Lee Ari tenía un único objetivo en la mira: conquistar al chico que le gusta a través de mensajes y obtener finalmente el romance escolar que tanto había deseado.
Para su desgracia, eso se verá interrumpido al descubrir que ha escrito al número equ...
El cansancio finalmente había llegado a mí, mi respiración era entrecortada y mi vista un poco limitada. Las chicas de onceavo uno nos encontrábamos en una partida amistosa contra las chicas de onceavo tres, pero la palabra amistad pierde el valor de su significado cuando se trata de tu calificación final del parcial en juego.
La partida finalmente había llegado a su desenlace, quedando onceavo uno como el ganador. Celebrábamos nuestra victoria con gritos de júbilo y cánticos de alegría, hasta que una voz me obligó a separarme de las demás para prestarle completa atención a un nuevo objetivo.
— ¡Felicitaciones por su triunfo, chicas! — Su tono de voz era armonioso, rosando los límites de lo idílico. — ¡Sobre todo a la que se cortó el cabello ayer!
En ese momento sentí como mi corazón daba un vuelco en el interior de mi pecho, desconocía su nombre y procedencia, pero el simple hecho de saber que alguien había notado mi cambio extremo de estilo me hacía muy feliz.
— Gracias... — Logré pronunciar en un susurro. — ¿Pero quién eres?
— Quien importa en este momento eres tú. — Respondió con una sonrisa ladeada. — Pero para no dejarte con la duda... Soy Minjun, encantado de conocerte y completamente dispuesto a servirte.
Apenas lo conocía, sin embargo, algo me decía que podía confiar en él sin importar nada más, así que extendí mi mano su dirección para poder estrecharla con la suya.
— Mi nombre es Ari. — Anuncié con gusto. — Espero que podamos ser buenos amigos.
— Confiemos en que así será. — Pronunció a la vez que aceptaba mi mano.
¿Será este mi ser amado? Pensé. Solo lo sabría SI daba un paso al frente y me lanzaba a la guerra sin chaleco antibalas.
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