además también me gusta la música que escucha, no tiene nada de malo -tuve que apretar los puños para poder controlar la rabia. –

     -Tu eres diferente cariño -trato de poner su mano en mi rodilla, pero la aparte. – tu si tienes talento para lograr lo que…

     -No mamá -la interrumpí, mi voz irradiaba enojo que no trate de disimular ni un poco. – Eddie es de las mejores personas que conozco, es muy talentoso en lo que hace y le mete mucho corazón, además es la única persona que en verdad se preocupa por mi y siempre está cuando lo necesito.

     - ¿Insinúas que no me preocupo por ti? -se veía realmente ofendida y a punto de llorar. – Fred insistió en que nos quedáramos mas tiempo, no accedí porque quería verte.

     -Desde que Fred llego a tu vida pase a segundo termino para ti. – lágrimas comenzaron a brotar de manera errática. – nunca estás en casa, y cuando estás nunca me prestas atención

     -No seas ridícula -ahora ella estaba enojada. –

     -Mira mamá -limpie las lágrimas y aclare mi garganta. – lo único que pido es que no te refieras así a Eddie, lleguemos a tener algo o no, ten por seguro que me hace muy feliz, ¿acaso no es suficiente?

Me rodeo con sus brazos y no pude más que sollozar. 

     –Confiare en ti, si tu sientes que es bueno para ti, debe serlo

     -Gracias mamá

Estuvimos así unos minutos hasta que opte por irme a mi habitación. Decidí recostarme, no pude evitar en que si Fred se lo  proponía podría arruinar lo que tenía con Eddie. Mi madre no dudaría en ponerse de su lado. Estuve llorando un rato hasta que logré quedarme dormida.
No sé cuanto tiempo paso, me despertaron unos ruidos provenientes de mi ventana. Estaba un poco desorientada, trastabille un poco antes de abrir la ventana. Un muy sonriente Eddie Munson estaba ahí afuera viéndome con ojos de cachorro.

     -¿Qué haces aquí? -sonreí un poco mientras me hacía a un lado para dejarlo entrar. –

     -No contestabas mis mensajes, así que decidí venir a ver que todo estuviera en orden -me observo detenidamente mientras la felicidad dejaba su rostro y se transformaba en preocupación. - ¿estás bien?

     -No -sentí como mis ojos comenzaban a cristalizarse, lo abrace mientras volví a romper en llanto. – es el estúpido de Fred

     -Lo entiendo -uso un tono de voz muy tranquilo mientras acariciaba mi cabeza con mucha delicadeza. –

     -¿Podrías quedarte conmigo esta noche? -lo mire de manera suplicante y luego hundí mi cabeza en su pecho. –

     -No tienes que preguntarlo

Me tomo entre sus brazos y me llevo a la cama. Me depósito suavemente y se acostó a mi lado. Me jalo hacía el, mi cabeza estaba en su pecho y por su parte una de sus manos estaba en mi cintura y la otra le daba mimos a mi cabeza.

     –Deberías intentar dormir preciosa

No tuvo que decirlo dos veces. Su sola presencia me traía mucha calma. A eso podríamos sumarle el calor de su cuerpo conectando con el mío y la delicadeza de sus caricias. Me hicieron quedar profundamente dormida.

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Hola de nuevo chicuelas, un poco de drama, ¿Qué les parece? 🙈 Las tqm a las poquitas que leen, votan y comentan, las tqm ❤️✨

Dividida (Eddie Munson & Steve Harrington)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora