◖𝐒𝐞𝐫á𝐬 𝐦í𝐚, 𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦á𝐬...𝐦𝐢 𝐬𝐨𝐥 𝐜𝐚𝐫𝐦𝐞𝐬í~◗
En la actualidad aun existían los demonios, al igual que los cazadores de demonios. Tu siendo la rencarnación del primer espadachín capaz de derrotar al rey de los demonios. Pero...
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Los días pasaban y ya te habías rendido, y aun que fuera poco, te hiciste amiga de la tercera luna superior, al fin de cuentas era el único ser vivo con el que hablabas.
En cambio para Akaza, un sentimiento extraño broto en el, cada día que pasaba se hacia más fuerte, te convertiste en la razón de sus pensamientos, sueños y fantasías. Muzan lo había amenazado desde el principio de que no se acercara a ti con otras intenciones, y el como buen siervo le prometió que no seria así.
¿Entonces, que paso con lo que le prometió a su superior?, simplemente paso y ya.
-¿Trajiste lo que te pedí Akaza?-le hablaste al verlo ingresar a la habitación con un plato de comida y una mochila
-Claro, Mi Reina-te entrego la mochila y tu la aceptaste
La abriste y sacaste tu Katana envuelta en una manta, miraste a Akaza con ojos de amenaza dándole a entender que si era falsa...la iba a pagar muy caro. Aun que, no seria mala idea de que tu lo decapites, solo tu podías hacerlo. ¿Cómo paso eso?, bueno, no te ibas a quedar con los brazos cruzados sin planear algo, no, no y no. ¿Y Desaprovechaste la oportunidad de poder salir?, claramente no te había gustado manipular a un demonio, pero todo por tus hermanos y libertad.
Te acercaste a Akaza para darle lo que te había pedido a costa de que te trajera tu Katana....un beso. Podrida haberte pedido algo peor, no te agradaba la idea de besarlo, pero podías cumplirlo. El demonio quedo estático al sentir como tus labios chocaron con el suyo, cuando por fin reacciono, te siguió el beso sin protestar.
Cuando la falta de Aire se presento, te separaste de el. La luna superior antes de poder decir algo, su cabeza cayo al suelo. Te acercaste hacia su cabeza que se estaba desintegrándose al ver como no podía regenerarse ni controlar su cuerpo.
-Lo siento Akaza, mi deber es matar demonios, y tu eres uno-te agachaste para verlo a los ojos, notaste como estos estaban dilatados y tenían corazones en medio
-No te preocupe, estoy agradecido de que tu me hayas matado, y no Muzan-sama-realmente se había vuelto loco, por TI
No dijiste nada y solo te paraste, cortaste las cadenas que te tenían retenida y cortando la regeneración de estas. Te dirigiste a la puerta y la abriste para salir, ahora, tenias que buscar la salida de ese lugar.
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