◖𝐒𝐞𝐫á𝐬 𝐦í𝐚, 𝐝𝐞 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐦á𝐬...𝐦𝐢 𝐬𝐨𝐥 𝐜𝐚𝐫𝐦𝐞𝐬í~◗
En la actualidad aun existían los demonios, al igual que los cazadores de demonios. Tu siendo la rencarnación del primer espadachín capaz de derrotar al rey de los demonios. Pero...
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Tu mirada se encontraba en el techo mientras estabas perdida en tus pensamientos. Podrías encontrar una forma de escapar, pero...¿Qué pasa si Muzan le hace algo a tus hermanos?, no querías...perder a la única familia que te quedaba.
Saliste de tus pensamientos al escuchar como alguien entro a la habitación, te sentaste en la cama para ver quien era, suspiraste al ver a la tercera luna superior.
—Muzan-sama me encargo traerte la comida—respondió antes de que tu preguntaras, te puso la bandeja en frente de ti y se quedo ahí, arqueaste una ceja al ver que no se iba—Y también me dijo que me quedara hasta que terminaras de comer
No le respondiste, con un poco de desconfianza empezaste a comer en silencio, el demonio se sentó en el suelo esperando a que terminaras, pero antes decidió preguntar algo.
—¿Cómo llegaste a ser tan fuerte?—dirigiste tus ojos hacia el por esa pregunta, por un momento creyó que no le responderías hasta que hablaste
—Nací siéndolo, solo mejore y entrene para hacerme más fuerte de lo que era—le respondiste con simpleza volviendo a comer, después de eso no te pregunto algo más
Cuando terminaste de comer, se llevo la bandeja y se fue sin decir nada. Volviste a acostarte para volver a pensar, ahora, en Michikatsu...o mejor dicho, Kokushibo.
. . .
Sin darte cuenta, quedaste dormida por el cansancio mental, pensar mucho gastaba energías. Mientras descansabas, el progenitor de los demonios entro sigilosamente a la habitación procurando no despertarte.
Con delicadeza se sentó al borde de la cama apreciándote, preguntas empezaron a divagar por su cabeza, ¿Cómo se podría haberse enamorado de su enemigo?, a la persona que odio y temió con toda desde ese día.
Pero, en esa vida...algo tenia, debería tener la valentía de matarla ahora que la tenia ahí, pero en el fondo, el mismo, no quería hacerlo.
La necesidad de tocar su piel, sus labios, se hacia más grande el paso de los minutos, y sin poder pensar en ese momento, se acerco lentamente quedando a pocos metros de distancia de tus labios. Simplemente se veían apetitosos, quería probarlos.
Sin resistir más, choco sus labios con los tuyos, agradecía que tuvieras sueño profundo. Empezó a mover sus labios despacio para evitar despertarte, no podía tampoco jugársela. Sus manos viajaron a tu cintura, empezando a acariciar delicadamente con las yemas de sus dedos.
La falta de aire se presento, así que no le quedo otra que separarse, se quedo observando como tus labios se encontraban un poco rojizos, tu respiración era lenta, y tu cabello un poco desordenado. Eras hermosa a la vista del demonio.
Entro en razón por lo que estaba haciendo, aun que no se arrepentía. Se fue de ahí sin antes dejar un beso en tus labios, ahora tenia un nuevo objetivo...Enamorarla.
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Como que casi dos meses sin publicar nada en esta historia?, que rápido se pasa el tiempo😿
