Capítulo 5
Atenas...
¿Una ciudad bonita, verdad? Preciosa. Y más si la visitas con el amor de tu vida...
Después de dejar las maletas en la habitación, fuimos a dar un paseo. Todas las calles estaban iluminadas y llenas de gente paseando.
Las terrazas de los bares y de los restaurantes estaban igual de llenas. Caminábamos abrazados, observando todo lo que había a nuestro alrededor.
VI: Creo que hubiera sido mejor quedarnos esta noche en el hotel (acariciándole la espalda mientras miraba a toda la gente que había en la plaza que estábamos).
IN: ¿Por qué lo dices? (mirándome a mi).
VI: Hay mucha gente...
IN: Pero podemos buscar algun sitio donde no haya tanta. Ven, vamos a seguir paseando.
Llegamos a otra plaza más pequeña pero no había tanta gente, era más tranquila, y las terrazas estaban casi vacías de gente.
Nos sentamos en una de ellas y el camarero no tardó en venir. Nos dio las cartas mientras nos hablaba sobre el menú y nos dejó solos.
VI: ¿Qué te apetece cenar, mi amor?
IN: No sé, no entiendo nada.
VI: Puedo preguntar si tienen la carta en español, aunque yo te lo puedo traducir, morenita (levantando el brazo para llamar al camarero).
IN: No... (cogiendo mi brazo y bajándolo) prefiero que lo hagas tú.
VI: Como quieras, morenita (cogiendo su mano y besándosela).
IN: ¿Qué lleva el menú?
Le traduje todo lo que quiso y cuando decidió llamé al camarero para pedir.
Ya de vuelta al hotel, volvimos andando, igual que antes. Pero esta vez más abrazados porque hacía algo de frío y no habíamos cogido las chaquetas.
Y también porque queríamos ir así....
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*Hotel - suite*
Inés se estaba duchando, yo ya lo había hecho y ya tenía el pijama puesto cuando vi un aparato de música y decidí poner música con mi móvil como Connie me enseñó.
Cuando Inés salió del baño, la canción empezaba.
IN: ¿Y esto?
VI: Ven, morenita (me acerqué a ella y la abracé). Vamos a bailar.
IN: ¿Aquí? ¿Y en pijama?
VI: Sí, ¿por qué no? (empecé a movernos al ritmo de la música). ¿No quieres?
IN: Sabes que me gusta hacer cosas contigo, lo que sea. Y más bailar, que lo hacíamos de jóvenes siempre que podíamos.
VI: Nuestros paseos por la feria, ¿eh?
IN: No lo he olvidado.
VI: Yo tampoco. Siempre los tendré muy presentes (le di una vuelta y la abracé por la espalda).
IN: Yo también. Así fue que te metiste en mi corazón.
VI: ¿Por los paseos?
IN: Sí. Por todo lo que hacías por mí. Venías a por mí, me cuidabas, me comprabas tanto cuanto podías...
VI: Porqué quería verte feliz. Como ahora.
IN: Lo soy, mi amor. Y lo fui. Fui, soy y seré la mujer más feliz del mundo estando contigo (giró la cabeza para mirarme y aproveché para besarla).
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Felices; Años Después
RomansaLlevábamos ya cinco años casados y, no estábamos viviendo la vida que siempre habíamos soñado, estábamos viviendo una mejor, una muchísimo mejor. [...] Mi amor por ella no ha parado de crecer. No sé cómo me cabe todo lo que siento por ella en mi cu...