◖𝐒𝐞𝐫á𝐬 𝐦í𝐚, 𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦á𝐬...𝐦𝐢 𝐬𝐨𝐥 𝐜𝐚𝐫𝐦𝐞𝐬í~◗
En la actualidad aun existían los demonios, al igual que los cazadores de demonios. Tu siendo la rencarnación del primer espadachín capaz de derrotar al rey de los demonios. Pero...
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Los dos Hashiras se encontraban en la casa de la Oiran Warabihime, ya le habías avisado a Uzui, así que tocaba buscar información sobre el paradero de Zenitsu y sus esposas,
Luego de que el peli-plateado amenazara al dueño de la casa para que diera información, se fueron de ahí para intentar buscar a la demonio. Los dos se separaran, Uzui iba a buscar a Hinatsuru mientras que tu a Suma y Makio ya que tenias una ligera pista de donde estaban.
Cuando corrías, un fuerte olor inundo tus fosas nasales, al instante reconociste el aroma de Zenitsu y Inosuke. El aroma te guio abajo de una casa, parece que abajo había como un especie de bunker o algo así.
Desvainaste tu Katana para intentar crear un agujero, aun que tu respiración no sea tan explosiva como la de Uzui, podías hacerlo.
Los presentes en ese "bunker" se sorprendieron al ver como un gran boquete apareció arriba de ellos, no les alcanzo tiempo a reaccionar cuándo un rastro de fuego apareció cortando a esa cinta parlanchina.
Volteaste a ver si Inosuke y Zenitsu estaban ahí, suspiraste tranquila al verlos bien al igual que Makio y Suma.
—Senpai!~—lloriqueo Suma al verte mientras corría hacia ti para abrazarte
—¿Se encuentran bien?—le preguntaste a Inosuke ya que Zenitsu parecía dormido
—¡Perfectamente!—respondió alzando el dedo gordo
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Ya se habían encontrado con Uzui, corrían en dirección a la pelea donde peleaba Tanjiro y la demonio.
Estabas nerviosa, ¿Y si le hacia algo a Tanjiro?, los pensamientos negativos azotaron tu mente, pero de la nada, escuchaste la vos de tu hermano menor.
—¡Nuestra hermana esta en peligro!—
Sentiste que tu sangre se helo por un momento, en un segundo, una hilera de fuego fosforescente apareció con un ligero humo.
—¡___!—grito Uzui al ver como te habías ido, te había perdido de vista en un seguido
¿Cuántos segundos había pasado?, ¿5 o 6?, no lo sabias, pero ya habías llegado a la zona de batalla.
Tus ojos vieron como Nezuko estaba transformada, tenia un aspecto fuerte y imponente, notaste como estaba apunto de herir a una chica, no estaba razonando.
En un rápido movimiento te lanzaste sobre ella deteniéndola, esta forcejeo intentando zafarse, la abrazaste fuertemente inmovilizándola, recordaste la canción que calmaba a Nezuko cuando sentía miedo por las noches, así que empezaste a cantar.
—¿Por qué el conejito de la colina tiene las orejas tan largas?, por qué su madre...—no te dejo terminar ya que empezó a rasguñarte la espalda intentando escapar—comió hojas largas cuando era bebé, por eso el tiene las orejas largas-
De la nada, Nezuko dejo de forcejear, seguiste cantando para ver si surgía más efecto, cuando estabas apunto de terminar, tu hermana se empezó a achicar teniendo la altura de una niña de 5 años, esta empezó a llorar mientras se aferraba a ti, la abrazaste intentando calmar su llanto.
Miraste a Tanjiro que estaba unos centímetros de ti derramando lagrimas al escuchar la canción, se le notaba bastante herido.
Una ira recorrió tu cuerpo al verlos de esa forma, ¿Esa demonio había sido la culpable?, si es así...te iba a conocer.
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