Capítulo 31 "Problemas"

12 3 0
                                    

Fue un inolvidable fin de semana, a decir verdad este desestres estaba más que merecido, no volvimos a beber tanto pero y vaya que nos divertimos, hasta terminamos poniéndole a los chicos Titanic, al final de la película termine consolando a Eddie porque lloro tanto porque le había parecido injusto que Jack se hubiera quedado fuera de la madera.

Y con Keyla todo estaba normal, como debía ser, a decir verdad ese beso si reforzó la amistad. No logre hablar con ella para ver qué es lo que le ocurría, pero me mantenía positiva y sé que encontraría el momento indicado para estar a solas, una vez de vuelta a la vida cotidiana podría invitarla cualquier día a casa para poder llegar al fondo del asunto.

     -¿Qué tal te fue en tu cita amigo? –Alex tenía la boca llena de espaguetis, resultaba asqueroso ver la salsa escurrir de su boca, incluso me resultaba increíble que no volara ningún trozo de comida, pero de verdad no le impedía para nada poder hablar. –

     -Mucho mejor de lo que pensé, tal vez tenga pareja después de todo –jamás lo había visto tan feliz, resaltaba mucho su sonrisa debido al tono oscuro de piel, pero en verdad era deslumbrante. Sus ojos tenían un brilla tan lindo que ya estaba emocionada. –

     -¿Cuál de todas las bellas chicas es la afortunada? –Jeff sorpresivamente estaba de muy buen humor, hasta mostraba un genuino interés. –

     -Discúlpenme –se levantó con dirección a la salida. –

     -¿Fue algo que dije? –el pelirrojo estaba claramente confundido. –

     -Lo dudo, sorpresivamente no sonaste como un idiota –Eddie estaba igual de sorprendido, Bruno es el más tranquilo del grupo. –

Su cambio de actitud me dejo dubitativa, cada que se veía rodeado de chicas se notaba claramente incómodo y ni hablar de cuando se le mencionaba el salir con alguna de ellas, se ponía peor, pero esperen un momento...

¡Oh Dios mío!, era tan obvio, ¿por qué no nos habíamos dado cuenta?

     -Ahora vuelvo –me levante de manera veloz y me fui en la misma dirección que había tomado Bruno hace unos instantes. –

Abrí las puertas para salir del comedor, mire al lado izquierdo y nada, pero al mirar al lado derecho pude notar a mi amigo sentado en una de las bancas, tenía sus manos cubriendo su rostro.

     -Bruno –me senté a su lado y puse mi mano en su espalda para poder darle un poco de consuelo y confianza en mí. - ¿qué pasa?

     -No es nada –su voz estaba tan rota que el corazón se me estrujo. –

     -Nadie más me acompaño, sé que algo te pasa, puedes confiar en mí, no diré nada –trate de mantenerme serena. –

     -Jan es que... esto ya es demasiado para mí, todos piensan que soy algo que no puedo ser –lloraba con amargura y no podía hacer más que darle consuelo con unas palmaditas y manteniéndome abierta para poder escucharlo .-

     -Pero deberías poder ser quien eres en realidad, la gente te amara de igual manera

     -No es tan simple, todos tiene tantas expectativas puestas en mí que no quiero decepcionarlos

Es tan horrible darse cuenta de que puedes convivir a diario con una persona y no llegas a conocerla realmente, por fuera pueden aparentar estar bien, pero una vez que la carga es demasiada se derrumban y ves cuan obscura puede llegar a ser su vida.

     -No quiero decirte que debes hacer ni nada por el estilo, pero debes ponerte a ti primero, igual la gente se decepciona al mínimo error que cometes, así que deberías empezar a hacer lo que te haga feliz

Dividida (Eddie Munson & Steve Harrington)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora