◖𝐒𝐞𝐫á𝐬 𝐦í𝐚, 𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦á𝐬...𝐦𝐢 𝐬𝐨𝐥 𝐜𝐚𝐫𝐦𝐞𝐬í~◗
En la actualidad aun existían los demonios, al igual que los cazadores de demonios. Tu siendo la rencarnación del primer espadachín capaz de derrotar al rey de los demonios. Pero...
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El peli-blanco estaba sentado el suelo mientras cabeceaba perdido en sus pensamientos, la sangre corría en sus manos y suelo, al no poder atraparte, tuvo un ataque de furia matando a sus secuaces, que para el, eran inútiles.
Tal vez...si el no hubiera sido el mafioso más buscado, ¿Podrían haber estado juntos?.
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Unos Kaskushis quedaron asombrados al verte caminando rápidamente hacia tu finca, intentaron llevarte donde Shinobu para que te revisara por las dudas, ya que estaban al tanto de la situación. En cambio no les hiciste caso y seguiste caminando, querías ver a tus hermanos lo más pronto posible.
Llegaste a la puerta de entrada y la tocaste con un poco de desesperación, pero fue abierta al instante por la Oiran que prometiste sacarla de lugar, quedaste estática por un momento al sentir sus brazos rodearte mientras pequeñas lagrimas salían de sus hermosos ojos de felicidad al ver que estabas bien.
Un cálido sentimiento apareció en tu pecho, ese sentimiento se te hacia tan conocido...pero a la vez tan distante desde que en la otra vida la perdiste a ella.
Su mirada brillaba con alegría, haciendo que te perdieras en ella, esos ojos marrones que te cautivaron desde el día en que chocaste con ellos, sin notarlo, también la abrazabas como si tu vida dependiera de ello, como si tu alma y cuerpo...tuvieran miedo a perderla de nuevo.
Una voz quito tus pensamientos al ver como Tanjiro corría hacia ti llorando al verte arrodillada abrazando a Koinatsu, sin perder tiempo se abalanzo hacia ti repitiendo "que alivio", pudiste notar como sus ojos se encontraban cansados, y en realidad, era por que se la pasaba buscando alguna pista para poder encontrarte, hasta había noches, que no dormía por eso.
Nezuko también se sumo al abrazo saliendo de la caja que Tanjiro portaba en su espalda. No querías que terminara es momento, te sentías feliz, pero a la vez, un vacío pequeño, no te habías olvidado de tu hermano, Michikatsu, sabias que no había forma de indagar con el, si en la anterior vida no pudiste resolver el conflicto, dirías que menos en esta, aun así, tenias un poco de esperanza, al fin de cuentas, fue una de las personas más importante en tu vida, en esta, y en la otra.
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