Ya pasaron cuatro meses desde el día en el que perdí mi virginidad, todo mejoro drásticamente. Mi relación con Eddie era perfecta, no podía pedir nada más, era muy atento, amoroso y siempre me apoyaba en cualquier cosa que necesitara. Cabe recalcar que el sexo era estupendo y lo hacíamos muy seguido (lo sé, soy una adicta, pero no pueden culparme teniendo un novio como Eddie).
Las cosas con la banda también estaban increíbles, los chicos ya tenían incluso su pequeño grupo de fans. Ya debía apartar mi lugar para poder estar siempre presente apoyando a mi chico. Algunas chicas ya habían intentado ligar con mi hombre, eran tanto por parte de la escuela como por el bar. Pero siempre las rechazaba cortésmente y se terminaba yendo en mi dirección para darme un dulce beso. Lo cual algunas veces me sorprendía porque las chicas eran realmente guapas.
Mi confianza había mejorado drásticamente, incluso me dedique aún más a mí y baje de peso, usaba ropa que antes no me atrevía. Mis calificaciones eran sobresalientes, incluso las notas de Eddie eran muy buenas, tomando en cuenta que antes no era precisamente el mejor alumno.
Las cosas con mi mamá habían pasado de catastróficas a técnicamente normales. Se había dignado a mandarme un mensajes hasta después de un mes de su partida, y a partir de ahí los mensajes se hicieron más frecuentes hasta el grado de querer verme antes de que regresara a la escuela. Obviamente me negué rotundamente, no me arriesgaría a estar cerca de Fred mientras estuviera viva. Pero me aseguró que él no estaría toda la semana porque se iría a un congreso. Últimamente no estaban tanto tiempo juntos, el bastardo la había botado técnicamente ya que no podía alejarla aún más de mí.
Acababa de tocar la puerta de la casa de mi madre, estaba súper nerviosa con la maleta en mano. Intentaba regular mi respiración, la idea de darme media vuelta e irme sonaba más tentadora con cada segundo que transcurría. Eddie me conforto al decirme que estaría pendiente del celular por si quería que fuera por mí en cualquier momento, sin importar que fuera en la madrugada, esa fue una de las razones por las que me anime a venir.
Ya estaba a punto de agarrar mi celular, pero escuche como giraba la perilla de la puerta, trate de relajar la tensión en mis hombros en el último segundo. En cuanto la puerta fue abierta pude ver a mi mamá, se veía algo cansada, las bolsas en los ojos y la falta de brillo eran muy evidentes, siendo contradictorio con la enorme sonrisa que enmarcaba su rostro.
-Oh cariño, te eche tanto de menos
Me envolvió en sus brazos y al principio estaba rígida, pero a decir verdad se sentía cálido, me sentía a salvo. La última vez que nos vimos se encargó de hacerme saber que no querría verme nunca más, pero a decir verdad la culpa de madre era más fuerte que su orgullo y su falta de amor propio. No habíamos tenido un acercamiento real y me ponía furiosa, pero lo más jodido es que actuara como si nada de eso hubiera pasado, como si aún viviéramos juntas.
Intente quitarme esos nubarrones en mi cabeza, al menos había puesto de su parte en buscarme y verme bajo mis términos.
Le devolví el abrazo y la estruje con fuerza, como si nada de esto fuera real y ella desaparecería en el segundo que la soltara. A pesar de todo era mi madre, pese a toda la mierda no podía dejar de quererla.
-Y yo a ti mamá
No fui consciente de mi llanto hasta que sentí las lágrimas resbalar por mi barbilla, a decir verdad se sentía bien está muestra de afecto, aunque sabía que merecía mucho más, esto servía por el momento.
-No llores mi niña –limpio las lágrimas con sus manos y luego tomo mi maleta. – pero no te quedes afuera, entra
La casa era más grande que la anterior, no tan lujosa pero tampoco carecían de nada. Lo más triste del asunto no es los estantes repletos de comida, las decoraciones caras y las fotos de una pareja feliz, pero ni todo el bello exterior podía tapar el hecho de que esto era una prisión. Mi mamá jamás saldría de aquí, aunque en el fondo de mi corazón siempre tendría la pequeña esperanza de que despertara y por fin mi madre regresara a ser la más tierna y amorosa del mundo.
A raíz de lo que paso con papá, mi mamá no fue capaz de lidiar con todo sola, se refugió en el primer estúpido hombre manipulador que encontró. Alguien que pensara por ella y la manejara a su antojo, porque claro que era más sencillo que poder afrontar el dolor.
Mis pensamientos fueron cortados de tajo, mi mamá me entrego una copa de vino.
-Me perdí de muchas cosas estos meses, pero en verdad me gustaría ponernos al día y empezar desde cero
-Mamá, todo tiene relación con Eddie, si piensas en decir algo malo con respecto a él ten por seguro que no vendré a verte de nuevo
Fugazmente note el dolor rondar por sus ojos, pero me mantuve firme. Eddie estuvo para mí en cada segundo todos estos meses que me abandono. De ninguna manera la dejaría expresarse mal de él.
-Estoy consciente que él siempre está para ti, no te preocupes que nada malo saldrá de mi boca en lo que a Eddie respecta
-Bien –mi postura de autodefensa se relajó. – comenzare con la escuela…
Pase el resto del día contándole de mi vida académica, como mi relación con Eddie se había fortalecido (obviamente no mencione el hecho de que ya no era virgen y habíamos estado haciéndolo como conejos la mayor parte del tiempo en mi casa) e incluso le conté mucho sobre mi novio y su banda.
Ella por su parte me conto como las cosas con Fred estaban estupendas, yo sabía que obviamente era mentira, los ojos la delataban claramente, le dolía hablar del tema. Prácticamente la dejaba en casa todo el día, según mi maá era porque tenía mucho trabajo, pero curiosamente cuando todos vivíamos juntos siempre tenía tiempo y espacio para llevarla con él. Me daba tanta rabia saber que la mantenía lejos de mu y ni siquiera la trataba como se merecía.
-¿Mamá alguna vez has pensado en dejarlo?
-¿Estás loca?, te dije que estamos mejor que nunca
Inmediatamente se puso a la defensiva, me dio tanta tristeza ver como cambio tan abruptamente, por alguien que claramente solo había envenenado su vida y la había apartado de todo el mundo.
-Tu boca dice una cosa, pero tus ojos dicen todo lo contrario –mi voz estaba un tanto trémula y me sentía realmente incómoda. –
-No digas tonterías, así como tú me pediste no hablar mal de Eddie yo te pido que no hablas así de Fred –su mirada se tornó oscura, sentí como una puñalada directa en mi corazón. – aún te manda dinero pese a tu mal comportamiento
-Lo… lo siento –las palabras se atascaban en mi garganta y los sollozos se hicieron presentes. – no diré nada de el de nuevo
-Tranquila cariño, solo olvidémoslo
Como si de un interruptor se tratase volví a ser la cálida y comprensiva ama de casa. Yo no sabía quién era mi madre, había pasado tanto tiempo haciendo lo que Fred decía que a decir verdad no sé cuánto quede de ella. Finalmente uno de mis mayores temores se hizo realidad, la había perdido por completo.
La perfecta esposa de Fred se antepuso a la mujer que solía ser mi madre. Me obligue a hacerme a la idea, trataría de pasar bien esta semana con ella. Mientras mantuviera a Fred fuera de la conversación, técnicamente sería fácil.
-Deberíamos ir a la cama mamá, ya es algo tarde
-Por supuesto mi niña, vamos a mi habitación
Entramos al cuarto y era igual de bonito que el resto de la casa, el enorme vestidor llamo mi atención de inmediato. Deje mi maleta ahí y me puse mi pijama, cuando finalmente salí del vestidor pude ver que mi madre yací en la cama, cubierta con una manta. Me acerque a mi lado de la cama para poder por fin dormir, pero al ver la mesita de noche me quede congelada, mi pecho se sentía apretado y me faltaba la respiración.
Había una foto de Fred con mi mamá, y obviamente era algo normal, después de todo era su casa. Pero en ese momento los horribles recuerdos de esa noche comenzaban a atormentarme, sentí su mano recorrer mi cuerpo de nuevo, estaba completamente aterrada, incluso sentí su gélido aliento sobre mi rostro. Cerré los ojos y me obligue a relajarme <<no es real, no es real>>. Me lo repetí una y otra vez hasta que logre calmarme.
Abrí los ojos y rápidamente guarde la foto en un cajón, me metí a la cama y apague la luz. Me puse a pensar en Eddie y en lo que él me hacía sentir, en menos de lo que pensé me quede dormida.
El transcurso de estos dos días fue muy a menos, conviví con mi madre como no lo había hecho en mucho tiempo. Fuimos al cine, de compras, cenas y muchas platicas a cerca de mi carrera y mi emoción por mi nuevo semestre que cada vez estaba más cerca. También extrañaba muchísimo a Eddie, suena exagerado, pero como estábamos acostumbrados a vernos diarios, estar separados era algo complicado, pero nos mandábamos algunos mensajes al día, eso evitaba que perdiera la cordura.
Era la mañana del miércoles, abrí lentamente mis ojos y me extrañe de no ver a mi madre ahí. Con pesadez tome mi celular para darle los buenos días a mi novio, pero me encontré con un mensaje de mi mamá diciendo que había ido al supermercado, que llegaría en un rato para ir a comer con algunas de sus amigas.
Me dirigí a la regadera, tomar un para espabilar siempre era bueno. Una vez que el agua caliente recorrió mi cuerpo me relaje al instante. Lave mi cabello y continúe con mi cuerpo, no entiendo por qué pero lleve una de mis manos a mis pechos y casi al instante Eddie vino a mi mente, la forma en la que me tocaba hizo que mi piel se erizara. Mi otra mano llego a mi intimidad, la idea de que mi novio lo estuviera haciendo me calentó aún más, fui introduciendo dos de mis dedos lentamente. Casi podía escuchar a Eddie diciendo: “¿más rápido nena?”. Me masturbe más deprisa y gemí, la otra mano llego a mi cuello y apretó, no sé si era la calidez del agua o la imagen de mi novio lo que me tenía extasiada. Pero no me contuve para nada y mis dedos seguían haciendo su trabajo, podía sentir mi orgasmo más y más cerca con cada penetración, fue el momento para estimular mi clítoris.
Tenía mis manos en perfecta sincronía mientras me recargue en la pared e imaginaba a mi novio penetrándome. Involuntariamente gemía su nombre, mi interior se tensó y tuve que acelerar el ritmo, mi respiración estaba agitada, cuando mi liberación llego solté un gemido tan alto que me habría muerto de la vergüenza si mi madre estuviera por aquí.
…
Ya para el viernes extrañaba tanto a Eddie que no podía pensar en otra cosa que no fuera el, el hecho de que mañana cumplíamos medio año no ayudaba en nada. Tome la decisión de irme mañana temprano y sorprenderlo, mi mamá se veía algo triste por el abrupto cambio de planes, pero lo entendió. Incluso me llevo a donde tome el camión para regresar a casa. Después de una emotiva despedida y la promesa de visitarme después me despedí de mamá.
El regreso a casa fue muy tranquilo y sin contratiempos, una vez abajo del camión tome un taxi para ir al centro comercial, recordaba haber visto una sex shop por ahí en las miles de visitas que había tenido ahí. Con algunas buenas ideas de lo que quería comprar entre a la tienda, no me daba nada de vergüenza, ¿qué tenía de malo querer comprar algunas cosas para pasarla bien?
A decir verdad fue más fácil de lo que pensé, compre algunos condones porque nos habíamos acabado el último antes de irme con mamá, un lubricante sabor cereza, un succionador para mí y un traje de mucama. Estaba segura que lo enloquecería por completo.
Ya había intercambiado algunos mensajes con mi novio y estaba en su casa, dijo que saldría con los chicos a beber más tarde. Le dije que esperaba que se divirtiera y se lo compensaría tan pronto volviera a casa.
Decidí comer un helado antes de irme, realmente se me había antojado. Pedí como siempre una helado de menta con chocolate, mi sabor favorito por siempre. La idea de usar lo que acaba de comprar con Eddie me volvía loca. Termine mi helado, me levante con la mirada hacia abajo para tomar mi celular. Avance unos pasos y choque con alguien, la bolsa con las cosas cayó al suelo, estaba a punto de molestarme con quien había chocado conmigo
-¿Por qué no te fijas por dónde vas?
El enojo desaprecio más pronto de lo que llego, un chico alto, de tez clara y con un cabello castaño perfecto se encontraba frente a mí. Se veía un poco apenado, me quede embobada viéndolo, era realmente muy guapo. Me sentía incapaz de poder decir algo.
-En verdad lo lamento mucho, no era mi intención –se veía un poco preocupado y yo no hice nada más que seguir mirándolo como una boba. – soy Steve, Steve Harrington._________________________________________
Hola mis chicas preciosas, lamento haberlas hecho esperar🙈
Pero si todo sale bien está semana es un cap nuevo por día, espero lo disfruten que se vienen muchas cositas, las tqm ❤️✨
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Dividida (Eddie Munson & Steve Harrington)
RomanceNo tenía muchas motivaciones en la vida, digamos que mi ambiente familiar siempre me hizo sentir sola, pero gracias a mi mejor amigo Eddie Munson, tuve una manera de tomarle sentido a todo, además de mi deseo de volverme independiente para salir de...