Capítulo 28

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Cuando volvieron a Concepción fue cuando el padre de Manu ya estaba recuperado y en casa. 

Uno de esos días que almorzaban en algún restaurant lujoso, Manu preguntó.

-Sé que querías conocer a mi hijo hace un tiempo. Y yo también quiero que lo conozcas. -Masticó un poco más para luego tragar. -¿Aún quieres conocerlo?

-Obvio. Desde que estamos juntos, ya empezó a formar parte de mi familia. Bueno, si tú aceptas, claro. -Se llevó el tenedor con unas papitas fritas a la boca. 

-Hablaré con la Fran. -Tomó su teléfono y la llamó de inmediato. Edgar notó que las cosas no iban bien. -Mmm, me va a costar convencerla. -Dijo luego de cortar la llamada. 

-No importa si no se puede. 

Manu no estaba contento con su respuesta, así que más tarde volvería para tratar de convencerla nuevamente, por el momento, disfrutaría la comida. 

Esa misma tarde, el ruliento llevó a Manu a unas cabalgatas. El rubio estaba aterrado por si se caía, pero Edgar le aseguró que estaría bien, además de que el miedo también se combinaba con la emoción de ver un caballo tan de cerca. El mayor le sacó unas fotos épicas a contra luz, también se sacaron fotos juntos y Manu odió no poder subirlas. 

-Ohh, la weá bueeena. -Dijo Manu cuando se bajó del caballo. Estaba demasiado emocionado.

Edgar lo veía y quedaba más enamorado que nunca. Amaba poder darle aquellos lujos al rubio. 

Horas mas tarde, un extraño mensaje le llegaría, un sujeto quería a Manu a su lado a toda costa. Edgar ya estaba amenazado. Sin embargo, se le ocurrió una idea. Se encontraría con esa persona a las afueras de Concepción para "entregarle" al rubio.



Amantes de los autos [EdYelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora