No podía explicar la enorme felicidad que sentía en estos momentos. Pagaría un millón de dólares por volver a ver la cara de la rubia, su expresión tenía precio. Ya que habíamos perdido la clase de canto decidimos irnos a casa. Me habría gustado ir directamente a casa de Eddie, pero tenía que ver a Fred antes.
-Te ves muy sexy con mi playera
Me daba una pequeña vuelta mientras me muraba detenidamente, pero se enfocaba más en mis piernas. La picardía con la que me veía hizo que el rubor invadiera mis mejillas. El no me veía de esa manera antes, pero debo confesar que me encantaba saber cuánto me deseaba.
-Parece que últimamente te encanta exagerar amor -negué con la cabeza, pero no podía evitar sonreír. –
Pero realmente amaba que no perdiera ninguna oportunidad para darme elogios. Me abrió la puerta del auto y me instale rápidamente.
-Además parece como si dos yo pudieran estar adentro -tome la playera por los costados y la estire un poco. –
-Me recuerda lo pequeña que eres y además deja ver tus lindas piernas -apretó uno de mis muslos y no pude evitar soltar un leve jadeo. –
Fue tan repentino que no pude evitar tal reacción. Note que sus ojos se hicieron más profundos y comenzó a acercarse a mí.
-Alto ahí tigre -puse mi mano entre nosotros para que no siguiera acercándose. – estás propasándote un poco
-Tienes razón -su sonrisa parecía como la de un niño cuando lo descubren con las manos en el frasco de las galletas. – solo toques suaves e inocentes, a menos que me pidas lo contrario – me guiño un ojo e hizo que me estremeciera por completo. –
-Si sigues haciendo cosas como las de hace un rato, podría considerarlo -le di un beso en la mejilla y arrancó. –
Cuando llegamos a mi casa le pedí a Eddie que no viniera hasta que fuera hora de irnos a la cita. Tenía que estudiar para una exposición que tendría el día de mañana y luego me arreglaría para mi primer cita.
-Te veo en un rato -me dio un piquito y yo salí del auto. –
Para mi buena suerte mi mamá y Fred estaban en la sala viendo la televisión. Dejé mi mochila y rápidamente me puse frente a mi madre, tapando la visión a la televisión.
-Hola mamá -le di un beso en la mejilla. –
-Hola cariño -su vista se concentró rápidamente en mi playera y vi que su ceño se frunció un poco. Se veía confundida. – nunca te había visto con esa playera
-Lo sé mamá, es de Eddie -sonreía de la forma mas inocente que pude sin siquiera mirar a Fred de reojo. – me la presto, ¿no es linda?
Di una pequeña vuelta sobre mi misma para que pudiera verla desde todos los ángulos. Me permití ver de reojo a Fred y noté como el enojo comenzaba a crecer dentro de él.
-Se te ve linda cariño -trataba de sonreír sinceramente, pero no pudo evitar ver a Fred quien ya estaba claramente molesto. –
-Quítatela -hablo entre dientes. La rabia se podía notar a kilómetros de distancia, lo cual me hizo sonreír. –
-Claro que no -la firmeza que emane era algo irreal, pero me mantuve firme y la sonrisa antes y después de hablar. –
-O te la quitas o te olvidas de ir a tu cita -note como su cara se enrojecía y las venas de su frente se marcaban. –
-Bien -suspire un poco, al menos se había molestado bastante. – pero voy a llegar tarde
-No te preocupes por eso -su tono de voz era tan seguro que me helo la sangre de inmediato. -tu madre y yo nos iremos en un rato, estaremos fuera hasta el lunes en la mañana -giro su cabeza un poco y ahora el era quien sonreía. – y si quieres que se te permita seguir saliendo con el joven Munson la cena tiene que ser el lunes
-Por supuesto -mi voz apenas fue audible y subí resignada a mi habitación. –
Siempre encontraba la manera de joderme. Mi mamá fue lo primero que hizo que se alejara de mí, el ballet, las clases de piano, maquillaje, absolutamente todo lo destruía. Pero lograría alejarme de Eddie sobre mi cadáver, había ganado esta ronda, pero no le permitiría ganar otra.
Ya tenía repasado lo que diría mañana en la exposición sobre el arte gótico. Me resultaba realmente fascinante, por el mismo motivo no se me había dificultado. Keyla se había ofrecido a realizar la presentación por lo cual estaba realmente agradecida con ella.
No había nadie en la casa por lo que puse la música a todo volumen. Tenía veinte minutos para que Eddie pasara por mí. Me puse unos jeans azul marino, una camiseta de tirantes color negro, un suéter azul que llevaba abierto, converse blancos y estaba más que lista.
Ya estaba esperando a mi novio y no tardo en aparecer. Iba a abrir la puerta, pero me dijo que no lo hiciera, se bajo del auto y fue hasta mi lado.
-Hoy me portare como todo un caballero -tomo mi mano y deposito un beso en el dorso. Luego me abrió la puerta del auto e hizo un ademán para que enterara. - ¿lista? -se sentó y encendió el auto. –
-Sorpréndeme amor -sonreía en su dirección mientras que me ponía el cinturón de seguridad. –
Estábamos en el centro de la ciudad. Había una cantidad enorme de establecimientos por donde miraras, las luces de todos los colores inundaban mi visión. Creo que veía tofo con una felicidad inmensa, y todo provocado por el chico que tenía a mi lado. Se veía tan guapo con esa hermosa sonrisa plantada en su rostro, ni con todo el color negro y cadenas del mundo podría verse mal ante mis ojos. Él era simplemente deslumbrante.
-Llegamos -estacionamos frente a un McDonald’s. – se que son tus favoritas y está no es la parte impresionante de la cita, quería primero algo que ya conocieras
-Es una idea linda -le sonreí para quitar la tensión que había notado en él. –
Era verdad, estás hamburguesas eran mis favoritas (sé que es un debate que no tendría fin, así que para mi eran las mejores y punto) y ya tenía un rato que no comía alguna, así que estaba muy feliz de probar una. Ya en el establecimiento, y para nuestra fortuna estaba prácticamente vacío. Pedimos dos big mac porque eran las que mas me gustaban, tal vez era por el sabor del aderezo que me encantaba, de cualquier forma, era mi favorita.
- ¿No es demasiada cátsup?
Rio al ver como había siete sobres vacíos y mi hamburguesa y papas fritas estaban atascadas de salsa de tomate.
-Solo lo necesario para disfrutar el sabor
Di una mordida a mi hamburguesa y no pude evitar mover mi cabeza de un lado al otro. Era algo que hacía cuando comía algo que en verdad me gustaba mucho.
-Me encanta como mueves tu cabeza cuando comes algo que te gusta -me veía con mucha ternura, esos hermosos ojos marrones brillaban de una manera singular. –
-Y yo amo ver como tus ojos brillan cuando me ves -ladeo un poco su cabeza mientras comía una papa. –
-Es imposible no hacerlo cuando tengo a la mujer más maravillosa como novia
Creo que podría escuchar a este diciendo cualquier cosa y sería feliz. Me derretía por completo y me hacía sentir completa, como nunca antes lo había estado.
Pasamos un buen rato hablando sobre las clases, los talleres, la banda y de cómo Liam empezaba a desarrollar un gusto por el rock. Ya habíamos terminado la comida, Eddie iba a ir por los helados cuando se me ocurrió una idea.
-Te tengo una propuesta .me recargue en la mesa ganándome la completa atención de mi novio. –
-Estoy intrigado bebé -se sentó de nuevo y comenzó a jugar con sus anillos un poco. Tuve que reunir fuerza de voluntad para poder hablar de nuevo. –
Si te metes al área de niños y te lanzas por el tobogán te ganas una sorpresa, pero será hasta después -alce las cejas repetidamente para captar más su atención. –
Lamio ligeramente sus labios y sonrió con una picardía que me hacía sentir calor. Me miro unos segundos que se me hicieron eternos, pero no deje que notara mi nerviosismo y que su mirada me hacía temblar por completo.
-Depende -hablo muy lentamente mientras se recargaba en la mesa para quedar muy cerca de mí. - ¿valdrá la pena?
-De eso puedes estar seguro -susurre cerca de sus labios antes de darle un corto beso. –
Sus ojos me miraron detenidamente mientras podía notar como mil pensamientos cruzaban por su mente. Y solo podía estar segura que no todo era romántico, lo cual ponía mis rodillas a temblar.
-Trato hecho -se levanto de la mesa y a un paso lento se dirigió al área de los niños. –
-Disculpe, esa área es solo para niños -uno de los empleados hablo desde el mostrador con cierto fastidio. –
La escena que ocurrió a continuación me hizo reír bastante. Eddie corrió para llegar hasta los juegos mientras el empleado salió del mostrador para llegar hasta allá. Eddie no tardo en entrar a los juegos, pero como era algo grande cabía con dificultad, mientras el empleado le pedía por favor que saliera de ahí. Por unos segundos lo perdí de vista hasta que vi su cabeza en el final del tobogán, ambos llegaron hasta donde yo estaba y apenas podía contener la risa.
-No se volverá a repetir, hice una apuesta con mi novia -pude notar como hablaba con un poco de vergüenza. –
-De todas formas, estamos por cerrar -el chico se veían aun mas cansado y fastidiado. –
-Solo compraremos helado y nos vamos
Teníamos un rato en la carretera desde que habíamos abandonado el McDonald’s. Le daba la última cucharada a mi McFlurry y me permití observar el paisaje. Había mucha vegetación y pude notar como íbamos de subida. Estábamos en el punto mas alto de una colina y Eddie estaciono el auto.
-Aquí podremos pasar un rato agradable -volvió a besar mi mano y bajamos. –
Abrió la cajuela y saco una cobija junto con una pequeña bocina. La acomodo cerca de la orilla de la colina y la encendió. Ed Sheeran estaba de fondo, nos acostamos y vimos hacía el cielo. Todo se sentía en perfecta armonía y yo estaba mas que feliz. Eddie se giró en mi dirección y me beso. Era muy cauteloso lo cual hizo que me derritiera enseguida.
- ¿Cuál era la sorpresa? -pego su frente con la mía y pude sentir su cálido aliento sobre mi rostro. –
-Tus toques pueden subir un poco de tono -sus ojos se abrieron con incredulidad. – pero nada de pasar a tercera base y la ropa se queda puesta
-Con eso es más que suficiente -se abalanzó a mi boca de nuevo. –_________________________________________
Holaaa ☺️❤️
Se viene algo muy interesante chicas 🥰❤️ espero les guste, gracias por leer y votar, las tqm ✨❤️
ESTÁS LEYENDO
Dividida (Eddie Munson & Steve Harrington)
عاطفيةNo tenía muchas motivaciones en la vida, digamos que mi ambiente familiar siempre me hizo sentir sola, pero gracias a mi mejor amigo Eddie Munson, tuve una manera de tomarle sentido a todo, además de mi deseo de volverme independiente para salir de...