Es muy raro verte ebria y le será muy gracioso ¿Cómo paso? Habían tenido una discusión en la cual decidiste terminarla alejandote de allí. Dante por su parte lo acepto y dejo que tomaras un poco de aire, mala idea ¿La razón? Llegaste ebria luego de ir a contarle TODO lo sucedido a Lady y Trish sin parar de beber.
︿︿︿︿︿︿🍻︿︿︿︿︿︿
La puerta se abrió y mostró a Lady y Trish ayudándote a caminar, eras el calco de un Bambi recién nacido. -¿Que sucedió?-Dante se acercó confuso y asombrado. -Bebió unas copas de más-respondió Lady sonriendo de lado. -¿Unas?-enarcó una ceja-mira cómo está. -Ay cállate, eres el menos indicado-hablaste con el ceño fruncido y mirada molesta. Dante suspiro acercándose para tomarte pero de inmediato te apartaste agradecida de mantener el equilibrio en el mismo lugar. -No, no-negaste señalando al peliblanco-no quiero saber nada de ti-y salió un fuerte hipo, Lady y Trish trataban de aguantar la risa ante la situación. -Anda, no seas pesada. -¡¿Pesada?!-inquiriste. -Bueno, nosotras nos vamos...-habló Trish y antes de que Dante pudiera decir algo ambas salieron disparadas como un rayo. -No es lo que quise decir-se retracto porque sabía que se venía la tercera guerra mundial. -¡Oh, claro que sí era!-ladraste molesta-eres un tonto arrogante que no acepta sus errores. -¿Y tú lo haces? -No, esto no se trata de mi-negaste brutalmente con la cabeza, por poco no te revientas el cuello de lo exagerada que eras-eres un tonto, tonto pero...-suspiraste llevando ambas manos al rostro-me encantas tanto, maldición. Dante sonrió apenas, hasta incluso ebria era una ternura. -¿Si? ¿Te encantó? -No me interrumpas, cállate-chitaste llevando la mano sobre su boca para taparla, Dante la tomó con cariño y la giro para depositarle un beso en el dorso. -Perdóname por ser así-sus ojos celestes se posaron con dulzura en ti-eres el amor de mi vida y lo que menos deseo es estar así contigo. Tu tonto corazón comenzó a latir con fuerza y tus mejillas se sonrojaron más apartando el alcohol, tu rostro era un poema para el mayor. -No sé vale-bufaste y caiste entre los brazos de Dante que por supuesto te envolvieron para apegarte a su cuerpo-no puedo discutir contigo si haces estás cosas. Rió suavemente y depósito un beso sobre tu frente. -¿Que te parece si nos vamos a la cama? Mañana te arrepentirás de esto-y rió por aquello último al notar que ya te estabas quedando dormida en su hombro. Te llevo a la cama y con cuidado te acostó sin antes quitarte la chaqueta, los zapatos, el pantalón para que durmieras cómodamente. -Te amo...-susurró, te cubrió con las mantas y beso tu cabeza.