Ya llevaba unos cuantos días con el ruliento en Concepción. La casa donde vivía Edgar era gigantesca, además del r35, también tenía un auto de uso diario aunque Manu lo veía como una joya, era un BMW M3. Y aun no terminaba, también tenía un Jeep Gladiator. Efectivamente, también había un espacio para un auto más.
Tenía una piscina, un quincho, una terraza bastante amplia. Manu estaba fascinado con todo lo que veía.
-A veces me pregunto de donde sacas tanta plata. -Dijo el rubio mientras descansaba en el patio trasero frente a la piscina. Edgar había preparado unos tragos y se los estaba llevando.
-Yo me pregunto en dónde vas a dormir. -Se sentó el ruliento a su lado.
La casa en sí era bastante lujosa. La cama de Edgar era inmensa, los baños y las cocinas también eran enormes.